Mientras avanzan las investigaciones policiales, nuevos datos y acusaciones van apareciendo alrededor del mortal accidente sucedido hace dos semanas en el rodaje del western Rust y que ha dejado perpleja a la industria mundial del cine.
Ahora han sido los abogados de Hannah Gutierrez Reed, la armera del rodaje en el que Alec Baldwin mató accidentalmente a Halyna Hutchins, la encargada finalmente de operar las armas utilizadas, quienes han manifestado que piensan que alguien pudo tratar de sabotear la grabación al introducir munición real en el estudio.
“Creo que alguien que haría eso querría sabotear el set, querría demostrar algo, querría decir que está disgustado, que no está contento”, teorizó el abogado Jason Bowles durante una entrevista en la cadena NBC.
El representante de la armera justificó su hipótesis al recordar que hubo miembros del equipo que protestaron el día antes del accidente por las supuestas condiciones precarias en las que trabajaban y que horas antes de que se produjera el disparo letal un grupo de camarógrafos no sólo abandonó el estudio, sino que también hizo pública una carta expresando su descontento por situación laboral que atravesaban.
“Hubo personas que abandonaron el plató porque estaban descontentos. Y hubo un lapso de tiempo, entre las 11:00 y la 13:00, aproximadamente, en el que las armas de fuego estuvieron desatendidas, por lo que hubo oportunidad de alterar la escena”, justificó Bowels.
El otro abogado de la armera, Robert Gorence, detalló que su clienta también era supervisora de decorados, lo que imposibilitaba que estuviera pendiente de las armas durante los descansos a pesar de ser la responsable última del armamento presente en el estudio. O sea, subrayan que no podía estar concentrada en dos actividades a la vez.
Además, los abogados de la joven de 24 años han explicado que no tenía la obligación de estar presente en el ensayo donde se produjo el accidente porque era una prueba de cámara en la que, en principio, no iban a utilizarse las armas.
Los profesionales insistieron en que Gutierrez Reed cargó la pistola con balas que estaban en una caja cuya etiqueta indicaba “munición falsa” y que ella nunca introdujo balas de verdad en ese contenedor ni sabe cómo llegaron allí.
El Sheriff de Santa Fe, Adan Mendoza, dijo la semana pasada que había encontrado unos 500 cartuchos de munición entre los que había una mezcla de “cartuchos de fogueo, balas falsas y balas verdaderas”.
La actuación de Gutierrez Reed es de especial interés en la investigación que están llevando a cabo las autoridades de Nuevo México (Estados Unidos), ya que es una de las dos personas que manejó el arma antes de llegase a manos de Baldwin.
En el resumen, ambos abogados deslizan el concepto de “sabotaje” para retratar lo sucedido ese día y que alguien habría querido tomar alguna clase de venganza poniendo balas auténticas en el set de una película que, aún sin terminarse, ya adquiere ribetes fatídicos.