Quizás son la pareja más importante de la literatura a nivel mundial, como en su minuto lo fueron Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir; Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo; Octavio Paz y Elena Garro; Sylvia Plath y Ted Hughes, o la muy mediática de Karl Ove Knausgård y su exesposa, Linda Boström. Hablamos del binomio conformado por los estadounidenses Paul Auster y Siri Hustvedt.
Ambos, escritores notables de nuestro tiempo, tuvieron la oportunidad de dar una charla conjunta en el cierre de la 13ª edición del Festival Internacional del Libro de Buenos Aires (FILBA), el pasado 24 de octubre. En casi una hora de diálogo vía online con el periodista Nicolás Artusi, la pareja se explayó de diferentes temas en el living de su casa en Brooklyn.
Las vacunas y el virus
Por supuesto, la pandemia es un tema que ambos abordaron, y en general defendieron la eficacia y el uso de las vacunas para combatir al covid-19, aunque en este plano, manifestaron algunas reflexiones, como el acceso poco equitativo al fármaco y el comportamiento de quienes no desean vacunarse.
“Estamos viviendo en un mundo en el que existen muchas disparidades y contradicciones -señaló Auster-. Todos sabemos que las vacunas son la única cosa que puede terminar con la pandemia. Hay muchos países que no tienen acceso a las vacunas; en Estados Unidos, donde tenemos suficientes para todo el mundo, un gran porcentaje de ciudadanos se rehúsa a recibir la vacuna por motivos que realmente no comprendo. Es como si las personas de manera voluntaria se estuvieran convirtiendo en potenciales asesinos o quisieran suicidarse; estamos retrocediendo en lugar de progresar y solucionar el problema, cuando el poder de hacerlo está en nuestras manos”.
Auster puso el ojo en las consecuencias que ha traído el virus en Nueva York: “En general, admiro cómo han llevado esto los neoyorkinos la pandemia: la gran mayoría se ha vacunado y cumplen con las reglas como adultos. Pero la pandemia trajo muchas consecuencias negativas: la violencia armada creció exponencialmente, de mayo de 2020 a mayo de 2021 se registraron 70% más tiroteos. Y eso se siente en el aire”.
Hustvedt señaló al respecto: “Las vacunas son una gran esperanza para el mundo -comenzó Hustvedt-. Y al mismo tiempo esto todavía no se terminó. Las lecciones continuas tienen que ver con la interconectividad, no solo de los humanos: todos los ecosistemas están conectados”.
“Estoy vacunada y las vacunas son una gran esperanza para la humanidad. Pero creo que una de las grandes enseñanzas de todo esto es que los ecosistemas están interconectados y que si no resolvemos esto de una forma global, no lo resolveremos”, agregó la autora de El verano sin hombres.
Además, Hustvedt añadió: “Esta desigualdad tan cruda en la cultura y en la ciudad creó ansiedad, depresión e infelicidad”, y a renglón seguido se permitió una reflexión, culpando al “individualismo feroz” de las conductas antivacunas y remató: “Hay dos bandos en una sola batalla y nuestra democracia pende de un hilo”.
¿Será la pandemia material para nuevos libros? Auster respondió con ciertas dudas. “Quién sabe. Si algo hemos aprendido en nuestra larga vida es que los humanos son impredecibles. Cuando nos mejoramos de una gripe o una neumonía, no pensamos más en la enfermedad. Hace falta mucho tiempo para que surja una verdadera ficción a partir de hechos históricos”.
Por su lado, Hustvedt indicó: “Creo que solo hay tres monumentos en el mundo que conmemoran la pandemia de 1918″, y a diferencia de su marido, señaló: “¡Bueno, yo incluiré la pandemia en mi próxima novela! Así que hay una escritora que tiene este plan, aunque los planes cambian siempre”.
Escritores y pareja
¿Cómo es la vida de una pareja de escritores famosos? Auster comenzó señalando: “Los dos trabajamos muy fuerte durante la semana. Los fines de semana nos la pasamos en el sillón mirando películas viejas en blanco y negro”. Y agregó que por la pandemia, se acostumbraron a hacer más vida doméstica. “No salimos mucho ahora”, dijo Auster.
Además, Auster comentó cómo es su mecanismo de escritura conjunto: “Toda nuestra vida literaria la hicimos juntos. Nada sale de la casa sin la aprobación del otro: yo leo absolutamente todo lo que hace y ella lee todo lo que escribo”.
Hustvedt añadió: “Es como tener al ‘editor en casa’. Creo que nuestro diálogo como pareja se volvió ágil y sólido en parte porque los dos hacemos lo mismo. Nos conocimos cuando yo tenía 26 y él, 34. Recién empezábamos”, recordó ella para dar cuenta de cuánto tiempo ha pasado.
Además, la autora de Recuerdos del futuro fue consultada cómo era ser mujer en el campo literario y lela comentó su modo de enfrentarlo: “Cuando puedes contextualizar los hechos horribles que enfrenta una mujer escritora en el marco de una época, te liberas de la estupidez. Un día finalmente entendí que no tenía que ver conmigo sino con mi género y fue liberador, me sacó inmediatamente el dolor de encima”.
“Hay muchos ejemplos de escritores que fueron desplazados y luego redescubrimos -indicó-. Tenemos que ser muy cuidadosos con la idea del canon, que establecen personas que ocupan posiciones de poder en el mundo de la cultura y que tienen una avidez más excluyente que incluyente. Como mujer, debo decir que descubrí escritoras que habían sido ridiculizadas u olvidadas, como Margaret Cavendish, una de las grandes filósofas naturalistas del siglo XVII”.
No hay que decir mucho sobre la trayectoria de ambos. Auster, es poeta, guionista de cine, traductor del francés, ensayista, y entre sus obras destacadas están La trilogía de Nueva York, Leviatán, El palacio de la Luna y El país de las últimas cosas. Por su lado, Siri Hustvedt es autora de las novelas Todo cuanto amé o El verano sin hombres y de ensayos como Vivir, pensar, mirar, además recibió el Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2019.
Asimismo, Paul Auster será una de las novedades de Seix Barral en nuestro país con el libro La llama inmortal de Stephen Crane, una especie de biografía literaria del legendario escritor estadounidense de principios del siglo XX.