El fado es una expresión cultural tan evocativa como legendaria. Asentada en la melancolía, la nostalgia y la frustración propia de los barrios citadinos más humildes, y musicalizada por la expresividad de la guitarra portuguesa de doce cuerdas, se ha convertido en uno de los máximos patrimonios culturales de ese país, representativo como pocos de su idisioncrasia y su personalidad artística.
Una huella expandida por distintas latitudes y que también ha hecho eco en Chile, donde ya se cuentan cuatro versiones del Festival de Fado en el Teatro Nescafé de las Artes.
Y ya hay fecha para una quinta entrega: será el miércoles 24 de noviembre, a las 20.30 horas, con la cantante Sara Correia como invitada. Gracias a una trayectoria de más de una década y a tres álbumes desde 2018, la artista es considerada la gran voz de la nueva generación de fadistas.
De hecho, empezó a los 13 años, cuando se consagra como vencedora de la Gran Noche del Fado, al tiempo de ser invitada a cantar en la Casa de Linhares, icónico espacio donde aprendío de grandes como Celeste Rodrigues, Jorge Fernando y Mariada Nazaré, pero siempre considerando a la legendaria Amalia Rodrigues -la gran icono del género- como principal fuente de inspiración.
Con distribución física de su primer disco en territorios como Reino Unido, Francia y Japón, la artista dio solo en 2019 más de 30 conciertos en países como España, Corea del Sur, Noruega, Austria e Italia, al tiempo de participar en el Festival de Fado de Sevilla.
Ya con su segunda placa, DoCoração (2020) –nominado al Grammy Latino como Mejor álbum de raíces en lengua portuguesa-, Correia toma los sonidos de Portugal desde distintos ángulos, además de entregar diversas formas de cantarle al amor. Un trabajo que, según auncian los organizadores de su visita, mostrará en Chile en paralelo a algunos temas dedicados a Lisboa, ciudad que la ha visto crecer en sus barrios.
El Festival de Fado ha tenido un rotundo éxito en el tradicional recinto de Providencia con las presentaciones de Carminho (2016), Mariza (2017), Kátia Guerreiro (2018), así como el regreso –por separado- de Carminho y Antonio Zambujo (2019), lo que confirma el revival en algunas audiencias de esta música lusa.
El fado, por lo demás, es considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las entradas para la próxima edición tienen precios que van de $30.000 a $50.000 (20% descuento socios Comunidad de las Artes). Ventas en boletería teatro y a través del sistema Ticketek.