Los Globos de Oro están como nunca en el ojo público. Incluso más que cuando cada temporada se emiten como previa a su hermano mayor, la ceremonia de los premios Oscar.
Acusados desde hace un tiempo de corrupción, malos tratos, discriminación y falta de diversidad, la lápida vino en la última semana, cuando no sólo gigantes como Netflix o Amazon anunciaron que por lo mismo no trabajarían más con la entidad; la propia cadena que los emite, NBC, informó que nos los transmitirá en su próxima versión, programada para 2022.
Algunos de los hechos que detonaron la tormenta perfecta fueron, por ejemplo, la acusación que alertaba que, de los 90 miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, encargados de elegir los galardones), ninguno era negro, lo que eventualmente precipitaría miradas sesgadas en las películas que finalmente conforman el palmarés.
La revista Variety intentó precisamente buscar reacciones al interior del cuestionado organismo, integrado básicamente por corresponsales que trabajan en Estados Unidos -gran parte de ellos europeos- o por periodistas extranjeros jubilados. Según detalla la publicación, sin citar nombres, los colegiados consultados se sienten una suerte de chivo expiatorio de los actuales problemas raciales de Norteamérica.
“Nos conocen desde hace 30, 40 o 50 años. ¿Cómo pudo haber sido una sorpresa?”, se quejó uno de los periodistas abordados, apuntando a que la información de la escasa presencia de afroamericanos en los registros de la HFPA es un dato que se sabe públicamente hace cerca de una década.
“Quizás como organización estábamos ensimismados y no pensamos en la corrección política y el clima de este país”, dijo el mismo miembro que pidió no ser identificado. “No somos una organización racista. Este es un país racista. Señalarnos con el dedo ahora, y decir que debería tener un 13% de miembros negros, es ridículo “, agregó.
Varios integrantes del gremio también sostuvieron que el grupo de más de 100 compañías publicitarias de Hollywood que han encabezado la acusación tampoco tiene un personal particularmente diverso.
“Es una vergüenza para los publicistas ser tan hipócritas”, dijo la fuente anónima.
El grupo de publicistas respondió que los miembros de la HFPA están evitando los problemas reales, que van más allá de la falta de votantes negros. Dicen, por ejemplo, que la HFPA ha tenido una larga historia de ignorar películas y programas de creadores negros, sin asistir a proyecciones y conferencias de prensa para algunos de los proyectos más aclamados del último tiempo.
Los estudios y las empresas de publicidad subrayan que habían instado a la HFPA a hacer cambios hace años, pero esas sugerencias fueron ignoradas.
Por su lado, Judy Solomon, miembro de Israel en la HFPA desde 1956, argumentó que la prensa está “saltando sobre la HFPA y se divierte haciéndolo”. Aunque el profesional, ya retirado pero aún miembro del organismo, acotó: “Tienen que darles una oportunidad. Hemos hecho algo bueno. Tenemos además chinos, japoneses. No tenemos personas de raza negra por una razón muy simple: porque nadie postuló”.