Juanes (48) está frente a la pantalla de su computador contándole a Joaquín Sabina, después a Fito Páez y luego a Juan Luis Guerra que su nuevo álbum incluirá versiones de algunos de los clásicos de ellos. Incluso se somete a la temeraria experiencia de hacerlos escuchar los respectivos covers: por supuesto todos lo aprueban sin objeciones.
Pero el colombiano también está frente a su propia vida. Origen es el nombre del disco y documental -ambos ya disponibles, el segundo en Amazon Prime Video y en que se enfrenta a sus ídolos- donde a través de doce canciones repasa sus días formativos como artista, desde la niñez hasta la juventud, en un listado que también incluye composiciones de Juan Gabriel, Bob Marley, Bruce Springsteen, Carlos Gardel y Joe Arroyo.
“Es una idea que tenía desde hace mucho tiempo. Fue un viaje para ir a las canciones que me hicieron tomar la decisión de dedicarme a esto, a la música. Fue deconstruir eso temas desde adentro, volver a armarlos y ponerles un vestido a mi medida”, dice ahora el colombiano, sentado frente a otra pantalla, en contacto con Culto desde Miami.
“Soy muy nostálgico, para mí la música viene de los recuerdos”, añade ante el acento evocativo del proyecto. “Yo me la paso pensando en los recuerdos para hacer las canciones. Hay una reminiscencia al pasado cuando hago música, es algo curioso. Sí me cuestiono la nostalgia. Porque vivir en el pasado o en el futuro me genera mucha angustia. A veces quiero olvidar todo y no pensar ni en el futuro ni en el pasado y vivir el presente, pero no siempre lo logro. Hay momentos de la vida en que me pasa. Voy y vengo”.
En ese péndulo, el registro audiovisual lo sitúa en un comienzo en su natal Medellín, con su familia acercándolo a la canción latinoamericana y a las puertas de la convulsión social que sacudirá a la ciudad durante toda la década de los 80: “Fue sanador recordar la infancia, lo que era la alegría de mis hermanos, de mis papás, de la música que sonaba allí. Y después la adolescencia, cuando empiezas a vivir en una ciudad entre el punk, el metal, la guerra de los narcos con el estado, una cosa muy loca. Y después viene la época donde me enamoro, la universidad, cumplir mis sueños, irme de mi país. Momentos difíciles, también”.
En ese aprendizaje musical, hay un responsable de casi todo: el novio de su hermana Mara. “Él viajba a Estados Unidos y traía discos de Black Sabbath, Bruce Springsteen, Yes, Rush, Van Halen. Esa música me volvió loco”. De todo ese bagaje, Juanes escogió una canción de “el Jefe” para adaptarla en letra y melodía a una versión austera y carente de urgencia: el hit Dancing in the dark en su nuevo trabajo se convierte en el tema perfecto para musicalizar estos meses fantasmagóricos.
“Despierto en la noche/ roto sin nada qué decir/ Y luego en la mañana/ me siento igual no puedo seguir”, es el inicio de su letra. El colombiano remata: “Esa vulnerabilidad resonó mucho en el estado de ánimo en el que estaba en ese momento, cuando empezó todo lo del Covid”.
Y si le resulta fácil mencionar a los artistas que lo siguen marcando, ¿hay algunos que le gustaban antes y hoy no? “No, no he tenido esa mala suerte, hermano. Constantemente escucho y descubro cosas, no me ha pasado hastiarme de algo, me gusta del reggaetón al metal, la salsa, el merengue, la música clásica, el punk. Cada género musical lo encuentro especial para un momento determinado. Hoy por ejemplo amo más que nunca la cumbia”.
Finalmente, no sólo de coyunturas musicales ha estado rodeado el músico en el último tiempo. Las manifestaciones ciudadanas que partieron en Colombia en abril lo llevaron a entregar su opinión a través de sus redes sociales, en un contexto en que incluso algunos colegas criticaban a las grandes estrellas del pop de ese país por no pronunciarse.
“Es un tema complejo. No hay nada que digas que esté bien. Y si lo dices, también está mal. Si hay una reunión y hay un tema de conversación, y no quieres hablar, pues no hablas y estás escuchando. O si quieres hablar, hablas. En las redes sociales, está todo el mundo gritando con mucha violencia, y hay mucha confusión, porque hay muchos puntos de vista tan distintos, y yo antes eso prefiero la sensatez y la calma, y hablar cuando yo siento que debo hablar y hablar lo que yo siento que tengo que hablar. No lo que alguien me diga que yo debo hablar. Es confuso, pero la situación de Colombia ahora nos ha llevado a este lugar. El Covid, la corrupción y el abuso de la fuerza pública ha explotado en una bomba que me llena de rabia, de ira, impotencia, pero al mismo tiempo me genera esperanza. Hay que tener sensatez, siento que hay que tener mucho cuidado, calma y llamar a la sensatez, porque de otra manera vamos a terminar en una guerra civil”.