Trinidad Riveros tenía sólo 20 años cuando se convirtió en fenómeno viral y 21 cuando demostró al público que lo suyo iba en serio. My only one, la canción que estrenó en 2017 con un videoclip grabado en los exteriores del Estadio Monumental, invitó a la curiosidad y generó una oleada de memes -además de comentarios excesivamente violentos en su contra en las redes sociales-, hasta que sencillos Summer love (2018) y sobre todo Convéncete (2019) empezaron a dar cuenta que la cantante estaba para cosas más grandes que la simple humorada o el trending topic pasajero.
Lo reafirma con su primer disco, liberado hoy en plataformas. Una colección de once canciones de alta factura, sello propio y proyección internacional que musicalizarán las fiestas del futuro inmediato y que se alzan entre lo mejor del pop hecho desde Chile en los últimos años. Un disco “orgullosamente pop”, dice Princesa Alba con convicción.
“Muchas veces me han catalogado como urbano o trap pero me identifico mucho más con el pop. Creo que es el hilo conductor de mi carrera y de mi vida”, cuenta.
Lo anterior queda de manifiesto en Besitos, cuídate, un álbum donde ningún tema sobra y que pese a su título aparentemente dulce e inofensivo destila personalidad y confianza. “En el disco hay de todo, una mezcla de muchas referencias, de muchos sonidos. Me di todas las licencias creativas que quizás no me había dado antes porque estaba sacando singles y no un trabajo entero. Ahora quería hacer todo lo que no había hecho”, cuenta.
Asesorada por productores de alto nivel, como el chileno Pablo Stipicic y el español Alizz (C. Tangana, Rosalía), y paseándose por el urbano y el influjo del pop de las últimas décadas, la cantante entrega una fresca y honesta crónica de vida sobre una joven del 2021, con reproches a sus ex parejas y a las recaídas por whatsapp (en Miss u bb y en la efectiva Besitos, cuídate), himnos a la complicidad entre mujeres (Pinky promise, Oye amiga) y apologías al sexo sin compromisos y a la masturbación femenina (Amor sin amor, Nasty).
“Hay muchísimo de mí”, dice Riveros sobre su disco. “La mayoría de las canciones las compuse yo y los productores también me ayudaron en la composición, pero son las cosas que voy escribiendo en el diario, canciones súper poco panfletarias, súper poco maqueteadas. Me gusta mucho más relatar sobre el día a día, las cosas simples que las hacen mucho más universales”, explica.
A esto se suman invitados de renombre como la argentina Ms Nina, el español Pimp Flaco y la brasileña Duda Beat. Todo un mérito para una artista que no pertenece a un sello multinacional, además de una señal sobre hacia dónde apunta su carrera, que tiene entre sus hitos inmediatos una gira promocional por España y México, dos de los países donde sus reproducciones digitales van al alza.
“Yo misma me contacté con todos los productores, les mandé mails, mensajes, entonces obviamente que así el trabajo se hace mucho más orgánico, más humano. Sería súper fome que me contactaran con tal productor, se me haría mucho más impersonal todo”, comenta la solista.
¿Cuánto hay de la Princesa Alba de ese primer videoclip viral en esta que lanza su primer álbum? “Obviamente soy la misma de 2017, ahí me atreví a hacer música con las herramientas que tenía. No tenia para hacer un gran videoclip ni para granar en un estudio pero igual me les arreglé para componer, para hacer lo que yo quería y ahora ya después de años carrera tengo todas estas herramientas que ya sé ocupar”, declara.
“Me costó harto salir de ese estigma del meme, porque efectivamente fui un meme. Y todavía hay cosas que hago que se transforman en meme, es parte de la realidad de un artista del 2021, saber que eres parte de este imaginario virtual. Yo me río de las cosas. En ese momento fue difícil nomás porque me tocó duro, en cuanto a que criticaban mi tiempo y lo siguen haciendo, pero uno va madurando, va aguantando las críticas de mejor manera. Finalmente la mejor respuesta que puedo hacer frente a eso es hacer música”, sentencia.
Sobre sus próximos pasos y sus expectativas con el disco, Riveros comenta: “Mi sueño desde que partí haciendo música siempre fue convertirme en una estrella pop, teniendo de referencia estas figuras que tenía cuando chica, como Britney Spears, estas mujeres que hacían de todo, que cantaban, que bailaban. Siempre me ha gustado mucho eso y creo que en Chile en particular se le tenía algo de miedo a la performance, esto de llegar con bailarines, con tacos. Quizás te miran en menos, pero a mi siempre me ha gustado defender eso. Para mí este el es primer disco de muchos que se vienen”.