Llanto maldito reúne una buena cantidad de aquellos tópicos clásicos de una película de terror: un retiro a una zona remota, una cabaña y extraños sucesos en los alrededores a lo largo de los días que dura la estancia. Eso sí, de manera un poco más innovadora, los acontecimientos toman lugar en Colombia y no en un remoto paraje estadounidense o europeo.
En un tono mucho más local, la ficción de hora y media sigue a un núcleo familiar que se adentra en un bosque para pasar sus vacaciones. Claro que pronto descubren que aquella reclusión, donde intentan curar los roces de un matrimonio al borde del colapso, se ve perturbada por un ente que ronda la casona durante las noches y que termina por acechar a cada uno de los integrantes.
“En la primera capa es un drama familiar tremendo”, cuenta a Culto Paula Castaño, actriz protagonista que interpreta a Sara. “Es un papá y una mamá con dos niños, que acaban de tener una pérdida. Una mujer que dejó su trabajo de lado para estar con los hijos, envuelta en una depresión y muy turbada. Su esposo la quiere ayudar y no sabe cómo. Entonces esta familia entra en este bucle en que necesitan estar juntos. Por eso se van de paseo, porque no saben cómo salir de ahí y de esa tristeza”, detalla.
La ficción fue escrita y dirigida por Andrés Beltrán, realizador que previamente ha trabajado en productos como Bolívar y Distrito Salvaje, dos series disponibles en Netflix.
Se trata de un proyecto grabado antes de la pandemia, que planeaba llegar a las salas en 2020 y que recién hoy debutó para el público general en HBO Max. Aunque antes de eso también dio un paseo por el Festival de Cine de Sitges y el Grimmfest en Manchester, dos certámenes internacionales dedicados al cine fantástico.
“En este momento La llorona (2019, Guatemala) o Llanto Maldito son películas de una factura que no tienen absolutamente nada que envidiarle a cualquier película de Hollywood, tanto en dirección de fotografía, actuación, o efectos. Creo que entramos a competir y a dejar de imitar lo que podría llegar a ser una película de miedo hecha por estadounidenses”, cuenta Castaño sobre una idea de género que suena inusual en tierras colombianas y que afianza proyectos poco explorados en el cono sur.
Una cinta que funciona como una mezcla latinoamericana, en clave de homenaje, de películas talladas en la historia del cine de terror y de productos más contemporáneos como Babadook (2014), según asegura la actriz. Eso sí, más allá de lo local, su arribo a HBO supone la exposición en una de las principales vitrinas de la industria audiovisual a nivel global.
“Las plataformas siempre van a querer tener contenidos en general. Sin duda pienso que en este momento están abiertos a contar historias latinas e historias que difícilmente los canales nacionales quieran contar. En Latinoamérica o en Colombia estamos muy acostumbrados al melodrama, la sociedad está un poco construida así, era lo que pedía la gente, pero también no había ninguna otra opción”, dice hoy Castaño.
“Yo creo que a medida que las plataformas puedan contar otro tipo de historias, nuestras historias latinoamericanas van a ser más apetecidas. Argentina, México o Brasil nos llevan mucha ventaja en eso. Necesitamos contar otro tipo de historias, otro tipo de lenguajes, desde otro puntos de vista. Creo y espero, más allá de los negocios de la plataforma, que esta pueda entregar cosas nuestras interesantes”, concluye.
Claro que al largometraje también se suma la serie colombiana Mil colmillos, otra apuesta recién estrenada y la primera serie original de HBO hecha en ese país. Tal vez una pista del interés del streaming en crear contenido fuera de las fronteras usuales, o bien de recibir productos de foráneos.
Por lo demás, y adecuándose a estas fechas, el nutrido catálogo de horror y suspenso del servicio también reúne entre sus películas a la saga de El juego del miedo, El conjuro (2013), Pesadilla en la calle Elm (2010), El cadáver de la novia (2005) y cintas clásicas como Poltergeist: Juegos diabólicos (1982) o El resplandor (1980) de Stanley Kubrick.