La regla general dictaría que una superproducción de ciencia ficción con un presupuesto que ronda los US$ 100 millones, con dos jóvenes estrellas como protagonistas, debiera verse primero en la pantalla grande, a sala llena y con algún producto de la confitería. La única excepción sería que el filme en cuestión perteneciera a Netflix, Amazon Prime Video o alguna otra plataforma de streaming, cada vez más proclives a realizar sus propios blockbusters.
Durante el segundo año de pandemia, el estreno que tendrá en Chile la película Caos: El inicio abre una segunda excepción, gatillado totalmente por el contexto: la cinta con Tom Holland y Daisy Ridley –lanzada en marzo en Estados Unidos– se verá entre el jueves 20 y el miércoles 26 en la sala de cine online de Cinemark. Tendrá un preestreno que se extenderá por una semana cinematográfica completa, para luego debutar en los complejos tradicionales una vez se concrete una reapertura masiva de las cadenas.
“Es una excepción porque los cines están cerrados. Preestrenar una película en formato online y luego ir a los cines físicos no es algo que se vaya a volver a hacer”, señala Carlos Hansen, presidente de BF Distribution, la compañía a cargo de la distribución del filme. La apuesta se explica en parte por el éxito que tuvo esa estrategia cuando la adoptaron en abril con El padre, el drama que le concedió el segundo Oscar de su carrera a Anthony Hopkins, pero no será la norma a futuro y, de hecho, en el caso de Caos: El inicio requirió una serie de autorizaciones especiales.
Por eso, más que sugerir un cambio drástico en la industria local, la vía digital que se decidió para la cinta con Tom Holland y Daisy Ridley es una forma de precalentar el regreso de las multisalas, que en la industria se observa cada vez más cercano.
De hecho, este lunes, con el cambio que experimentaron algunas comunas en el Plan Paso a Paso, lograron abrir los primeros dos complejos: la sala que tiene Cinemark en Ovalle y la que Cine Star posee en Illapel. A diferencia de la reapertura que se concretó en febrero (la primera en 11 meses), este segundo retorno sería más disgregado y marcado por el salto de las localidades a Fase 3.
“La respuesta de la gente en la primera reapertura fue súper buena. Se respetaron las medidas de sanitización, la gente confió. Si comparamos la reapertura de Chile con la de otros países, la de Chile fue muy buena”, señala Karina Ventura, gerenta comercial de Cinemark.
“La idea ahora es que cada cadena, en la medida que se avanza de fase, abra sus cines. Estamos, en conjunto distribuidores y exhibidores, tratando de ayudarnos entre todos”, agrega Ventura.
Los primeros títulos que se verían son la animada Raya y el último dragón (que no se estrenó en marzo porque no se llegó a acuerdo para un debut en simultáneo con Disney+) y Caos: El inicio, además de producciones que ya estaban en cartelera, como Monster Hunter, la cacería comienza, con Milla Jovovich.
Para los próximos meses se acentuaría un escenario que apenas se alcanzó a vivir entre febrero y marzo: seguiría llegando una oleada de películas a la sala digital de las cadenas y otros títulos diferentes a los complejos físicos. “No todas las películas son para cines y no todas son para cine online. Ver Rápido y furioso en el cine online no tiene ningún sentido desde mi punto de vista, por ejemplo. Tienes que verla ojalá en la sala más grande. Pero tal vez una película de arte, ganadora de Cannes, va a vender mucho más en el cine online”, define Hansen.
Un eventual regreso en masa de las cadenas podría coincidir con el desembarco en Chile de dos nuevas plataformas de streaming, las compañías que más han ganado en tiempos de Covid. En junio se lanza HBO Max y el 31 de agosto será el turno de Star+, el servicio de Disney orientado al público adulto.
“Plataformas hemos tenido durante toda la pandemia, se van a agregar nuevas, pero creo que la gente quiere volver al cine. Más aún en esas fechas, en vacaciones de invierno lo único que quiere un papá es poder salir con sus hijos”, indica la gerenta de Cinemark.
Carlos Hansen es de la misma opinión, al asegurar que “el lanzamiento de nuevas plataformas no va a afectar a los cines”. También proyecta que a largo plazo no habrá cambios drásticos en el negocio de la exhibición cinematográfica: “Lo que los estudios hoy buscan es que sus películas lleguen a la mayor cantidad de gente posible. Pero cuando las cosas vuelvan a la normalidad, va a volver todo. Puede haber algún cambio, pero radical, yo no creo”.