Beto Cuevas vuelve al teatro: “Soy una persona antes y después de Jesucristo Superestrella”
El artista encarnará nuevamente el rol principal de la versión mexicana del clásico de Broadway, cuyas funciones vuelven en octubre. Aquí, habla con Culto de cómo ese papel ha cambiado su carrera y de su mirada en torno a la figura de Jesucristo: "La enseñanza principal que deja un personaje como él es maravillosa, porque es de paz, es de poner la otra mejilla", argumenta.
Antes de Cristo y Después de Cristo. La frontera que ha definido el calendario de la era cristiana y de parte importante de la Humanidad también aplica en Beto Cuevas, lo más cercano por lo demás a una suerte de divinidad del pop chileno.
“Hoy en día lo puedo decir: soy una persona antes y después de Jesucristo Superestrella”, reafirma en conversación con Culto y en alusión a su paso por la versión mexicana del célebre musical de Broadway, en funciones entre julio de 2019 y febrero de 2020, abortadas en ese punto por la pandemia del Covid-19. Y donde precisamente encarnó al personaje principal.
Para reparar la deuda, el espectáculo retornará a la cartelera de la nación norteamericana en octubre, con fechas el 1, 2 y 3 en el Centro Cultural Teatro 1 de Ciudad de México, aún con aforo acotado, pero también como parte de la progresiva vuelta de los espectáculos en ese país.
“Esto simboliza también para mi el retorno a los escenarios, de alguna forma, que es algo que vengo añorando hace mucho tiempo. Nunca en mi vida como artista, que son más de 32 años, había estado en mi casa todo un año, nunca había sucedido. Siempre estaba un tiempo, un par de semanas, un mes como mucho, y después volvía a subirme a un avión, a los hoteles, a las giras, las presentaciones, y ahora todo eso con la pandemia se suspendió. Entonces, volver a hacer Jesucristo Superestrella, volver a un escenario y a un público, aunque sea reducido, es el principio del fin de esta pandemia y de estas restricciones, para volver con mucha fuerza, con música nueva a los escenarios”, apuesta el ex cantante de La Ley.
Por lo demás, sabe que la edición 2021 de Jesucristo Superestrella -donde comparte escenario con figuras de la música mexicana, como Erik Rubín (Judas), Enrique Guzmán (Herodes) o La Josa (María Magdalena), entre otros- no sólo simboliza una gratificación personal; también se trata de una obra que puede vincularse con el renovado destino que vivirá el planeta cuando las trabas del coronavirus cedan de una vez.
“Tiene un significado muy especial volver en pandemia, porque este montaje y esta historia empiezan después de un gran cataclismo, donde murió mucha gente. Y aquello tiene un significado absolutamente acorde con lo que todos hemos vivido en el mundo. Si bien los que estamos acá, y sobre todo los que ya estamos vacunos, sobrevivimos, esta fue y es una pandemia que le quitó la vida a muchas personas. Entonces, cuando empecemos a hacer de vuelta esta obra, vamos a tener un sentimiento muy especial, sobre todo los que hemos perdido a seres queridos por esta pandemia. Es muy loco, lo que mostramos sucede en un contexto muy similar al que todos vivimos durante este último año”, analiza.
Si tuviera que mencionar el aspecto que más aportado a su carrera como artista esta obra, ¿cuál sería?
Hay muchas cosas positivas. Por un lado, nunca en mi vida había hecho teatro musical y eso ya me pone en una posición muy interesante, porque estoy ampliando mis horizontes. Además que, cuando uno hace teatro musical, tiene que proyectar la voz mucho más que cuando uno tiene un micrófono y una banda. Siento que eso definitivamente fue un plus, porque me amplió mi rango vocal. Y después, bueno, toda la preparación de interpretar a un personaje como Jesucristo, que implico mucha lectura del Nuevo Testamento y cosas que quizás yo no entendía mucho, y que pude constatar haciendo la obra y encarnando a este personaje. Fue todo positivo al cien por ciento.
Esta obra involucra a personajes propios de la religión. ¿Cómo es su relación actual con lo religioso y con la figura de Jesucristo? ¿Cambió en algo al hacer este musical?
Mi relación con la religión no es muy activa ni participativa, porque yo soy un poco dudoso de la institución, en algunos casos. No de todos, porque yo fui educado católico, sin embargo nunca fui muy practicante y siempre tuve mis dudas en algunos temas. Pero definitivamente hay una sensación y conexión espiritual con el personaje y con lo que significó, aunque haya mucha gente que lo discute y que diga que no, que eso no fue así, que es todo un invento de los historiadores... yo pienso que la enseñanza principal que deja un personaje como Jesucristo es maravillosa, porque es de paz, es de poner la otra mejilla, en el sentido que si alguien te ataca, tú no tienes que volver a contraatacar con un golpe o con una palabra amarga y dañina. Puedes ya sea callar, aunque digan que él que calla otorga. O puedes hacer lo impensable y es que, si alguien te ataca, puedes responder con algo bueno y de esa manera hasta cierto punto se neutraliza esa mala onda.
Aparte de Jesucristo Superestrella, ¿qué otros planes tiene para este año?
Como te puedes imaginar, con todo el tiempo que tuve en mis manos, me puse a trabajar en música nueva. Tengo unas canciones buenísimas y que pronto empezaré a sacar. Estoy feliz. Van a salir bajo mi sello discográfico, Blackelbow Music. Estoy muy contento de no esperar los tiempos del sello discográfico, sino que publicar cuando yo quiera.
“Evidentemente eso me implica que junto a mi equipo seamos menos indulgentes y muy objetivos en cuanto a las canciones, para que realmente se saque el mejor producto que se pueda, las mejores canciones. Así que en eso estoy, metido en el estudio y grabando, ya vendrán las canciones, de la mano con la reapertura del mundo, que espero se pueda dar pronto”.
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