A casi tres semanas de que el gobierno anunciara una serie de cambios en el plan Paso a Paso para eventos y encuentros sociales y artísticos, que entre otros aspectos amplían los aforos para recintos culturales abiertos y cerrados que reciban a personas que hayan completado su proceso de vacunación, la cartelera del país comienza a dar las primeras señales de reactivación con eventos musicales pensados para recibir nuevamente al público, después de meses de actividades restringidas al formato online.
Así, en paralelo a la reapertura de puertas de recintos como el GAM y Matucana 100 -que entre otras actividades contempla la realización de un ciclo de música-, junto al de las salas de cine de distintas ciudades, se suma ahora el regreso del Teatro Nescafé de las Artes, que el próximo mes volverá a recibir asistentes con dos conciertos a cargo de Nano Stern, fijados para el 19 y 20 de agosto.
Los recitales, cuyas entradas saldrán a la venta por estos días a través del sistema Ticketek, serán los primeros que se realizan en un recinto cerrado y de alta capacidad en cerca de nueve meses en el país. De hecho, los últimos antecedentes de este tipo de espectáculos datan de fines de 2020, cuando se realizaron algunos conciertos y montajes teatrales en salas y espacios abiertos para público presencial por cerca de una semana, antes que la Región Metropolitana y otras zonas del país retrocedieran a la fase 2 del plan Paso a Paso.
Según adelantan desde el teatro de Manuel Montt, los shows se realizarán con aforo reducido, de acuerdo a la nueva normativa implementada por el Minsal y a la fase del plan Paso a Paso en la que se encuentre la comuna de Providencia. Además, sólo se permitirá el ingreso de asistentes que cuenten con su pase de movilidad o su esquema de vacunación completo, una exigencia que amplía la capacidad máxima que puede tener el recinto.
Además, se exigirá al público el uso de mascarilla en todo momento, así como también mantener su ubicación durante todo el evento, El consumo de alimentos en el recinto estará prohibido.
“Llevo 17 meses sin tocar para público. Nunca en mi vida había estado tanto tiempo sin tocar, desde que era niño”, cuenta Nano Stern a Culto, aún extasiado por este reencuentro cara a cara con sus seguidores. “Hice un concierto con público en febrero, pero fue en Olmué, al aire libre y con muy poquita gente. Personalmente, volver a dar un concierto junto a mi banda en un teatro, es otra cosa, y en ese sentido considero que este es un momento fundamental”.
“Que además sea el primer concierto del teatro Nescafé le da un peso diferente. Es un honor y una alegría porque conozco a la gente el teatro, a la gente que trabaja allí, hemos vivido en conjunto la angustia de no poder hacer eventos en vivo, tal como ha ocurrido con muchos técnicos y profesionales de la música, entonces esto será un reencuentro en todo el sentido de la palabra”, agrega el cantautor, que el fin de semana produjo y participó en un concierto a beneficio del restorán ñuñoíno Las Lanzas.
Por ahora, Stern adelanta que en ambas fechas repasará junto a sus músicos lo mejor de su repertorio, además de algunas sorpresas y parte de su nuevo material. “Vamos a mostrar algunas canciones del disco nuevo, que está en proceso de mezcla y que viene para fin de año sí o sí. Y aunque vamos a tener probablemente cerca de la mitad del aforo, tocar para 500 personas por noche después de todo lo que hemos vivido es una cuestión completamente astronómica, la cantidad de energía acumulada es impresionante”, comenta.
En ese sentido, el solista explica que los conciertos de agosto serán también la oportunidad para volver a encontrarse con colegas músicos sobre el escenario, por lo que para ambas fechas contempla a distintos invitados de la escena local. “Esto no se trata de mí, sino de los músicos de Chile. Tenemos que dar señales de vida, vernos nuevamente, y creo que estos conciertos van a tener una carga ritual muy importante. Tenemos que hacer una especie de exorcismo colectivo, porque ha muerto mucha gente, han muerto muchos espacios culturales y pienso hacer un acto de desagravio, de reconocer todo lo feo que hemos vivido y convertirlo en algo hermoso, en un acto de celebración”, señala.