Era una reacción esperada, y llegó. Este martes sacó la voz el ministro Hernán Larraín, para referirse a los coletazos que trajo su aparición en el documental de Netflix Colonia Dignidad: Una secta alemana en Chile.
El titular de Justicia sostuvo que es “muy bueno que se conozcan hechos que no se conocían a través de esta serie”, pero remarcó que en lo que respecto a su rol “no muestran nada nuevo que no se supiera”.
“Son declaraciones que también se habían dado en televisión y que circulan hace años, correspondiendo a una declaración inicial cuando se supo de estos hechos que eran nuevos hasta entonces”, añadió Larraín en declaraciones a 24 H.
Incluso, señaló que debido a las acusaciones contra Paul Schäfer, su postura inicial sobre la Colonia germana fue cambiando. “Fueron reacciones eventuales que después fueron cambiadas y expresé todo mi repudio. Dejé de tener contacto con la gente de Dignidad el año 1997, nunca más tuve contacto y, por supuesto, pidiendo las sanciones más duras para quienes correspondían”.
Además, el padre del cineasta Pablo Larraín indicó que en su minuto fue contactado por la gente del documental para dar su testimonio, pero que prefirió restarse. “Es mejor estar fuera, porque uno se presta para juegos que uno no sabe. Si bien se da información real no cuentan el contexto ni reacción posterior ni parte de los hechos, los cuales si fueran narrados enteros los chilenos estarían tranquilos”.
Añadió: “Todas mis actuaciones fueron públicas. De hecho, fueron tan conocidas que en la próxima elección saqué la más alta mayoría en Parral y la zona donde está vinculada Dignidad”.
“No hay nada nuevo, está bien que los chilenos conozcan esta realidad, pero que no se aprovechen políticamente algunos para otros fines”, cerró.