“Estuve súper activa, ni más ni menos que lo normal, continué con mi trabajo”, señala Isabel Parra al teléfono con Culto cuando le preguntamos sobre el tiempo de pandemia que obligó a un parón de las actividades musicales presenciales. Es que a la cantautora e hija mayor de Violeta Parra, la cuarentena lejos de amilanarla le dio tiempo para dedicarse a lo suyo: la música.

Con ensayos vía Zoom con Manuel Meriño, el director musical de Inti-Illimani, Parra enumera como torrente todo lo que realizó: “Hemos hecho cantos que tienen que ver con lo que ha estado ocurriendo: con el museo Violeta Parra, con el estallido, con la pandemia, los muertos de Chile y el mundo. Además, reeditamos El libro mayor de Violeta Parra (1985)”.

Un puente en el aire se llama la presentación donde cristalizará todo ese trabajo en pandemia, y marcará su retorno a los escenarios, en el Teatro Nescafé de las Artes el próximo 24 de septiembre. “Es un poco volver a mi casa, porque yo canté en ese teatro desde que volví después del exilio”, asegura. Además, aprovechará de interpretar las canciones de su disco Saludos a todos (2018).

“Mi último disco no alcanzamos a promocionarlo debidamente -cuenta la voz de En esta tierra que tanto quiero-. Tiene mis canciones y cantos de la Violeta con arreglos de Manuel Meriño, con algunos músicos y voces de Inti-Illimani se musicalizaron mis canciones. Tienen otro tratamiento, porque yo las hago con un cuatro, un papel y un lápiz. Un sonido latinoamericano”. En rigor, Parra pisará el escenario junto a César Jara (cuerdas latinoamericanas), Greco Acuña (percusiones) y Eduardo del Campo (piano).

Isabel Parra. Foto: Mario Téllez / La Tercera

El Museo

Un tema ineludible al conversar con ella es el Museo Violeta Parra, entidad que preserva el legado artístico y la documentación relacionada con la mujer de Gracias a la vida. Tras los incendios sufridos en medio del estallido social, la institución dejó el edificio de Vicuña Mackenna 37 y reabrió de manera temporal en el Centro de Extensión del Instituto Nacional (CEINA).

¿Qué va a pasar con el edificio de calle Vicuña Mackenna?

No tengo noticias frescas de esa situación porque son procesos súper lentos, el Museo está funcionando en línea, las obras están guardadas. Va a haber una muestra en el Museo de la Memoria, en diciembre, y el futuro no lo puedo prever. No sé.

Pero, ¿tiene interés en que se reconstruya el museo ahí?

Personalmente, no tengo interés en reconstruir ese lugar. Fue marcado por la muerte, por la represión y me cuesta mucho imaginarme la reconstrucción en ese mismo sitio. No lo sé. Tendríamos que tener una casa, que no la tenemos, es muy difícil rearmar todo otra vez, pero tenemos que hacerlo porque nosotros con mi hermano reunimos esa obra para hacer un Museo Violeta Parra en Chile, no en otra parte. Así ocurrió, pero mire cómo terminan las cosas, con un incendio horrendo y tenemos que esperar un poco para saber qué va a pasar.

Más allá de la incertidumbre, ¿cree que el Museo debiera seguir funcionando?

¡Sí por supuesto!, ¡eso es lo básico! El museo va a renacer, pero no te puedo dar el día ni la hora. Es un proyecto en que la familia Parra estuvo involucrada en cuerpo y alma. Nos ha costado una energía tremenda juntar la obra de la Violeta, traerla a Chile, mientras nosotros estábamos en el exilio. Naturalmente, la Violeta hizo su trabajo para la gente, siempre lo dijo, y eso es lo que nosotros respetamos porque nos encanta esa frase. El museo, tarde o temprano tiene que funcionar de nuevo en Santiago. No vamos a vender obras porque nunca hemos vendido obras de la Violeta ni las vamos a llevar otra parte, tiene que estar acá, sobre todo en el Chile nuevo que viene.