No hay caso, siempre vuelvo al disco Fictions de Los Vidrios Quebrados. Tenía unos 18 años cuando me lo mostró Mauricio Melo de Los Santos Dumont a fines de los ’90, días en que yo frecuentaba clubes como el Tomm Pub y entablaba contacto con los músicos, soñando estar arriba del escenario.

Los Vidrios Quebrados comunican una evocación muy especial en su único disco de caleidoscópica portada, difícil de describir. Entendí que otro Chile había sucedido en los ’60, y me llevó a interesarme por primera vez en investigar sobre nuestro rock.


Era cautivante el eco de Dylan, The Byrds y los Beatles en su sonido sin intervenciones, con la guitarra limpia e impresionante de Héctor Sepúlveda, los arreglos vocales de ensueño con Cristián Larraín a la cabeza, el pulso de Juan Enrique Garcés y esas reveladoras letras tan chilenas de Juan Mateo O’Brien, por más que las cantaran en inglés.

Cruzar el umbral de conocerles, tocar y reírnos juntos ha sido un placer adicional, tal como verles sorprenderse que su obra de casi adolescentes hace medio siglo haya trascendido.

El tiempo pasa y algo no cambia: el disco de Los Vidrios Quebrados está siempre ahí, de cabecera.

* Gonzalo Planet es músico, periodista y autor de algunos libros fundamentales sobre el primer rock chileno y otros clásicos del cancionero local, como Se oyen los pasos (2004), Ficciones. Los mil días de Los Vidrios Quebrados (2017) y Sol y Lluvia: Voces de la resistencia (2018). Además, conduce la serie de audio documentales Desenredando las cintas de radio Horizonte -que este lunes 31 estrena nuevo episodio a las 20.00 horas- y como músico ha colaborado con Los Santos Dumont y Fruto Prohibido. Desde 2002 es el bajista de Matorral, grupo con el que ha editado cinco discos y ya trabaja en el sexto, cuyo primer adelanto, Cada cual, ya está disponible en plataformas digitales.