Pélalo suavemente y verás: el debut de The Velvet Underground sigue expandiendo su legado

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No sólo Metallica y Elvis Costello reviven sus discos más emblemáticos este año en voces de otros colegas. Este viernes un variado grupo de artistas de distintas generaciones y corrientes  -de Michael Stipe e Iggy Pop a St. Vincent y Courtney Barnett- estrena una colección de reversiones de los once temas del debut del grupo de Lou Reed, John Cale y Nico, con las que resucitan -y reimaginan- el irrepetible y experimental universo del clásico de 1967.


El cliché dice que cada persona que compró una de las primeras 30 mil copias que salieron a la venta de The Velvet Underground & Nico, en marzo de 1967, terminó formando su propio grupo. Lo dijo el músico y productor inglés Brian Eno, uno de los que en su juventud adquirió uno de esos primeros y escasos ejemplares de la primera edición de discos que el entonces quinteto sacó a la venta hace 54 años, ante la indiferencia de la mayoría de los críticos, los medios y el gran público.

Pero Eno, que cuatro años después se integraría a Roxy Music para luego iniciar una impresionante carrera en la música, sabía que en ese álbum atípico, oscuro y experimental había algo más. Una compuerta que se abría.

Tendría que pasar una década, con el grupo ya separado, para que el debut de The Velvet Underground fuera apreciado realmente por el mainstream y la prensa especializada. Y otros diez años más para que aparecieran los primeros frutos de las semillas que plantaron Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker y Nico en su primera vez juntos en el estudio y en el más icónico -aunque no necesariamente el mejor- de los cinco discos oficiales del grupo neoyorquino.

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Si bien artistas como David Bowie, Iggy Pop & the Stooges o los Ramones se cuentan entre quienes recibieron de inmediato el influjo de un LP que, se dice, ha impulsado subgéneros musicales completos de la música popular (punk, garage, krautrock, post-punk, shoegaze, new wave indie y casi todo lo que después se definió como “alternativo”), los herederos directos de Velvet Underground aparecerían recién a partir de los años 80. Desde R.E.M. y Metallica a Sonic Youth y Nirvana.

Para qué decir The Strokes, The Moldy Peaches o en general todo grupo que se precie de “indie” en el siglo XXI, donde la reverencia ya es completa.

Como muestra del impacto que ha tenido el clásico de 1967 en diversas generaciones, este viernes se libera un nuevo disco tributo a The Velvet Underground, centrado precisamente en ese primer disco. Si bien ya han habido otros homenajes al icónico álbum del plátano diseñado por Andy Warhol -cuyo edición original invitaba a sacar un adhesivo con la leyendo “pélalo suavemente y verás”-, el que se lanza ahora pareciera ser el más amplio, transversal y estelar de este tipo de tributos que se han hecho hasta ahora, con un variopinto listado de once artistas que, además, se las arreglan para perpetuar y a su vez reimaginar el espíritu experimental, caótico y rupturista del disco original.

La lista, casi tan amplia como la de los últimos tributos a Metallica y Elvis Costello, incluye a Michael Stipe, de R.E.M., y una aún más frágil  versión de Sunday morning. A Matt Berninger de The National cambiando el tono de I’m waiting for the man y un cover de Femme Fatale a cargo de Sharon Van Etten y Angel Olson.

Kurt Vile entrega una interesante relectura de Run run run; St. Vincent y el compositor Thomas Bartlett convierten All tomorrow’s parties’ en un bizarro dueto de palabras habladas entre Annie Clark y un vocoder sobre una base retro; Thurston Moore (Sonic Youth) y Bobby Gillespie (Primal Scream) se encargan de versionar Heroin, mientras que las jóvenes King Princess y Courtney Barnett se apropian con comodidad y soltura de There she goes again e I’ll be your mirror.

Fontaines D.C. y el propio Iggy Pop replican el caos y el frenesí de Black angel’s death song y European son al cierre del álbum, titulado I’ll be your mirror: The Velvet Underground & Nico.

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“Lo más satisfactorio de este mirror (espejo) es que refleja la esencia oscura y experimental del original”, dice la reseña del portal británico NME. “Es alentador saber que, más de 50 años después, The Velvet Underground & Nico tiene descendientes igualmente aventureros e intrépidos que aún alimentan su espíritu”.

“Cuando la última melodía termina, abruptamente, por supuesto, es como ese paseo de carnaval que se detiene en seco, dejándote las mismas sensaciones que la primera vez que escuchaste The Velvet Underground & Nico: mareado, emocionado, curioso, hambriento de más”, asegura la crítica del sitio de Rolling Stone, que asegura que el tributo “reafirma el peso de la importancia de los Velvet Underground, que innumerables artistas reflejan todos los días, lo reconozcan o no”.

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