Olivia Rodrigo cumplió 18 años el pasado 20 de febrero. Pero sus últimos meses retratan marcas, comentarios e hitos que ya se quisiera un artista de trayectoria voluminosa. De hecho, la cantante californiana ha disfrutado de la rápida popularidad que entrega el streaming y las redes sociales. Sin terminar aún el colegio, y a casi seis meses del lanzamiento de su primer single, ya se ha presentado en los Brit Awards 2021 -uno de los galardones más importantes de la escena anglo- y ha sido invitada a estelares de la televisión estadounidense como The Tonight Show Starring Jimmy Fallon y Saturday Night Live.
Olivia Rodrigo, hija de madre profesora y padre terapeuta familiar, sabía que la música sería su objetivo desde pequeña. Desde los seis años comenzó a tomar clases de interpretación, cimentando el camino que hoy la tiene haciendo historia como la primera artista en tener tres singles debut en el top ten de los Hot 100 de Billboard.
Pero antes de los logros en los rankings, su carrera venía apoyada de un grande del star system de la entretención: Disney, la compañía que de forma reciente ha lanzado al estrellato a figuras como Miley Cyrus, Demi Lovato o Vanessa Hudgens. Una factoría de artistas que ha llevado a jóvenes a la fama, pero también a tropezar con los costos del reconocimiento masivo. La fórmula es similar en la historia de Rodrigo: una serie o película, con presencia de jóvenes talentosos y una alta dosis musical, lo que les entrega el trampolín necesario para después despegar en una carrera en solitario.
De la mano del canal de Mickey Mouse, Olivia hizo su primera aparición protagónica en 2016 en la serie Bizaardvark. Luego vendría High School Musical: la serie, un falso documental que muestra a un grupo de jóvenes que estudian en la East High School, el lugar donde se grabó la película original y donde se decide montar una obra musical recordando la participación de la escuela en el filme de 2006. En la serie, Rodrigo interpreta a Nini Salazar-Roberts.
Casi por inercia los fans comenzaron a especular sobre el posible romance entre Olivia Rodrigo y Joshua Bassett, también parte del elenco, repitiendo la historia Vanessa Hudgens- Zac Efron de la primera versión de High School...
De hecho, esas versiones llegaron hasta su disco debut, Sour, editado a fines de mayo y que ha sido encuadrado como un testimonio de ruptura, del final del primer amor y, por tanto, de su supuesto romance con Bassett. Lo cierto es que la artista ha confesado que durante las grabaciones de la serie se dedicó a componer algunas de las canciones del disco entre sus descansos.
Los comentarios no han impedido que Sour se instale como uno de los álbumes de los que más se ha hablado en el primer semestre, alabado por parte de la crítica, mirado con más moderación por otros, pero siempre poniendo atención en el carácter de promesa que encarna Rodrigo.
El desamor en la era de Tik Tok
“Supongo que seguiste adelante con mucha facilidad”, comienza Olivia Rodrigo en good 4 you -en minúsculas como nombra a sus canciones en redes-, desplegando a lo largo del tema una letra sobre desamor, donde la rabia la lleva a quemar todo, tal como muestra en su videoclip. Con un sonido pop-punk, que a los adolescentes de finales de los 2000 les hizo recordar a Misery business de Paramore, la artista ocupa la fórmula heredada de una experimentada en canalizar la furia y el dolor de un quiebre en sus composiciones. Su gran referente: Taylor Swift.
El primer vistazo a este manifiesto del corazón fracturado lo dio en enero de este año cuando lanzó el primer single del álbum, drivers license, una oda a los planes que no fueron producto de una ruptura. El single alcanzó las 100 millones de transmisiones en una semana, un número que ninguna otra canción había logrado en la plataforma Spotify.
Sobre las sensibilidades que priman a lo largo de este disco, Rodrigo afirmó al diario británico The Guardian sentirse orgullosa de que afloren elementos como la frustración: “(Son emociones que) no son realmente aceptables socialmente, especialmente para las niñas: ira, celos, despecho, tristeza”, dijo. Desde ahí también viene también el título del LP, que se traduce como “agrio” u “amargo”. “Soy una adolescente, escribo sobre cosas que siento muy intensamente, y siento la angustia y el anhelo muy intensamente, y creo que eso es auténtico y natural”, declara la compositora.
Rápidamente drivers license logró otro fenómeno. A un mes de su lanzamiento, alcanzó 2 millones de videos en Tik Tok, convirtiéndose rápidamente en una de las canciones virales de esta plataforma. Hoy la canción cuenta con 224 millones de reproducciones de su videoclip en YouTube.
La naturaleza de Sour es algo que la crítica más tradicional también ha destacado. El mismo medio británico lo destaca: “Es un álbum gloriosamente adolescente. La vulnerabilidad se ha convertido recientemente en un lema para una generación de músicos jóvenes (y orientados a la juventud) que están ansiosos por abrirse sobre vidas internas tumultuosas que giran en torno a la ansiedad, la baja autoestima y el rechazo romántico”.
Se trata de temáticas que se han venido repitiendo en discos editados en los últimos años y que puede verse en álbumes de diversos estilos, que van desde Future nostalgia de Dua Lipa o El último tour de Bad Bunny, donde la vulnerabilidad es un eje central en las letras.
Parte de esa inseguridad fue también un motor importante en Olivia Rodrigo para apresurarse en despegar pronto de Disney. En 2020 escribió la canción All I Want para la serie de HSM y prontamente se viralizó. De ahí comenzaron las conversaciones con discográficas y productores, pero Rodrigo se quedó con el sello Interscope/Geffen cuando el CEO de la empresa alabó su calidad como compositora, pero no su potencial como artista pop. “La gente que te dice cosas que creen que quieres escuchar. Realmente aprecio las opiniones honestas y las personas que no me felicitarán para obtener lo que quieren”, ha declarado la cantante y bajo esa idea decidió desafiar sus habilidades compositivas para la construcción de Sour, acelerando su pasaporte a la popularidad. La generación Z tiene una nueva superestrella.