La música popular chilena tiene sus orígenes hacia mediados del siglo XX y tiene como la gran madre que da la vida a la cantautora Violeta Parra: de su labor de recopiladora, intérprete, observadora aguda de su entorno y de su propia vida, se desprenden una parte mayoritaria de los artistas que animarían el cancionero nacional de los años siguientes.
Una serie de nombres que siguieron un ciclo evolutivo claro y que -con todos los matices de épocas y estilos- configuraron una genealogía concreta del sonido local.
¿Llegó esa posta creativa hasta el nuevo siglo? El nuevo mundo configurado por la tecnología, entre otros factores, hace que hoy los herderos sean mucho más dispersos y menos claros. Pero siempre con un innegable acento chileno.
Aquí, el editor de Culto, Claudio Vergara, analiza ese proceso cronológico de la música chilena, desde Violeta Parra hasta Princesa Alba, desde Víctor Jara hasta Pablo Chill-E, desde Lucho Gatica hasta Dulce y Agraz.