Si hay algo que Zadie Adeline Smith (45) protege con celo es su libertad de pensamiento. Por eso mismo, y aunque parece algo extemporáneo, en una especie de eremita del siglo XXI, decidió no tener redes sociales, para evitar el choque y a los haters.

“Hace poco hablaba con amigos más jóvenes sobre este tema. Muchos de ellos se sorprenden por el hecho de que no esté online y no me entere de lo que opinan los lectores sobre una cosa u otra. Este tipo de debate busca generar una necesidad”, dijo Smith en entrevista con Vouge.

La autora londinese asegura que, en rigor, el fenómeno de las redes sociales es algo demasiado nuevo y que no le cuaja totalmente. “Me resulta ahistórica y extraña la idea de que la responsabilidad del escritor sea responder en todo momento ante sus lectores. Es muy rara, y me parece fundamental que nos demos cuenta de que eso no tiene nada que ver con la Historia. Viene de Silicon Valley. Cuando me preguntan por las redes sociales, me parece muy extraño. Es un medio muy nuevo”, aseveró en la citada entrevista con Vouge.

No es un detalle menor, considerando que su último título, recién llegado a Chile, se titula justamente Con total libertad, a través de la editorial catalana Salamandra. Un compilado de textos que la autora escribió antes de la pandemia y que publicó en 2018, pero que solo ahora está disponible en idioma castellano.

En rigor, son textos breves que se encontraban dispersos en diferentes plataformas, como los periódicos The New Yorker o The Guardian. Ahí abarca desde perfiles de raperos hasta reflexiones sobre instalaciones artísticas.

Eso, sí, no es simplemente un pegoteo de piezas, puesto que hay una línea que une a los relatos: la libertad. “Es un enfoque que me interesa, una de mis principales preocupaciones. La libertad de pensamiento, de acciones y de las propias personas, así como la ausencia de la misma”.

Con total libertad está organizado en cinco secciones: “En el mundo”, “Entre el público”, “En la galería”, “En la estantería” y el que le da el título al volumen, “Con total libertad”.

De todos modos, la misma autora se plantea como una exploradora ante los temas que escribe, de hecho plantea en el prólogo que los escritos “sólo los sostiene la libertad de quien escribe”. Consecuente con eso, agrega: “No estoy cualificada para escribir lo que escribo. No soy ni filósofa, ni socióloga, ni catedrática de literatura o cine”.

“El sistema les ha fallado por completo”

Pese a su autoexilio voluntario de las redes sociales, Smith sí está muy atenta a lo que ocurre en el mundo, y en el libro lanza una serie de reflexiones al respecto. En particular, ve la rabia como algo que está apareciendo en la sociedad. Lo explica a través de su experiencia ejerciendo como académica de escritura creativa en la New York University (NYU). En sus alumnos, ve una furia inusitada.

“Están fastidiados, profesionalmente, económicamente, climáticamente y políticamente. Entiendo perfectamente que quieran que nuestra generación, y la inmediatamente anterior, desaparezcan y mueran. Justo lo hablaba ayer con mi marido [el escritor Nick Laird], la diferencia es que cuando yo era joven, por ejemplo, veía a otras generaciones de escritores europeos y pensaba: ‘Uf, largo de aquí’. Pero no era una guerra armada, y tampoco tenía por qué serlo: la economía era bastante buena, la mayoría de las personas trabajaba en algo que le gustaba, podían dedicarse al periodismo. El sistema no era perfecto, pero tampoco estaba hundido”, dice Smith a Vouge.

La británica apunta al sistema macroeconómico, y la administración del poder, como la causa de este malestar. ”Las diferencias entre los de mi edad y los mayores eran livianas. Ahora tienes boomers en el poder político, que no se van, mi generación, bastante exitosa, en medio... Y a la siguiente, ¿qué le queda? No tienen la esperanza de encontrar un trabajo estable, no se paga por escribir, el periodismo está desapareciendo... es una furia legítima del capitalismo tardío”.

“Cuando entro a mis clases y los alumnos quieren matarme, no me sorprendo en absoluto. El sistema les ha fallado por completo. Lo que tenemos que hacer, los que podemos, es intentar reinstaurar y redescubrir a la gente lo que es una sociedad equitativa. Repetirlo y recordarlo, para que nadie se olvide de que es posible volver a ella”, agrega.

Junto con sus novelas, Smith también se ha anotado en el género del ensayo con los volúmenes anteriores Contemplaciones (Salamandra 2020), donde reflexiona sobre la pandemia; y Cambiar de idea (Salamandra 2011), donde en 17 ensayos abarca desde la cultura hasta la política.

Con total libertad, se encuentra ya disponible en las principales librerías nacionales.