Es una de las autoras superventas de los últimos años. La británica Paula Hawkins (49) marcó un hito en 2015 con su novela La chica del tren, la cual fue adaptada a la pantalla grande al año siguiente dirigida por Tate Taylor y protagonizada por Emily Blunt. Luego, en 2017 publicó Escrito en el agua, que también se anotó entre los más vendidos. Este 2021 está de regreso en las librerías del mundo con A fuego lento, su nueva novela publicada en castellano vía Editorial Planeta.

Al igual que las anteriores, es un thriller que se ubica en lo que los críticos del mundo -en una más de las abundantes etiquetas que tiene la literatura- han denominado domestic noir. Vale decir, historias con suspenso, misterio, crímenes, pero sin detectives ni policías, sino que los personajes son gente común y corriente. Etiqueta que a Hawkins está lejos de incomodarle.

“Hay mucho apetito por este tipo de thrillers. En el domestic noir estamos hablando de gente ordinaria, que podría ser tu vecino, familia, y sus relaciones personales. Eso le gusta mucho a las personas, personas normales que han dado un giro oscuro, porque se pueden identificar con esas historias”, señala Hawkins en una rueda de prensa en la que participó Culto.

Lejos de amilanarse con el éxito de sus libros anteriores, Hawkins tiene su horizonte puesto en otra parte, la escritura. En estos momentos de su carrera, para ella lo primordial es ser reconocida más que solo una autora superventas.

“Soy muy consciente de que nunca voy a volver a vender otros libros como La chica del tren. Yo quiero sentir que mi forma de escribir mejora -indica Hawkins-. Las criticas de Escrito en el agua, si bien vendió mucho, no fueron tan buenas. En esta ocasión han sido mejores, lo que quiero es segur contando las historias que me interesan”.

Así, este libro se inicia con el hallazgo del cuerpo de un joven asesinado y las sospechas recaen sobre tres mujeres: Carla, Laura y Miriam, quienes no se conocen pero que de algún modo están conectadas con la víctima. Todas son mujeres comunes.

Paula Hawkins. Copyright: Phoebe Grigor.

Solidaridad femenina y pandemia

De alguna manera, el concepto de solidaridad femenina está presente en esta novela, reconoce Hawkins. ”Al principio, las mujeres sienten que están compitiendo entre ellas, lo mismo pasaba en La chica del tren, pero conforme va avanzando la novela se dan cuenta que sus vidas son mucho mas parecidas, que sus metas están alineadas en lo que pensaban. Todas las mujeres del libro tienen el potencial de estar del mismo lado”.

Un rasgo llamativo de este libro, y que también está presente en sus anteriores novelas, es la idea de una maternidad infeliz. Eso tiene que ver, reconoce la autora -quien no tiene hijos-, con un aspecto de su propia mente. “La maternidad me da miedo, porque es entregarle tu cuerpo a alguien más y pasarte toda la responsabilidad, más allá de que muchas veces hay un padre al lado. Escribo sobre la maternidad de manera infeliz, eso tiene que ver con mi miedo, ya es hora que lo vaya superando”.

Consultada sobre autores que la inspiran, Hawkins nombró a Margaret Atwood, Cormac McCarthy o Shirley Jackson, y A dark-adapted eye, de Barbara Vine, como su libro thriller favorito, aunque dijo: “seguro que con el tiempo lo cambio”.

Según confiesa su autora, A fuego lento fue escrita durante el período de cuarentena. “Tuve suerte porque cuando empezó la pandemia yo ya tenia claro lo que iba a escribir. Hubiera sido difícil pensar en una historia nueva durante la pandemia, pero el hecho que ya tenía todo hizo que solo me tuviera que sentar y escribir hasta que saliera bien. Fue perfecto porque no había otra cosa que hacer”.

Consultada sobre una posible adaptación al cine de A fuego lento, tal como ocurrió con La chica del tren, dijo: “no tengo noticias”, pero sí reconoció que la idea le encantaría. ¿En qué formato? Si bien se mostró abierta a cualquier propuesta, indicó su preferencia: “Siento que hay gente muy buena trabajando en la TV, podría ser una propuesta interesante. Una serie de seis horas funciona mejor en una novela que una película, porque se pueden desarrollar más los personajes”.