Más rápido de lo que usualmente ocurre en el mundo de las series, el thriller ¿Quién mató a Sara? lanza este miércoles 19 su segunda tanda de capítulos en Netflix, a menos de dos meses del estreno de su primer ciclo y de convertirse en un meteórico fenómeno global.

Su creador, el chileno José Ignacio “Chascas” Valenzuela, propone un ejercicio: revisar de nuevo los primeros diez episodios y comprobar que la mujer que da nombre a la producción, en vez de haber sido retratada únicamente como una víctima de un crimen, siempre fue dibujada como un personaje con capas más complejas y oscuras pese a que se acentuó un aura “enseñadora”, como define el guionista.

“Todas las pistas que nos hacían ver que Sara era como era estaban sembradas desde el capítulo uno. Sólo que no estaban tan iluminadas”, afirma el escritor, quien con ese giro le rinde honores a su ídola, Agatha Christie, una convencida de que la efectividad de la novela policial podía residir en la técnica del “doble farol”, o sea marcar deliberadamente un énfasis (o luz) en falsos sospechosos para despistar al lector.

Valenzuela califica esa apuesta como de alto riesgo. “Si te queda mal escrita, te descubren el jueguito en el capítulo uno, se jode toda la temporada. Por suerte no pasó”, asegura el autor de Amor a domicilio y Dama y obrero.

Abriéndose camino hacia nuevas interrogantes, el segundo ciclo retoma la historia de Álex (Manolo Cardona), el hombre que estuvo 18 años encarcelado por la muerte de su hermana, Sara (Ximena Lamadrid). Pero la lucha por vengarse de la familia Lazcano, el clan adinerado que habría sido culpable, adquiere matices diferentes a los de los primeros episodios, que terminaron con un escabroso descubrimiento en la casa del personaje principal.

“Yo obviamente sabía, cuando empecé a escribir la temporada uno, que iba a aparecer una calavera con un hoyo de bala en el patio de Álex. Esa era mi gran vuelta de tuerca, y la escondí toda la temporada. No se habló, no se mencionó, porque la estaba guardando”, explica, definiendo el foco de los nuevos capítulos: “En esta segunda temporada hay un cambio de luces. Cambió la luminosidad de estos faroles y ahora vamos a irnos para ver realmente quién era Sara. Entonces más que indagar en quién fue, vamos a indagar en por qué pasó lo que pasó”.

Aunque no ha sido confirmada, no sería extraño que su primera producción para Netflix tuviera una tercera temporada, con eventuales nuevas sorpresas en su historia. ¿Pero hasta qué punto el thriller soporta las vueltas de tuerca?

Manolo Cardona (Álex) en el segundo ciclo. Foto: Netflix ©️ 2021

“Es imposible que yo mismo me bloquee giros de historia. Al revés: mientras, más mejor”, asegura Valenzuela, quien se especializó en guión de serie para streaming en la Universidad de California en Los Angeles. “Para poder mantener una maratón necesitas estar dando giros de tuerca cada siete páginas, mínimo”.

El creador detalla que el estreno de los primeros capítulos, en marzo, lo encontraron escribiendo una nueva serie, pero inscrita en el género de la comedia romántica y con mayor cantidad de capítulos que ¿Quién mató a Sara?, la ficción que a los días de su debut se transformó en lo más popular del mundo en Netflix.

“Una de mis reglas es huir de la zona de confort. Todos tratamos de llegar a ella; yo le huyo, sobre todo a nivel laboral, porque yo encuentro que cuando uno llega a la zona de confort pone piloto automático”, apunta, quitándose presión respecto a repetir un fenómeno de la misma envergadura: “Que la serie iba a ser número uno del mundo, ni en mis fantasías más absurdas me lo imaginé. De pronto cosas como estas suceden. También me hizo pensar: qué bueno que me pasó, y no significa que me va a volver a pasar. Y ya no me importa, porque ya pasó”.

Una imagen del tercer episodio del nuevo ciclo. Foto: Netflix ©️ 2021

“Me encanta saltar formatos, me encanta saltar géneros, estar en el streaming y al año siguiente hacer algo para la televisión abierta, después hacer algo para cine, después hacer algo para teatro. Me encanta eso”, cierra.