Ocurrió a mediados de los 80, en una fecha algo indeterminada, aunque sus protagonistas calculan que fue en los primeros meses de 1985. Inti-Illimani, el grupo chileno que por ese entonces llevaba más de una década de exilio en Italia, donde gozaba de alta popularidad en prensa y escenarios, llegó hasta uno de los set del canal RAI, la mayor cadena de radio y televisión pública de ese país, para promocionar una serie de conciertos. Una dinámica habitual para los autores de Samba Lando por aquellos días.

Pero el encuentro guardaba un par de particularidades para los chilenos. La primera: que el programa aquel era Pronto, Raffaella? (1983-1985), la gran apuesta programática de la RAI para la franja del mediodía, conducido por Raffaella Carrà, quien en aquel momento ya era una figura consolidada en la pantalla y en la industria del espectáculo tanto en su país como en Hispanoamérica (su debut en el Festival de Viña había ocurrido tres años antes).

La segunda: que antes de cumplido el minuto de entrevista, poco después que la anfitriona presentara a los chilenos (“¡L’inti Limani!”, exclamó a las cámaras) y mientras los músicos recién se acomodaban en los sillones del plató, un niño pequeño de no más de cuatro o cinco años se coló en la transmisión y llegó directamente a sentarse junto a uno de los artistas con rostro compungido. Era Bruno Coulon Szczaranski, el hijo del multiinstrumentista Jorge Coulón y de la abogada chilena Clara Szczaranski -ambos se conocieron durante sus respectivos exilios en Roma-, quien lloraba tras bambalinas y buscaba a su papá.

Inti Illimani

“Esto ocurrió en el periodo en que nosotros vivíamos allá y éramos súper populares en Italia. Fuimos invitados al matinal de la RAI y resulta que justo ese día yo estaba a cargo del Bruno. La única posibilidad que tenía era llevarlo. Fuimos a la RAI, lo dejé por mientras con la gente de la producción pero el Bruno se les escapó porque quería estar conmigo. Y la Raffaella se lo tomó súper amorosamente “, cuenta Coulón consultado por el episodio.

En efecto, tal como lo ilustra un registro disponible en Youtube, la cantante frenó la recién iniciada conversación para dirigirse al afligido niño, secarle las lágrimas, acariciarlo amistosamente y preguntarle su nombre, para luego decirle: “¿Prefieres quedarte tras las cámaras o con tu papá?”, a lo que Bruno respondió en italiano “con mi papá”, desatando las risas y aplausos del público y de los otros miembros del conjunto allí presentes: Horacio Durán, Horacio Salinas, José Seves, Max Berrú y Marcelo Coulón.

“Para los italianos los niños son sagrados. Y ella fue muy acogedora y muy simpática con el Inti, con el canto del Inti”, rememora este último, que se integró en 1978 al conjunto, en medio del exilio y cuando los fundadores del proyecto seguían tocando todos juntos.

La entrevista tomó desde ese minuto otro rumbo y un tono distinto, más distendido, con el pequeño Bruno acompañando a su padre en todo momento. Aunque Carrá no se quedó en la anécdota y fue más allá de las superficialidades: tras preguntarle a Horacio Salinas -quien oficia de vocero en la conversación- por el entonces nuevo lanzamiento de la banda, Imaginación (1984), el primer LP con material exclusivamente instrumental que Inti-Illimani publicó en Italia, la intérprete de Explota explota les pregunta a los músicos por su exilio, por su vida en Roma y por la imposibilidad de retornar a Chile.

Tras esto, el grupo interpreta frente a las cámaras El mercado Testaccio -uno de los clásicos que incluye Imaginación- y la escena la corona la propia Carrá de la mano de Bruno Coulón acercándose a los músicos al final de la interpretación, en uno de los pasajes más significativos y anecdóticos que dejó el paso de la banda chilena por Europa. Un registro que, según Marcelo Coulón, actualmente forma parte del archivo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

Eso sí, la de la RAI no fue la única vez que los miembros de Inti-Illimani coincidieron con la recientemente fallecida diva italiana durante su exilio en Roma. Según los Coulón, Carrá en más de una oportunidad se sumó o manifestó su apoyo a algunos de los actos y campañas de solidaridad internacional por la recuperación de la democracia en Chile. Algo que se condice con las simpatías políticas que mostró públicamente la artista, quien además de lentejuelas, glamour y de cantarle al sexo, se declaró abiertamente de izquierda. Primero, en una entrevista con la revista Interviú de 1977 que fue titulada: “Yo siempre voto comunista”. Y luego, reafirmando sus dichos dos décadas después, sentenció: “En un conflicto entre trabajadores y empresarios, yo siempre estaré del lado de los trabajadores”.

“En general nosotros nos vimos bastante con Raffaella, unas 3 o 4 veces, porque ella participó en muchos actos de solidaridad con Chile. Quizás no siempre personalmente,  pero sí manifestaba su apoyo”, cuenta Jorge Coulón, quien recuerda también haber recibido en uno de estos eventos “un telegrama de la Sofía Loren en apoyo a la democracia en Chile”.

“Ella (Carrá) venía de la región de Romaña, en el norte de Italia, que en la Segunda Guerra fueron partisanos, una zona muy roja”, dice el músico.

Actualmente Bruno Coulón es arquitecto, va para los 40 años y es él quien conserva la copia en VHS de la entrevista de Raffaella Carrá a su padre y sus entonces compañeros de grupo, en su primera e inolvidable aparición en la televisión pública italiana junto a una leyenda del entretenimiento.