“O suena bien o sonamos”. La frase la dijo el ya retirado mediocampista argentino Néstor Raúl Gorosito en la portada de un antiguo número de la revista Don Balón, disfrazado de director de orquesta y refiriéndose a las expectativas y a la presión en torno a su entonces club, la Universidad Católica, de cara al inicio de uno de los campeonatos del fútbol chileno de mediados de los años 90.

Una máxima perfectamente aplicable al presente que atraviesa la música en vivo en Chile. Tras 17 meses de parón y descontando algunas pequeñas y esporádicas ventanas abiertas en el camino, agosto 2021 es el mes que marcará la reapertura formal de los conciertos con público en el país. Y el consenso entre artistas, técnicos, productores y en general todos los actores que integran el heterogéneo ecosistema de los eventos en vivo, uno de los más severamente golpeados por la pandemia, es similar al diagnóstico expuesto por Gorosito hace un cuarto de siglo: Ahora o nunca. O suena bien o sonamos.

Es al menos lo que han expresado en los últimos días los encargados de algunos recintos que paulatinamente han vuelto a activar su cartelera presencial, conscientes de que esta será la oportunidad de revertir una de las peores crisis en la historia del sector, pero también de que todos los ojos de la industria se posarán sobre ellos, que las medidas y resguardos deben ser especiales y que cualquier traspié podría significar un retroceso para todo el gremio.

Por de pronto, la operación retorno va sumando nuevos actores, y tras los anuncios realizados por locales como el Teatro Nescafé de las Artes -que reabre sus puertas el 19 y 20 de este mes con dos shows de Nano Stern-, Matucana 100, el GAM y la sala SCD Egaña -que hará un inédito ensayo clínico apoyado por la Universidad de Chile durante un recital de Chancho en Piedra-, se suma ahora el Teatro Caupolicán, uno de los más emblemáticos y activos espacios para la música en vivo en la capital, que este mes volverá a albergar conciertos con público tras un año y medio con un ciclo protagonizado por diversos grupos y solistas chilenos.

José Antonio Aravena, dueño del Teatro Caupolicán. Foto : Andrés Pérez.

Se trata de una reapertura especialmente significativa para el circuito musical capitalino y también nacional. Cerrado desde comienzos de 2020 -como buena parte de las salas y espacios de eventos en vivo del país- y con capacidad para aproximadamente 5 mil personas, el regreso a los recitales al recinto de calle San Diego marca una de las primeras y más ambiciosas apuestas de este tipo anunciadas por un teatro santiaguino techado y de grandes dimensiones.

Eso sí, según explican desde el Caupolicán, al menos en esta primera etapa el retorno contempla espectáculos de dimensiones algo más acotadas. De hecho, el ciclo que comienza este mes se hará con un aforo máximo de 500 personas por show, partiendo el 28 de agosto con la presentación de la banda de rock Alectrofobia y las recientes ganadoras del premio Pulsar Frank’s White Canvas. Bajo esa misma modalidad se harán también las ya confirmadas presentaciones en el teatro de de la guitarrista y compositora Cler Canifrú y el grupo Rama (3 de septiembre), los históricos Sexual Democracia (10 de septiembre), Óscar Andrade (9 de octubre) y el grupo Kuervos del Sur (23 de octubre). Sólo artistas nacionales y para todos los gustos en el arranque del ciclo -cuyas entradas se venden en Puntoticket- con miras a una posible reactivación de los eventos internacionales a fines de este año o inicios de 2022.

“Estamos recién en la puesta en marcha y tiene que salir bien. Nosotros estamos bastante adelantados en esa materia, hemos enviado nuestros protocolos a la autoridad hace tiempo y debido a la realidad sanitaria de otros países estamos centrados por ahora en músicos chilenos. De lo que ocurra con estas presentaciones dependerá mucho de lo que irá pasando en el futuro, cuando podamos agrandar los aforos”, comenta José Antonio Aravena, administrador del teatro.

En ese sentido, el productor detalla que el límite de 500 personas por función se establece a partir de la última normativa del Minsal para los eventos en fase 3 del plan Paso a paso. En caso de que la comuna de Santiago avanzara a la etapa 4 para esas fechas la capacidad máxima del recinto subiría a 1.000 asistentes, por ejemplo.

Asimismo, de mantenerse la actual fase 3 en dicha comuna para fines de agosto y los próximos meses, la apuesta del Caupolicán es realizar funciones dobles de cada grupo o solista -en días seguidos o en una misma jornada-, con el fin de poder solventar cada producción y que los ingresos por entradas vendidas lo vuelvan rentable para los involucrados. Justamente, uno de los puntos que más han recalcado los representantes del gremio en los últimos días, quienes celebran la posibilidad de reabrir al público pero han manifestado dudas en torno a lo viable de los eventos cuando se hagan con aforos muy reducidos.

El dúo Frank's White Canvas abrirá el ciclo este 28 de agosto.

“Por ejemplo, para el primer recital del 28 de agosto, pusimos 500 entradas a la venta y ya tenemos cerca de 200 entradas vendidas. Pero queremos ser optimistas y pensar que en 10 o 15 días más podríamos estar en fase 4 y agrandar el aforo a mil. En su defecto, por la demanda de entradas, estos conciertos podrían replicarse al otro día debido a que por el aforo reducido se tendrían que duplicar”, explica Aravena.

En cuanto a los protocolos de acceso y las medidas sanitarias en el teatro, algo especialmente relevante en un recinto cerrado, el productor detalla que se sólo se permitirá el ingreso a personas con pase de movilidad y su esquema de vacunación completo, que los asistentes deberán usar mascarilla en todo momento y que sólo se permitirán “burbujas” especiales para que se sientan juntos parejas o grupos de cuatro personas, mientras que las filas de asientos estarán separadas por un metro de distancia. Al mismo tiempo, Aravena indica que se medirá constantemente el nivel de CO2 de la sala con un programa especial que activa automáticamente el sistema de ventilación, mientras que “la trazabilidad va a estar asegurada por la venta de entradas digital”.

Lo que ocurra con este primer ciclo marcará el camino para lo que venga. Según el administrador, ya hay otros grupos con lo que están negociando para sumarlos a la cartelera presencial del segundo semestre -Chancho en Piedra, Pascuala Ilabaca, Ases Falsos, Gianluca, entre otros- , como también un posible ciclo de comedia para octubre.

Además, en otra apuesta diferenciadora, algunos de los shows confirmados para las próximas semanas se transmitirán por streaming, para llegar a una audiencia que no necesariamente está dispuesta a ir a un concierto por el momento.

Los músicos, por su parte, han vuelto a ensayar para prepararse para el ciclo, algunos incluso luego de casi dos años sin reunirse. “Los artistas lo que más quieren es tocar, no están frente al público hace demasiado tiempo y están ansiosos por ese reencuentro”, asegura el productor.