Billie Eilish - Happier than ever
Vuela aleatoriamente en el tiempo hasta posarse en ambientes de cabaret con aires azulinos por el humo, el fraseo suspendido en un susurro. Luego gira vaporosa, socarrona, dramática y sugestiva, en canciones que reflejan época y el ánimo de amplias audiencias juveniles. Billie Eilish publica un segundo álbum tras convertirse en fenómeno generacional con When we all fall asleep, where do we go? (2019), asociada nuevamente a su hermano Finneas, responsable de la producción musical. El lienzo entre ambos resulta ambicioso y triunfante, con trazo original. La paleta incluye jazz, hip hop, bossa nova, trip hop, folk y power ballad, en una cubierta musical generalmente minimalista y a la vez expresiva, gracias a los distintos estados emocionales que Eilish imprime a su canto. En ella aflora una autenticidad y vulnerabilidad difícil de rastrear en el pop como sucede en Getting Older -”la semana pasada, me di cuenta de que anhelo compasión”-, en otras intensa y explícita como revela en Oxytocin -”si te resulta difícil de tragar, puedo aflojar tu cuello, porque mientras sigas respirando, ni siquiera pienses en irte”.
Hace 30 años Kurt Cobain vociferaba en nombre de una generación. En el turno de Billie Eilish no hay necesidad de gritar.
Suede - Love & poison
Es el 16 de mayo de 1993 en Brixton academy de Londres y Suede tiene en la calle desde hace mes y medio un glorioso álbum debut, que ha conquistado al público y la prensa. Son la piedra fundacional del Britpop y en esta primera encarnación liderada por el cantante Brett Anderson y el guitarrista Bernard Butler, combinan la pasión por David Bowie en versión glam guiado por la guitarra de Mick Ronson, y la delicadeza de The Smiths. En este histórico concierto también disponible en Youtube en versión remasterizada, Suede presenta aquel primer álbum con éxitos como Animal nitrate y So young junto a una partida de lados b que serían compilados años más tarde en títulos como Sci-Fi lullabies (1997), desplegando dramáticas composiciones como My insatiable one y To the birds.
Love & Poison encapsula el mejor momento de aquella primera etapa con Butler. Su guitarra envuelve sublime entre efectos e infinidad de ideas, para transformar estructuras relativamente sencillas en piezas orquestadas con voltios, rematadas en dinámicos solos. Anderson se revela en plena ebullición interpretativa en una mezcla felina de estallido y ambigüedad. Imprescindible para los seguidores de los londinenses.
Prince - Welcome 2 America
Michael Jackson se quejaba del estatus renacentista asignado a su archienemigo Prince, mientras él era tildado de bailarín y cantante. El tiempo rema a favor del astro que por años renegó de su nombre. La trama de este álbum, el primero con canciones originales desde su muerte en 2016, semeja un filme existente solo en la cabeza de su director, decidido a compartimentar información a los colaboradores. Entre marzo y abril de 2010 sesionó con la reputada bajista Tal Wilkenfeld (Jeff Beck, Eric Clapton) y el baterista Chris Coleman (Chaka Khan) en Paisly Park, su mansión estudio, dando mínimas instrucciones en una seguidilla de jams instrumentales. Luego agregó voces con coristas y entregó el material a su tecladista y arreglador Morris Hayes con libertad de acción. Finalmente archivó el proyecto, tal como hizo con decenas de millonarios videos.
En Welcome 2 America se repite el estigma de otros lanzamientos de Prince en este milenio, autoindulgencia a distancia de la brillante fase de los 80, inigualable entre vanguardia y masividad. A cambio, asoma su lucidez sobre el momento de EE.UU. hace una década con algunas proyecciones a futuro cumplidas, más la habitual cuota de erotismo con particular atención en la satisfacción femenina.