“Estoy segura de que Olivia se conducirá con corazón y se dejará guiar por su infalible intuición e inteligencia, y extraerá una esencia tan precisa como puede imaginarse”. Antes de que el mundo pudiera ver su encarnación de Isabel II en The Crown, Meryl Streep le dio su bendición a Olivia Colman, la entonces flamante (y sorpresiva) ganadora del Oscar por La favorita. “Su magnífico talento, ya sea que provenga del dolor real o imaginario, es innegable”, agregó la estrella a la edición británica de la revista Harper’s Bazaar.
La completa devoción de su colega por su trabajo se vio refrendada mediante su desempeño en la pantalla: en las temporadas tres y cuatro de la serie de Netflix, estrenadas en 2019 y 2020, la actriz inglesa brindó una actuación de solidez incontestable, moviéndose con soltura en torno a la áspera capa de la monarca ante los embates familiares y públicos que vivió entre mediados de los 60 y comienzos de los 90.
El papel la convirtió en doble ganadora de los premios del Sindicato de Actores, además de ser reconocida por los Globos de Oro en 2020. Pero por cómo está diseñada la producción histórica –así como ella recibió la posta de Claire Foy– Colman abandona el rol y le entrega la responsabilidad a Imelda Staunton, quien interpretará a la reina en los dos ciclos finales de la ficción.
Despejada su agenda de compromisos con el título inspirado en la realeza británica, Colman concreta sus siguientes pasos. Una de sus definiciones es que por ahora no habrá nuevas versiones de monarcas, luego de The Crown y las películas Hyde Park on Hudson (Isabel Bowes-Lyon, la Reina Madre) y La favorita (reina Ana).
Su siguiente papel es el de Leda, la protagonista de la adaptación cinematográfica de La hija oscura, la novela de 2006 de la autora italiana Elena Ferrante. En The lost daughter la intérprete se pone en la piel de una profesora universitaria divorciada que viaja de vacaciones a la costa luego de que sus hijas deciden vivir con su padre, a la que su tranquilidad se le acaba tras encontrarse con otra mujer más joven (Dakota Johnson).
Debut como directora de la actriz Maggie Gyllenhaal, el filme se mostrará en septiembre en el Festival de Venecia –donde compite por el León de Oro, tal como Spencer, de Pablo Larraín, y Madres paralelas, de Pedro Almodóvar– y luego saltará a Netflix. Colman, al menos, sigue con un pie en la casa de The Crown.
También en la costa, pero en el sur de Inglaterra en los años 80, Empire of light cuenta una historia de amor ambientada alrededor de un cine antiguo. La actriz británica será la protagonista de esa cinta, bajo la dirección y guión de Sam Mendes y dirección de fotografía de Roger Deakins, sellando uno de los títulos más esperados del cine en 2022.
La intérprete ha dicho en más de una oportunidad que en general se resiste a trabajar demasiado lejos de su casa en el sur de Londres, donde vive junto a su esposo, el escritor Ed Sinclair, y sus tres hijos. Pero con seguridad tuvo que viajar a Estados Unidos para concretar su debut en las producciones de superhéroes. Marvel la fichó para la serie Secret invasion, un proyecto para el que también tentó a Emilia Clarke y Kingsley Ben-Adir (One night in Miami), parte de un elenco en el que repiten sus personajes de la saga Samuel L. Jackson y Ben Mendelsohn. Se estrenará en Disney+ el próximo año, pero se desconocen mayores detalles de la trama.
Por lo pronto, la cartelera local ofrece desde este jueves 12 su interpretación en El padre, la película que le dio el Oscar a Anthony Hopkins y por la que Colman aspiró por segunda vez a la estatuilla. Íntima y a ratos aterradora, la cinta le da el papel de la hija de un hombre que enfrenta el deterioro mental en su departamento en Londres. Si el actor de El silencio de los inocentes encarna al extravío y el pavor del personaje principal, la británica es su complemento perfecto, una presencia que como actriz protagónica o de soporte siempre mejora todo lo que toca.