Si bien desde la Fase 2 del Plan Paso a Paso en el GAM ya se podían realizar un par de actividades presenciales, como visitar la Sala de Artes Visuales, la Sala Mapa y el uso de las plazas, el avance de la Región Metropolitana a la Fase 3 marcó un cambio sustancial en el panorama del recinto. Su director, Felipe Mella, tenía claro que la hora del regreso a las actividades escénicas presenciales -un sello del centro ubicado en la Alameda- había llegado.

“La idea nuestra era abrir lo antes posible sabiendo la necesidad que existe hoy día en el sector. Todos sabemos que la cultura es el sector que se ha visto más golpeado por la pandemia después del turismo y la gastronomía, por lo tanto era necesario lograr abrir el GAM, porque es un espacio que se vio muy afectado desde el estallido social en adelante, cuarentena incluida -cuenta Mella a Culto-. Así que apenas tuviésemos la autorización de las autoridades sanitarias pensamos en hacerlo”.

Así, este sábado 7 de agosto, las tablas del GAM verán por fin de vuelta el teatro presencial con la obra Final de Partida, escrita por el dramaturgo y escritor irlandés Samuel Beckett y que llega interpretada por un elenco de peso: los actores Willy Semler, Jaime McManus, Norma Ortíz y Regildo Castro.

En el GAM, siguiendo las disposiciones específicas para centros culturales que la semana pasada dio a conocer el Minsal, se está trabajando con aforos restringidos, dependiendo del tamaño de las salas. “En las salas grandes, de 300 butacas, estamos trabajando entre 100 y 120 butacas; y en las salas pequeñas, de 100 y 120 butacas, estamos trabajando con la mitad de aforo, con 60”, cuenta Mella.

El director agrega un dato no menor: “Antes y después de cada obra hay un proceso de sanitización completo del espacio”. Además, en algunas obras se está exigiendo el Pase de movilidad, al menos en los espacios cerrados.

“Hemos hecho un tremendo, tremendo, tremendo esfuerzo a nivel económico y técnico para poder generar que los centros culturales sean espacios seguros para que vaya la gente –asegura Mella–. Hemos hecho una inversión importante en infraestructura, en tecnología. Hoy, te aseguro que somos mucho más seguros que el Aeropuerto de Santiago y los centros comerciales. Y en ese sentido, la invitación es a que la gente vaya”.

Ahora, la situación es diferente en los espacios abiertos donde no se exige el pase. De hecho, durante la Fase 2 fueron claves las plazas. “Son espacios que a la gente le interesa mucho usar, siempre han sido un espacio identitario de nuestro centro cultural, y necesitábamos volver a atraer a ese público que de alguna manera arrancó por el tema de la pandemia. Para eso, hicimos una alianza con la academia Power Peralta con los cuales los días martes, miércoles y jueves tenemos clases presenciales de baile en la plaza, han sido muy exitosas. Hemos tenido las clases copadas con gente y eso es también es importante para el sector”.

En noviembre de 2020, GAM reabrió sus plazas para que el público pudiese ir a bailar. FOTO: AILEN DÍAZ/AGENCIAUNO

Vacunas y actividades online

Pese a la pandemia, el GAM se mantuvo funcionando, de forma digital, ¿cómo evalúa la participación del público en esa modalidad?

Nosotros fuimos uno de los primeros centros culturales que nos tuvimos que reinventar respecto al tema digital. De hecho, lanzamos la primera obra digital que fue Mentes salvajes, dirigida por Víctor Carrasco. Fue difícil posicionarlo en un comienzo, pero al final nos fue bien con las obras digitales. Nos tuvimos que reinventar rápidamente, nadie tenía un magíster en temas de pandemia y cuarentena, por lo que era importante cómo se podía reinventarnos y generar productos que fueran atractivos para el público.

¿Cuántas obras online hubo?

Hicimos alrededor de 30 obras online, algunas muy exitosas. Además, tratamos de generar alianzas con otros espacios culturales y, aunque nadie lo crea, tuvimos más público online durante el 2020 que un año normal de GAM. Eso tiene que ver que cruzando fronteras con lo digital hay más gente que se conecta. Tuvimos muchos espacios de reflexión en temas sanitarios, charlas. También escuelas de verano e invierno. La idea fue siempre mantener a nuestro público cautivo, y ser generoso con otros espacios y con el sector que estaba súper golpeado. Los artistas no recibían apoyo del Estado, por lo tanto el único sustento económico eran estos espacios como GAM que nos podía generar algún tipo de ingreso.

En su momento, el GAM fue uno de los centros de vacunación de la comuna de Santiago. ¿Cómo fue esa experiencia de haber aportado al proceso?

GAM tiene un rol social importante, que tiene que ver con el territorio. No podemos olvidar que estamos insertos en un barrio que fue muy golpeado por el estallido social y la pandemia, por lo que era importante generar un trabajo conjunto para la comunidad. Por lo tanto, cuando nos llamó la municipalidad de Santiago para poder utilizar el espacio para la vacunación dijimos al tiro que sí, porque el GAM siempre ha sido así. De hecho, cuando fue creado el año 72 como Unctad siempre tuvo un rol ciudadano importante. Fue un proceso bonito y nos sentimos orgullosos de haberlo hecho, y si es necesario que para la tercera dosis estemos ahí, lo haremos.

¿Por qué GAM ya no es centro de vacunación?

Porque el proceso en un comienzo se centró en el barrio Lastarria y Parque Forestal, después se fue moviendo para otros sectores. También tuvimos la vacunación contra la influenza y ahora estamos en conversaciones con la municipalidad por una eventual vacunación por la tercera dosis.

El GAM durante la cuarentena, en septiembre del 2020. FOTO: MAURICIO MENDEZ/AGENCIAUNO.

“Hemos tenido suerte”

Usted asumió en 2016, pasó por el estallido social y luego la pandemia. Dos momentos complejos casi encadenados en los cuales el centro debió cerrar más de una vez, ¿qué fue lo más difícil de solventar en ambos instantes?

Lo más complejo fue el “¿que hacemos ahora?”, “¿cómo mantenemos esto?”. A mí me preocupaba mucho el tema de los trabajadores. Tengo una base de 97 personas, al comienzo estaban con temor de que hubiesen cambios en el sentido de tener que despedir gente, pero desde un comienzo decidimos tener una política de no despidos, de proteger a los trabajadores, igual como lo estábamos haciendo con los artistas. Eso fue al comienzo, pero después ya uno se sube al barco y navega por este mar complejo. Pero hemos salido adelante, y eso de cierta forma habla de que el GAM tiene un equipo fortalecido que logró sortear los problemas que nos ha dado esta pandemia.

Actualmente, ¿cómo se encuentra la situación financiera del centro?

Hemos tenido suerte, porque previo a la pandemia tuvimos tres años bastante positivos en los cuales GAM tuvo números azules, que es bien impresionante porque en general, los centros culturales no son de tener números positivos, generalmente la cultura no es un producto que genere muchas ganancias. Cuando llegó la pandemia, entramos muy bien en términos económicos. Durante la pandemia hicimos un plan estratégico para ver cómo podíamos hacer un plan de ahorro importante, y se logró, lo cual nos permitió pasar al 2021 también con números positivos. Hoy lo estamos viendo con algo más de cuidado, porque llevar casi un año y medio con los locales comerciales cerrados -que son uno de nuestros principales ingresos- sin tener las actividades comerciales que genera el GAM en los eventos masivos, obviamente que hay que tener más ojo, pero tengo la confianza, y vamos a esperar que a fin de año lleguemos a números azules en las finanzas.

¿Se ha logrado generar algún vínculo con el sector privado?

Sí. A pesar de la pandemia y las restricciones presupuestarias, este año logramos generar vínculo con una empresa que es Seguros Sura. Es una alianza estratégica y creo que es una buena alternativa para poder incentivar a que el sector privado invierta en cultura.

Los proyectos pendientes

Algo pendiente en GAM es la llamada Etapa 2, al costado del centro, ¿en qué situación se encuentran hoy las obras?

Hay que dejar súper claro que la obra no depende de nosotros, es una obra que la está impulsando el Estado, cuando se termine nos pasan la obra directamente a nosotros. Ha sido un tema siempre presente, hemos sido fiscalizadores del proceso y trabajamos muy en conjunto con el MOP y el ministerio de las Culturas. Después de la quiebra de la empresa que fue hace 3 años, se esperó mucho tiempo por los temas burocráticos y administrativos del sector público, tiene que haber un síndico, todo el tema. Hoy estamos encaminados junto al MOP para hacer un estudio de levantamiento de la situación actual de la obra.

¿Cuánto hay de avance?

Tenemos un 48% de avance, la obra gruesa está terminada, solo falta la parte de detalles y la parte de interior. El proceso lo está viendo la U. de Chile para ver cómo está la obra después de haber estado abandonada casi dos años. Entre medio hubo estallido social y pandemia, pero lo que nos ha informado el MOP desde ya, es que no hay mucho que lamentar por daños. Terminando ese estudio, tenemos que llamar nuevamente a actualizar el proyecto de arquitectura y luego la licitación. Esperamos que antes que termine este gobierno tengamos el proyecto de arquitectura actualizado para que el próximo gobierno llame a licitar el proyecto de la segunda etapa que es un espacio esperado por el sector artístico y la ciudadanía.

¿Qué otros proyectos hay para el resto del año?

Tenemos muchos proyectos. Una de las cosas bien inéditas que estamos haciendo es un proyecto que se llama Escenarios compartidos, porque pensamos que por un tiempo tendremos que trabajar de forma mixta, de tener obras online, porque hay gente que uno no puede obligar a volver, hay gente más temerosa, o adultos mayores o con enfermedades crónicas. También un proyecto desarrollado con otros siete centros culturales del país -el Mori, el Teatro UC, el Teatro del Biobío, el Parque cultural de Valparaíso- que nos unimos para hacer siete nuevas creaciones de teatro, que van a estar grabadas en muy buena calidad y van a estar on demand para que la gente pueda verlas a cualquier momento del día, desde el 13 de agosto al 13 de noviembre. Además, este fin de semana haremos una feria de artes visuales, tanto mixta como presencial. Vienen varias obras de teatro en cartelera, la primera es Final de Partida. Y a partir del 22 de octubre tenemos una exposición fotográfica de Kena Lorenzini, Nuestra urgencia por vencer, que va a instalarse en la Sala de Artes visuales. Es un registro documental y audiovisual de manifestaciones durante los 80.