Así como hay discos emblemáticos nacidos desde la inspiración total, un momento de especial lucidez o desde la química absoluta entre sus creadores, también existen aquellos álbumes clásicos surgidos desde el azar, la falta de ideas o el agotamiento interno de un grupo musical.

Tattoo you, el LP que los Rolling Stones lanzaron en 1981, pertenece a esa última categoría. De hecho, cuesta encontrar un título que mejor ejemplifique su paradójico efecto. Un disco hecho en base a sobras, a fragmentos de canciones descartadas durante cerca de una década, que terminó viendo la luz a causa de la necesidad y de la escasez de inspiración para terminar convertido en un imprescindible. Para muchos, es el último álbum esencial en la discografía de los británicos.

Para entender el momento en que Tattoo you se presentó en sociedad, algo de contexto: a mediados de los años 70, tras una década a la cabeza de la “invasión británica” y en medio del despegue del punk y otras corrientes de musicalidad más cruda en el rock anglo, no pocos especialistas veían a los Stones para ese entonces como un grupo pasado de moda o derechamente acabado.

Eso hasta Some girls (1978), el LP que devolvió a los ingleses a los primeros lugares de los ránkings, que anotó nuevamente abultadas cifras de venta y recuperó buena parte de la popularidad extraviada del grupo entre la juventud de ambos lados del Atlántico. Su sucesor, Emotional rescue (1980), no lo hizo nada de mal y siguió ampliando el éxito de la banda en Estados Unidos, donde por esos llenaban estadios y eran invitados relativamente frecuentes en los programas de TV.

Pero en la interna las cosas no andaban del todo bien. Los motores creativos, Mick Jagger y Keith Richards, pasaban por un momento algo tirante en su relación y la ruptura se terminó de profundizar con una discrepancia entre ambos líderes frente a los siguientes pasos sobre el escenario: mientras el guitarrista quería hacer una gira durante el verano u otoño de 1980 para promocionar Emotional Rescue, Jagger se negó rotundamente.

Finalmente acordaron realizar la gira al año siguiente, lo que les dejaba poco tiempo para llegar con material fresco para presentar en vivo. Fue ahí cuando Jagger agarró las riendas de la situación y decidió apostar por lo que tenía a la mano, rescatando viejos demos, maquetas y hasta pedazos sueltos de canciones descartadas para los discos anteriores. Y aunque Emotional Rescue ya se había montado usando en parte esa fórmula, su sucesor fue derechamente un álbum hecho con sobras, con Jagger terminando las letras en distintas partes del mundo, el rol clave del productor Chris Kimsey y del ingeniero Bob Clearmountain -quien mezcló el material para homologar su sonido-, pero escasa participación de Richards, Ronnie Wood, Charlie Watts y Bill Wyman.

“Eran solo pedazos o tomas tempranas”, recordó Mick Jagger en una entrevista a la revista Rolling Stone en 1995. Sobre la creación de las letras y las voces junto a Kimsey, recordó que “grabé en un lugar de París en pleno invierno, y luego algo en un armario de escobas, literalmente, donde hicimos las voces. El resto de la banda apenas se involucró. Y luego se lo llevé a Bob Clearmountain que hizo un gran trabajo de mezcla para que no sonara como si fuera de diferentes épocas”.

“Lo que pasaba con Tattoo You no era que dejáramos de escribir cosas nuevas, era una cuestión de tiempo”, dijo por su parte Richards, años después. “Habíamos acordado que íbamos a salir de gira y queríamos hacer una gira detrás de un disco. No había tiempo para hacer un álbum completamente nuevo y comenzar la gira”, detalló sobre ese tour, que terminó siendo un éxito absoluto, la gira más vendedora de 1981 en el mundo con 50 millones de dólares en ingresos por tickets y un total cercano a los 2 millones de asistentes.

Más allá de su poco ortodoxo origen, el álbum también fue un éxito rotundo y dejó varios himnos para la posteridad. Sobre todo, Start me up, uno de los últimos clásicos con mayúscula de los Stones, presente en la mayoría de sus conciertos de las últimas cuatro décadas, y también un tema que perfectamente pudo haberse perdido en la memoria o en una vieja cinta arrumbada en una bodega. Eso hasta que Jagger y Kimsey decidieron rescatar esa maqueta que originalmente era más cargada al reggae, registrada originalmente para Some girls pero descartada en el camino.

“Fue una de esas ideas que cortamos muchas veces, uno de esos cortes que puedes estar tocando para siempre en el estudio. Pasan veinte minutos y todavía estás atrapado en esos dos acordes”, recordó años después Keith Richards, sobre el tema, titulado inicialmente Never stop. “Estuvimos bastante atrapados en un ritmo de reggae durante semanas, lo queríamos para Emotional rescue pero no estaba ni cerca de llegar, lo dejamos a un lado y casi lo olvidamos”, añadió sobre el track.

Dividido en dos partes, una más rockera y otra más cargada a la balada, Tattoo you dejó bastante más que un solo hit. La energética Hang fire, el reggae con vibra funky de Slave, la voz ya gastada de Richards en la pegajosa y rocanrrolera Little T&A, además de las excelentes baladas Worried about you, Tops y -sobre todo- Waiting on a friend, completan los mejores pasajes de un LP que terminó por marcar el cierre de la era dorada del grupo, al menos en lo discográfico. Luego vinieron los años de la consolidación de los británicos como animales de los estadios y las giras mundiales millonarias, pero desde el estudio ninguna otra producción alcanzó esos niveles de impacto y popularidad hasta hoy.

Ahora, a 40 años de su lanzamiento, los Rolling Stones reviven y amplían el universo de su último clásico. Dicho de otro modo, Tattoo you, el disco de los descartes, también tiene descartes. Es lo que se desprende del último anuncio del grupo, que el 22 de octubre liberará una versión remasterizada del álbum, en variedad de formatos, acompañado por nueve pistas de estudio inéditas de la época y un concierto en vivo de 1982.

El primer sencillo de este nuevo trabajo ya esta disponible en plataformas y se llama Living in the heart of love, con la típica vibra “stone” de aquellos años y un estribillo bastante similar a Brown sugar.

Junto con este adelanto, la reedición incluirá también versiones de Shame, shame, shame del legendario blusero Jimmy Reed, Drift away del cantante de soul Dobie Gray, así como la mencionada versión más reggae de Start me up.