A su agente y a su representante les encargó una instrucción muy clara: no me dejen dirigir una película de Marvel. Dentro de la danza de proyectos que habitan en Hollywood, Destin Daniel Cretton (42) prefería cerrarle las puertas a la realización de una entrega de la saga de superhéroes más popular del mundo.
El cineasta estadounidense –conocido por el elogiado drama independiente Short term 12 (2013) y por la cinta basada en hechos reales Buscando justicia (2019)– cuenta la anécdota en medio de la conferencia virtual de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, la nueva superproducción de Marvel, ante el elenco de la película y Kevin Feige, el jefe del estudio.
En esa instancia, en la que participa Culto, el realizador se hace cargo de la contradicción contando que algo cambió en él cuando se enteró de que la firma buscaba director para encargarse de su primer filme con elenco predominantemente asiático. Y él, criado en Hawái, hijo de una madre japonesa-estadounidense y un padre de ascendencia irlandesa y eslovaca, se ajustaba a lo que requería la casa productora.
Más tarde, en conversación vía Zoom con este medio, Cretton ahonda en el punto. “Es la presión de hacer una película tan grande. En ese momento no sentía que quisiera ponerme en esos zapatos”, señala. “Hay mucha presión para hacer algo que resuene con los fans. Soy fanático de estos filmes, algunos de mis mejores amigos son los mayores fanáticos de Marvel en el planeta. Y es la presión de entregar algo con lo que ellos estarían felices. Todas esas cosas me parecieron bastante aterradoras al principio”.
Como Iron Man o Capitana Marvel, Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos opera como una historia de origen. Presenta a Shaun (Simu Liu), un hombre que ve interrumpida su vida en San Francisco cuando aparece una organización criminal que está vinculada a su papá (Tony Leung), con el que perdió contacto hace años. Hábilmente, la película incorpora tanto el drama padre-hijo como la pirotecnia de las cintas de artes marciales y las batallas que van asociadas a una marca como Marvel. Una apuesta que la catapultó a lo más alto en su estreno en Estados Unidos, donde batió marcas en la taquilla del fin de semana del feriado por el Día del Trabajo.
“Para mí, uno de los mayores desafíos fue trabajar en una envergadura tan grande, con un lienzo tan grande. Y trabajar en secuencias de acción gigantes y espectaculares. El gran reto fue recordar siempre que la intimidad y el desarrollo del personaje son tan importantes como las grandes secuencias de acción. Creo que lo que hace que las películas de Marvel sean tan especiales es que ponen valor tanto en el desarrollo de su personaje, en su humor, en el drama por el que están pasando, como en sus gigantes secuencias de acción y efectos visuales. Así que encontrar un equilibrio en nuestra película fue definitivamente uno de los grandes desafíos, pero me siento muy feliz con el lugar en el que terminamos”.
-Se puede ver una tendencia de Marvel en contratar directores que vienen del cine independiente y que nunca han realizado un filme de este tamaño, entre ellos, James Gunn, Ryan Coogler y Chloé Zhao. Al hacer una de estas películas, ¿en qué áreas diría que tiene más libertad creativa y en qué áreas todo es más restrictivo?
Sorprendentemente, descubrí que tenía libertad creativa en todo. Realmente no hubo un momento en el que alguien me dijera: no, no es así como lo hacemos aquí en la MCU, ahora debes hacerlo así. Incluso en cosas que nunca había hecho antes, como el desarrollo de criaturas de efectos visuales gigantes, o en el diseño de cuál sería el movimiento o la acción en estas secuencias de efectos visuales gigantes. Nunca la actitud fue: sabemos lo que estamos haciendo, ahora es tu momento de estar callado. Creo que Marvel Studios contrata directores que sienten que van a aportar algo especial a cada una de sus películas y les darán a esas películas su propia estética, su propia marca, sin dejar de estar bajo el paraguas de Marvel. Me pareció que el proceso fue muy abierto, libre y creativo, y se me permitió explorar realmente cualquier idea que quisiera explorar. Fue sorprendentemente muy... Lo contrario de lo que esperaba. Porque tenía la misma sensación que creo que tú estás insinuando. Pensé, tal vez por eso consiguen directores jóvenes y frescos, para que puedan manipularlos. Pero no encontré eso en absoluto.
-Ryan Coogler vivió una experiencia similar con Pantera Negra. ¿Recuerda algún consejo que él le haya dado?
Sí, porque le pregunté directamente, ¿cómo es? ¿Te dejan tomar tus decisiones? ¿Sientes que estás encima (del proceso)? Y él me respondió que la única persona o entidad que está en tu contra en este proceso es el tiempo. Y eso es cierto. Sabemos que nuestra película se estrenará en una fecha determinada y todos, desde Kevin (Feige) hasta un encargado de relaciones públicas de nuestra película, estamos trabajando para hacer la mejor película que podamos en la cantidad de tiempo que tenemos. Esa es realmente la actitud que sentí durante todo el proceso. La presión era una presión que estaba sobre todos nosotros como equipo. Realmente nunca sentí que estuviera solo sobre mis propios hombros.
-Buscando justicia, donde abordó una historia de injusticia racial de Estados Unidos, se estrenó solo unos meses antes de las protestas del Black Lives Matter. Con Shang-Chi, se podría decir que sucede al revés: se lanza unos meses después de que nos enteramos de varios crímenes de odio hacia la comunidad asiática en EE.UU. ¿Cree que la película resuena como una carta de amor hacia esa comunidad?
Siento que esta película es una celebración de muchas cosas por las que estamos pasando en este momento. Siento que es una celebración de la cultura china, de la cultura chino-estadounidense, de la cultura asiático-estadounidense en general. También creo que es una celebración de un cierto momento en el que estamos. Todos nuestros personajes en este momento están aprendiendo a lidiar con el dolor de su pasado, están aprendiendo a redefinir el dolor y convertirlo en su superpoder. Siento que, por dónde estamos como sociedad, muchos de nosotros estamos pasando por eso. Sé por mí mismo y por muchos amigos que atravesar esta pandemia es emocionalmente muy difícil y probablemente todos conocemos a personas que han sido realmente heridas. Aprender a lidiar con ese dolor y convertirlo en algo en lo que podamos avanzar y sacar fuerzas, creo que es un tema que me toca en este momento, y espero que también le hable a otras personas.