Marineros fue un éxito rápido y efervescente. El dúo integrado por Cer y Soledad apareció hacia 2013-2015 con una propuesta que encarnaba melancolía, pop, detalles sintéticos bien urdidos y en general una propuesta que encajaba con la naturaleza estética y confesional de esos años en el cancionero chileno.

Pero ahora, seis años después de su aplaudido debut (O Marineros) que incluso acumuló alabanzas de medios internacionales, están dispuestas a romper con el tronco en común.

“Cer y Soledad dejan atrás la versión de Marineros que encajaba en el relato del pop chileno de la década pasada y salen por completo de cualquier molde generacional”, reafirma taxativo un comunicado que presente su último single, Rosas, donde se mantiene cierto acento evocativo como eje, pero esta vez hilvanado con guitarra acústica y una atmósfera aún más crepuscular.

Una vibra contemplativa, reflexiva, de tonalidades invernales, pero que ellas prefieren comparar con su tema debut de hace seis años, una de las cartas que las lanzó hacia el mayor reconocimiento, Espero: “Si nuestra primera canción era un nuevo amanecer, Rosas es como un último atardecer”.

El comunicado sigue: “El capítulo que inicia Marineros viene marcado por el fin de la inocencia y de las ilusiones en torno al amor romántico, y se inspira en las crisis de identidad que arman y desarman a las personas. En todas sus dimensiones, Rosas expresa un nivel de conciencia distinto, enlazado también con los cambios epocales que vive la sociedad. Será esa, adelantan Cer y Soledad, la tónica del disco que pretenden lanzar a mediados del próximo año, y en el que, a pesar de haber cambiado, ‘seguimos buscándole sentido al mundo mediante la música’”.

La vuelta a la actividad de Marineros no solo será discográfica: este 16 de octubre se presentarán en Sala Metrónomo junto a su nueva formación en vivo. Un mes después, el dúo partirá a México para realizar cinco fechas en distintas ciudades, partiendo por la capital.

.