Ángel Parra Orrego no recuerda con exactitud el año. Calcula que fue en 2008, “cuando todavía estaba dentro del grupo Los Tres”. Pero sí conserva vívida la imagen de cuando su padre se le acercó y le entregó una torre de CDs que le había copiado un amigo francés con su discografía completa. “Les dejo esto, acá están mis discos, hagan lo que quieran con ellos”, le habría dicho.

Tuvieron que pasar algunos años para que su hijo descubriera no sólo que muchos de los discos del lote estaban dañados, sino que además en ese gesto algo casual y despreocupado había en realidad una petición más solemne. “Yo los dejé ahí y efectivamente pasó el tiempo, pero en realidad me pasó la posta para seguir adelante con su trabajo”, cuenta el músico, quien a cuatro años de la muerte de su padre empieza a darle forma concreta al rescate y preservación del legado de uno de los mayores cantautores de la música chilena del siglo XX.

Un proyecto que muestra sus primeros frutos por estos días, en los que sus descendientes instauran el “Mes de Ángel Parra” con motivo de su natalicio, acompañado de una serie de actividades en su memoria que tienen como eje principal la recuperación y el lanzamiento de toda su discografía en plataformas.

Dividido en cuatro etapas, el cronograma comienza este 16 de junio con la publicación de los primeros 15 discos -uno por día- que el músico grabó entre 1958 y 1973, de un total de 55 títulos de su catálogo en solitario que también han sido recuperados y digitalizados.

Parte de la discografía "pre-golpe" de Ángel Parra.

“La idea es realzar la figura y el legado de Ángel Parra, sobre todo entre las nuevas generaciones”, explica su hijo, quien el año pasado empezó a categorizar y rastrear los LP originales entre coleccionistas, asesorado por un equipo que incluye a su hermana Javiera, la productora Evolución y también amigos y discípulos de su papá, como el cantautor Jaime Barrueto.

“Es un trabajo emotivo pero a la vez desafiante, porque es enorme”, dice el guitarrista. “Sus canciones son como una banda sonora de la historia de Chile, hay folclore, cuecas, tangos, canto a lo humano y a lo divino, de todo”, señala.

Ese canto diverso y de matriz colectiva queda de manifiesto en este re-lanzamiento del cancionero inicial del hijo de Violeta Parra, con títulos que hasta hoy no estaban disponibles en el streaming. Entre ellos, el EP Cuatro villancicos chilenos (Vivart, 1958), que incluye sus primeras composiciones, grabado junto a su grupo escolar Los Norteños. “Un disco donde ya aparecen los lineamientos de la carrera de mi papá, que son la voz grave, la guitarra simple pero de mano firme, la potencia del cantante y siempre la clase trabajadora presente en sus canciones, así como la presencia de lo pagano religioso, como en una canción acompañada solo con cultrún”, cuenta el hijo.

También son parte del trabajo de recuperación los dos volúmenes de Ángel Parra y su guitarra (1965-1966); Arte de pájaros (Demon, 1966), con textos de Pablo Neruda; Ángel Parra y el tocador afuerino (Arena, 1967), a dúo con el suizo Gilbert Favre; el álbum conceptual Al mundo niño le canto (Arena, 1968) y la primera versión de Pisagua, que originalmente se lanzaría la misma semana del golpe de 1973, entre otros títulos.

A estos se suma Las cuecas sin pasaporte, un nuevo álbum diseñado para la ocasión que recopila su trabajo a dúo con su tío Roberto Parra y que agrega piezas como El choriflaite, que según Parra hijo “no estaba en ninguna parte”.

“En esto no hay instituciones involucradas, es más que nada un trabajo cariñoso, de encontrar a las personas correctas”, asegura Parra Orrego sobre la iniciativa, a la que se sumarán este mes otras actividades conmemorativas, entre ellas una serie de podcasts y algunos conversatorios sobre el homenajeado, como los que organizará la librería Catalonia este 15 y 22 de junio y que se podrán seguir en sus redes sociales, con invitados como Arturo Infante, la periodista Marisol García, el cineasta Andrés Wood y la actriz Francisca Gavilán (todo el detalle de las actividades se irá actualizando en los próximos días en las cuentas de Evolución).

Luego, el proyecto continuará en los meses siguientes con la publicación de todo el catálogo restante de Parra, aquel que editó entre 1975 y 2016, para completar 55 álbumes.

“Él siempre estaba buscando, no se quedó estancado nunca. Eso lo admiro. Y una carrera un poco invisibilizada también por los temas políticos de la contingencia. Por eso nos sentimos tan orgullosos con el equipo, por permitirle a la gente volver a escuchar estas canciones, con algunos discos que pasaron inadvertidos cuando el país empezó a ponerse muy áspero”, dice Parra Orrego. “Habiendo pasado para mí y mi hermana cuatro años de luto, como que uno ya mira su obra con distancia y eso es súper bonito”, concluye.