Los hermanos Zicavo cambian la fiesta tropical por ELO y el pop rock de cámara

Plumas Zicavo

Tras una década al mando de Moral Distraída, Abel y Camilo Zicavo debutan como dúo con Plumas, un nuevo proyecto que condensa sus influencias de la música anglo; desde Electric Light Orchestra a Supertramp y Red Hot Chili Peppers. "Esto es como cumplir un sueño, el de la banda de rock grande, la guitarra eléctrica, los pianos y la espectacularidad", adelantan sobre un disco de doce canciones que lanzarán a fin de año, producido por los hermanos Francisco y Mauricio Durán.


Abel Zicavo lo compara con las últimas tres películas de la saga Star Wars, en contraste con la trilogía anterior. “Como pasar del 3D a las maquetas, a algo tocable”. Su hermano menor, Camilo, piensa en el recorrido por las calles de Santiago de la “Pequeña gigante”, de la compañía Royal De Luxe, “por la magnitud de ver un juguete del tamaño de un edificio”. Ambas analogías son utilizadas por los líderes del grupo Moral Distraída a lo largo de esta conversación para explicar las motivaciones tras Plumas, su nuevo proyecto musical. Una apuesta que se aleja por completo de las canciones tropicales, festivas, bailables, contingentes y aleccionadoras del exitoso conjunto que encabezan hace una década, para abrazar sus influencias del rock anglo, el pop orquestado, letras más íntimas y universales y, al mismo tiempo, una búsqueda por cierta grandilocuencia y ambición artística que ven extraviada en la música actual.

“Lo que hemos buscado con este proyecto, o más bien lo que creemos que se va a dar, es que va a sorprender. Para bien o para mal”, explica Camilo. “O sea, el parámetro fue no seguir ninguno de los parámetros que teníamos antes”, complementa su hermano sobre esta nueva aventura que marca su estreno como dúo así como su debut en un sello multinacional, con un primer sencillo publicado ayer, Cerca del sol, que cumple a cabalidad con esos propósitos.

Un single poderoso y de aspiración masiva pero a contracorriente de la tendencia minimalista y sintética del pop actual, donde las voces de ambos se superponen a un juego de batería, guitarra eléctrica y arreglos de cuerdas que recuerda a Electric Light Orchestra, la principal influencia tras las doce canciones que incluirá el disco homónimo de Plumas que saldrá a fin de año.

Elton John, Supertramp, Red Hot Chili Peppers y hasta Rage Against the Machine confluyen también en temas como Like, Dejarse llevar y la balada al piano Casualidad. Parte de una banda sonora personal que hasta ahora no habían explorado. “Estamos saliendo de nuestro lugar cómodo para meternos en otro”, explican sobre el giro, que los aleja del universo latinoamericanista que les dejó su historia familiar de exilio, su padre uruguayo y su infancia en Cuba. Contrariamente a muchos de su generación, los Zicavo se curtieron escuchando a Los Van Van y Silvio Rodríguez, mientras que el rock en inglés fue un descubrimiento tardío.

“Pero al final todo va a los Beatles”, dice Camilo. “En Los Van Van, los referentes principales de la Moral Distraída, (el bajista) Juan Formell hace algo así como salsa con el rock de los Beatles, de hecho está su clásica foto con el Höfner. Era fanático. Y también Silvio Rodríguez, beatlemaníaco total”.

En este salto al pop rock, los Zicavo se cruzaron con otros hermanos músicos que terminaron siendo importantes en el proyecto. Los ex Los Bunkers Francisco y Mauricio Durán, sobre todo, quienes ofician de productores musicales e instrumentistas adicionales del disco. El dúo Los Vásquez prestó su estudio en el Cajón del Maipo con piano de cola, mientras que Pablo Ilabaca grabó algunas guitarras, la cellista Ángela Acuña dirigió el cuarteto de cuerdas y Vicky Cordero junto a Pablo Giadach fueron claves en el estudio. La masterización estuvo a cargo del ingeniero Chris Gehringer (Dua Lipa, Lady Gaga).

Plumas Zicavo

“Esto es como cumplir un sueño, el de la banda de rock grande, la guitarra eléctrica, los pianos y la espectacularidad”, dice Camilo sobre el grupo, que espera mantener y ahondar en la teatralidad y la preocupación escénica que ha sido uno de los sellos de su carrera. De hecho, para el menor de los hermanos, la idea a futuro sería montar un show sinfónico en el Teatro Municipal. “Si queremos que suene en el formato disco, sí, nos encantaría”.

¿Siempre se plantearon el proyecto en este formato orquestado? ¿Cuál fue el plan cuando empezaron a trabajar con los hermanos Durán?

CZ: Rock clásico y balada rockera. Yo creo que esos eran como los dos géneros. Pero también creo que hay harto en el disco de un pop-rock. Siempre el pop, siempre pensado como pop. Y el pop-rock como en sus distintas épocas, porque también hay harto en el disco que podemos escuchar que tiene más tintes a los Red Hot Chili Peppers o a Rage Against The Machine. Fuimos haciendo lo que siempre hemos hecho, que es intentar tocar la música que nosotros escuchamos o la música que a nosotros nos gusta. Pero creo que esos son los tres principales ejes. Y hay unos puntos de fuga, una canción más folk o una canción más coral estilo Beach Boys, detallitos así.

Plumas parece ir a contracorriente de las tendencias actuales, donde prima lo sintético, lo minimalista.

CZ: Es algo que se ha ido dando, porque mucha gente ha ido participando. Somos muchas y muchos los que escuchábamos esto y sentimos la carencia de una banda que lo esté haciendo hoy. Fue como decir “esto es lo que nos gusta, hagámoslo”, pero hay mucha gente con la oreja dispuesta a escuchar algo así, por lo menos a darle la oportunidad. Yo creo que por lo mismo, como somos tantos los que escuchamos esto y tenemos harta referencia, la oreja es bien severa. Suena o no suena. Es demasiado copia a los Beatles, no lo acepto. O no, no alcanza, tiene que ser más orquestado. Es severo el juicio al cual uno expone este género, porque hay mucha oreja bastante experta, o que se cree bastante experta. Pero al mismo tiempo, hoy la música que que tiene vocación de audiencia, que quiere ser pop y que apela al mainstream, como nosotros queremos hacerlo, es súper homogeneizada. Uno ve los videos y se parecen bastante uno del otro, escucha los beats, las estructuras de las canciones, los métodos de composición... a nosotros no es que no nos guste el trap, el reggaetón o la música urbana, nos gusta también muchísimo.

¿Nunca fue una posibilidad explorar este tipo de temas y sonidos con la Moral Distraída?

CZ: Pasa que la Moral Distraída es una banda de baile. Si bien tiene puntos de fuga, lo que busca es hacer bailar, esa es su identidad, su espíritu. También ocurre que en la Moral Distraída somos diez personas y queríamos hacer un proyecto en el cual tuviéramos una decisión artística que se centrara en nosotros dos.

¿Y la Moral Distraída sigue? ¿Van a correr en paralelo?

CZ: Sí. La Moral Distraída está parada ahora, es una banda de fiesta y si no vuelve la fiesta es difícil que esté la Moral Distraída. Pero están todos los muchachos haciendo sus proyectos y cosas. Ha sido súper mezquino el panorama actual con los músicos y con el arte en general, nosotros la verdad es que hemos tenido mucha suerte y bueno, mucho trabajo también.

AZ: Es que además veníamos trabajándolo desde antes. Como que cayó justo en una etapa para darle un poco más de tiempo y apareció la pandemia. Pero tiene que ver con lo que dice Camilo, que es relevante: la música tropical es de la fiesta y si no hay fiesta no hay música tropical. Entonces nos dimos el espacio para poder desarrollar cada uno sus cosas y en eso estamos. Habrá que ver cómo se desarrolla más adelante, cómo acepta los desafíos de un mundo nuevo.

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