La última parada de Clint Eastwood en los cines fue en septiembre pasado. Meditativa y sentimental, Cry Macho le dio el papel de un veterano que se encariña con el adolescente al que debe raptar y llevar de vuelta a Estados Unidos, como parte de un encargo de su antiguo jefe.
El filme –reciente adición del catálogo de HBO Max– es probablemente su película más serena como director desde Los puentes de Madison (1995), su recordada reunión fílmica con Meryl Streep. Un largometraje que, curiosamente, podrá volver a verse en un par de semanas (18 de noviembre), cuando las salas locales le otorguen nuevas funciones. Eastwood regresa multiplicado a la pantalla grande pese a la pandemia.
El reestreno es parte de la celebración de Warner Bros. a sus 50 años de carrera como director, que arrancó en 1971 con el thriller psicológico Play misty for me. Su extenso recorrido incluye títulos tan macizos como Bird (1988), Los imperdonables (1992) y Río místico (2003), pero en cines chilenos el festejo lo comandará el drama romántico en que encarnó al fotógrafo Robert Kincaid, protagonista de un amor imposible con el ama de casa interpretada por Meryl Streep.
Aunque la dirección no corrió por su cuenta (obra de un ya experimentado Don Siegel), Harry el sucio (1971) es un clásico incontestable de la filmografía de Eastwood. Marcó la primera de las cinco veces en que se puso en la piel de Harry Callahan, el incorregible policía de San Francisco que se guía por su propio código moral. El público local podrá verla una vez más a partir del mismo jueves 18 en multisalas.
El regreso de ambas cintas se suma a otra reposición: Harry Potter y la piedra filosofal (2001), que retornará a los cines el 11 de noviembre, a propósito de las dos décadas que cumple la saga basada en los libros de J. K. Rowling. El detalle de la venta de entradas para cada una se anunciará en los próximos días a través de las páginas webs de las cadenas.