¿Suicidio o asesinato? El FBI desclasifica por primera vez su archivo sobre la muerte de Kurt Cobain
Durante casi tres décadas, la oficina de investigación criminal del gobierno de EE.UU. mantuvo un documento centrado en la muerte del líder de Nirvana. Un archivo al que tuvo acceso Rolling Stone y que incluye teorías conspirativas, cartas anónimas y datos aportados por el programa de TV Misterios sin resolver.
El interés y la preocupación del FBI en torno a la vida (y la muerte) de algunas estrellas de la música no fue una práctica sólo circunscrita a la era del rock clásico. Además de poner a John Lennon bajo vigilancia -cuando el ex Beatle llegó a Nueva York en 1971- y de mantener dossiers y archivos sobre artistas como Jim Morrison, Frank Sinatra y Pete Seeger durante la era Nixon, la principal agencia de investigación criminal de EE.UU. también tuvo bajo su radar a algunos músicos algo más contemporáneos, como el asesinado rapero Notorious B.I.G. Un selecto club al que ahora se suma también Kurt Cobain.
El mes pasado, por razones que no han sido oficializadas -pero coincidiendo con el aniversario número 27 de la muerte del líder de Nirvana-, el FBI desclasificó su hasta ahora secreto archivo en torno al suicidio del músico de Aberdeen. Un documento de sólo diez páginas al que tuvo acceso la revista Rolling Stone, y que incluye la respuesta de la oficina de investigación a diversos mensajes y teorías conspirativas recibidas por los agentes en las últimas décadas.
Según la revista, el archivo tiene como eje dos cartas enviadas al FBI en fechas distintas, con autores cuyos nombres fueron tachados, instando a la oficina a investigar la muerte de Cobain en 1994 como un asesinato, en lugar de un suicidio.
“A millones de fans de todo el mundo les gustaría que las inconsistencias que rodean su muerte se aclararan de una vez por todas”, dice una misiva, escrita a máquina, de septiembre de 2003, que cita a su vez el documental Kurt & Courtney del director Nick Broomfield como parte de sus argumentos.
La otra carta, escrita a mano y con fecha de 2007, señala: “Los policías que se hicieron cargo del caso nunca fueron muy serios en investigarlo como un asesinato pero desde el principio insistieron en que se trataba de un suicidio”, se lee. “Esto me molesta más porque su asesino todavía está ahí fuera“.
El autor cita supuestas pruebas (”no había huellas en la pistola con la que supuestamente se disparó“) y afirma que, en la nota de suicidio de Cobain, ”no mencionó nada sobre el deseo de morir, excepto la parte que tiene otra letra y parece haber sido añadido al final“.
Las respuestas del FBI a las cartas, enviadas por diferentes funcionarios de la Oficina, son casi idénticas. “Apreciamos su preocupación de que el Sr. Cobain pueda haber sido víctima de un homicidio. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones de homicidio generalmente se encuentran dentro de la jurisdicción de las autoridades estatales o locales”.
Las respuestas continúan diciendo que “hechos específicos” sobre “una violación de la ley federal ”se habrían presentado para que la Oficina los persiguiera, pero en base en estas cartas,“no podemos identificar ninguna violación de la ley federal dentro de la jurisdicción de investigación”.
Según Rolling Stone, la parte más extraña del archivo es un fax de enero de 1997 enviado a las oficinas del FBI de Los Angeles y Washington DC por parte de Cosgrove / Meurer Productions, la compañía a cargo del popular programa de televisión Misterios sin resolver. Aparentemente, solicitando información adicional para un capítulo especial sobre la muerte del artista.
El fax de la produccción del programa cita teorías conspirativas sobre el caso y menciona a “Tom Grant, un investigador privado con sede en Los Angeles y ex ayudante del alguacil del condado de Los Angeles”, y sus sospechas de que el fallo de suicidio fue “un juicio apresurado”. El documento afirma que Grant “encontró una serie de inconsistencias, incluidas dudas sobre la presunta nota de suicidio”, que Grant creía que era en realidad “una carta de retiro (de la música) de Cobain para sus fanáticos”.
Si bien el FBI no respondió las preguntas de Rolling Stone -sobre por qué desclasificó el documento ahora- y aunque el mismo archivo tampoco aporta información concluyente en torno a la muerte del artista, su publicación confirma que Kurt Cobain formó parte del singular grupo de celebridades y músicos que han tenido su propio archivo en las oficinas de la agencia investigativa del gobierno de EE.UU.
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