El nuevo filme de Maite Alberdi en torno al Alzheimer: “Cada proceso es distinto”
A su regreso al país tras asistir a la ceremonia de los Oscar, la directora de El Agente Topo se tomó un descanso. Pronto, sin embargo, reanudó su actividad para concentrarse en el trabajo de su siguiente documental, que acaba de terminar de grabar y estima que no estará listo ni este ni el próximo año. “Si bien ya está filmado, me demoro tanto en montar que montando rápido tampoco lo veo antes de 2023, que es mañana para mis tiempos de producción”, explica a Culto.
Suele ocurrir que en el momento que un director está estrenando una nueva película en cines, en paralelo está escribiendo o por empezar a grabar un nuevo largometraje. Le ocurrió a la propia Maite Alberdi con Los niños y El agente topo en 2017: mientras lanzaba en salas su documental sobre un grupo de adultos con síndrome de Down, al mismo tiempo estaba sumergida en la cinta sobre el octogenario agente infiltrado en un hogar de ancianos.
Escapa toda frecuencia, sin embargo, que la campaña de promoción de un filme se extienda durante 16 meses, el tiempo que la cineasta estuvo ocupada promoviendo la historia protagonizada por Sergio Chamy, primero para impulsar su posicionamiento internacional y luego participando en charlas y eventos virtuales que apuntaban a conseguir una nominación a los Oscar. Una vez abrochada esa meta sin precedentes locales, simbolizada en su llegada a la ceremonia como candidata a la estatuilla a Mejor documental junto a su protagonista y la productora Marcela Santibáñez a fines de abril, Alberdi se tomó vacaciones. O un respiro del ritmo y la exposición que venía acumulando desde inicios de 2020.
“Fue un año de mucha fragilidad, donde uno estaba tratando de entender cómo iba a funcionar su pega, su vida, y estaba muy expuesto mediáticamente. Estar entero, comunicando y lúcido en los contenidos, en un momento de no tanta lucidez, fue complejo”, reconoce a Culto a través de videollamada por Zoom. Y agrega: “Después de un año de solo entrevistas y conversatorios y hacer campaña de distribución, a uno se le olvidan los proyectos, hay poco espacio para la creatividad”.
En medio de su saturada agenda, Alberdi tuvo que hacerse espacio para preocuparse de los avances de su siguiente creación como directora: un documental en que abordará el Alzheimer y que discretamente –como prefiere tratar sus obras que no están listas– ya había empezado a rodar antes del inicio de la crisis sanitaria. Ahora cuenta que esa película acaba de concluir su etapa de filmación, luego de desarrollar algunas jornadas de grabaciones en compañía de su equipo habitual durante las últimas semanas, las primeras en casi un año y medio para la autora.
“Volví a editar, a rodar, a los procesos que a uno le gustan más”, dice, puntualizando que las obligaciones que vienen con el estreno y la distribución “yo las entiendo como parte de mi trabajo. Así como tengo que montar, tengo que distribuir. Pero creo que el año pasado fue especialmente largo y difícil para distribuir”.
Concluida su exitosa aventura con El agente topo, la cineasta selecciona con pinzas las invitaciones que acepta (el jueves 26 estará en Faciuni, certamen orientado a estudiantes del área audiovisual, inscripciones abiertas en su web oficial) y se encuentra abocada por completo a su siguiente producción, un filme que comparte parte del eje temático del cortometraje Yo no soy de aquí (2016).
Realizado en dupla con la directora lituana Giedre Zickyte a partir de un ejercicio propuesto por el festival danés CPH:DOX, el documental de 26 minutos nació como una exploración del Alzheimer, presentando la historia de una mujer vasca de un asilo de ancianos en Chile que, pese a no haber sido diagnosticada con la enfermedad, le permitió detenerse en apuntes sobre la memoria y el paso del tiempo. Aunque transcurran en lugares con algún parecido o retraten personajes cercanos en edad, ninguna de las cintas de Alberdi es un calco de la otra, por lo que es simple anticipar que el largometraje que alista inspirará nuevas reflexiones y despertará emociones diferentes.
“Me doy cuenta de las relaciones entre películas cuando están terminadas y no mientras las estoy haciendo, porque creo que cada personaje y cada proceso es distinto uno del otro, y uno se tiene que adaptar, tiene que ver la forma de filmarlos a ellos, que nunca es una fórmula”, señala, reservándose mayores detalles de la trama.
Sí explica que otro proyecto que tiene en carpeta –en Japón– por ahora no iniciará sus grabaciones. “Está muy difícil filmar en pandemia, y más afuera, entonces dependemos de que se normalicen un poco más las medidas”. Su nuevo documental realizado en Chile tampoco llegará a la pantalla en el corto plazo. “Si bien ya está filmado, terminé el rodaje recién, me demoro tanto en montar que montando rápido tampoco lo veo antes de 2023, que es mañana para mí. En mis tiempos de producción, es ahora. Entonces sí, yo calculo que 2023 es una buena fecha de estreno”.
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