No ha sido un último año de festejos para las salas de cine del planeta. La pandemia obligó a cerrar casi la mayoría de los complejos, por lo que durante meses estuvieron sin recibir público, lo que golpeó fuertemente las arcas de una de las industrias más populares y rentables del espectáculo.
A ello se suma que, frente a tal escenario adverso, muchas compañías decidieron estrenar sus producciones en plataformas de streaming, como sucedió con Warner Bros en alianza con HBO Max, y Disney con Disney+, lo que arrojó menos ingresos, sin jamás replicar el impacto de llevar una historia a la pantalla grande.
Pero toda desgracia pasa y lentamente los recintos están retomando su ritmo habitual. Y también el arribo de grandes producciones. La última es el filme de ciencia ficción Dune, de Denis Villeneuve y protagonizado por Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson y Zendaya entre otros, convertido en el mejor estreno de pandemia para Warner.
Estrenada en los cines de EE. UU. este 21 de octubre de 2021, la cinta obtuvo un total de US$40,1 millones. Esto supera por amplio margen los US$31 de Godzilla vs Kong, que llegó a las salas en marzo de este año y que poseía previamente el récord.
A nivel mundial, Dune también acumuló US$47 millones durante su fin de semana de estreno. En el total, agrupando tosas las latitudes, la cinta arroja US$220 millones en taquilla.
Todo ello parece tener como único destino el éxito, al menos financiero: el filme tuvo un costo de producción de US$165 millones, sin contar los gastos de marketing, por lo que iría en camino a recuperar su inversión. Y, por lo demás, deja en la industria el sabor dulce de que -pese al reinado del streaming durante la etapa de encierro-, el cine sigue siendo un protagonista irremplazable.