La crisis de los cines en Chile: distribuidoras cuestionan “abandono” del sector y acusan “cierre injustificado”
Por primera vez desde el inicio de la pandemia, se pronuncian las compañías que estrenan en el país las películas de Disney, Warner Bros., Universal, Paramount, Sony y Lionsgate. “Sin representar una fuente de contagio real, ha sido erróneamente catalogada como una actividad de riesgo en el mismo rubro de actividades masivas, cuando puede ejercerse de forma controlada”, sostienen.
Por primera vez desde que se decretó el cierre de los cines en el país, en marzo de 2020, las más importantes distribuidoras de cine en Chile entregaron su perspectiva sobre la crisis que afecta al sector. Una acción que se produce después de se concretara un breve regreso de los complejos en marzo de este año, cuando debieron volver a bajar la cortina a causa de una nueva alza en los contagios.
Los representantes de Andes Films, Cinecolor Films, New Century Films y BF Distribution expusieron en una declaración conjunta sus discrepancias con las medidas que ha tomado la autoridad en los últimos 15 meses y por qué estiman que “para reabrir las salas de cine no es necesario esperar el cambio en las condiciones sanitarias”.
“La medida estipulada de cierre total en marzo de 2020 contó con un respaldo unánime”, exponen. “Ante la amenaza y las posibles consecuencias –y por supuesto entendiendo que la salud debe primar como criterio, ante todo– era consecuente cerrar la totalidad de cines del país”.
Citando la creación de protocolos que avalaron el regreso de la industria en el mundo y en la mayor parte de los países de la región, señalan que hoy “frente a 17 países que han abierto sus puertas en Latinoamérica (sin contar EE.UU. y Europa) y restituido entre el 30 y el 50% de su funcionamiento, Chile y Perú siguen con un cierre total”.
La exigencia en casi todos los países –también en el protocolo que elaboraron localmente y que pusieron en práctica en la breve reapertura de marzo– es el uso de mascarillas y el distanciamiento social. “Ambas medidas han permitido también la reactivación de otro gremio muy golpeado: el gastronómico. Sin embargo, los mismos protocolos no han conducido a la misma aprobación para las salas de cine. Y esto sin mencionar que adicionalmente los cines han sumado medidas adicionales de infraestructura, sanitización, manejo de residuos y protocolos de personal”, sostienen, también planteando que “por trazabilidad no se ha consignado un solo brote en una sala cinematográfica”.
La sala de cine, especifican, cuenta con particularidades que la harían un espacio más seguro que otros lugares cerrados. “Todos miran a la pantalla, minimizando la interacción a cero entre el público; hay silencio en la sala, reduciendo en un 90% los riesgos de emisión de partículas que se expulsan al hablar, existe aforo reducido al 50% que permite cumplir con la normativa actual de distanciamiento al interior de la sala entre clientes que no pertenecen a una burbuja social (parejas, grupo familiar, etc)”, indican, destacando el sistema de ventilación con el que cuentan las salas y que los espacios entre los horarios de cada película permite “el trabajo de limpieza y sanitización de la sala entre cada función y evitar la concentración de público en espacios comunes”.
Firmada por Gianni Gentili (Andes Films, que distribuye películas de los estudios Universal, Paramount y Sony), Patricio Fuentealba (Cinecolor Films, a cargo de los títulos de Disney), Jorge Licetti (New Century Films, la compañía que estrena los filmes de Warner Bros.) y Carlos Hansen (BF Distribution, que lanza las cintas de Lionsgate), la declaración identifica una “arbitrariedad” en el cierre total que se explicaría, a su juicio, por “la falta del desarrollo de una política para un rubro golpeado y en riesgo inminente, que no ha recibido ningún tipo de atención”.
“Sin representar una fuente de contagio real, ha sido erróneamente catalogada como una actividad de riesgo en el mismo rubro de actividades masivas, cuando puede ejercerse de forma controlada, respetando todas las medidas de seguridad”, subrayan sobre una industria que, calculan, cuenta con más 5 mil trabajadores en sus diferentes áreas y que en 2019, su año récord con películas como Avengers: Endgame y Joker, reunió 29 millones de espectadores.
En su declaración las distribuidoras alertan sobre “una situación financiera crítica que podría llevar al cierre definitivo”, mientras que aseguran: “Para reabrir las salas de cine no es necesario esperar el cambio en las condiciones sanitarias, ya existen protocolos mundiales que habilitan su correcto funcionamiento variado su operación”.
“El causante de su crisis no es el virus, es la ausencia de políticas efectivas la que tiene a la industria del cine en Chile como uno de los únicos países de América Latina y de los pocos a nivel mundial, condenado a un cierre injustificado”, cierran.
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