Travis Scott, uno de los raperos y cantantes más populares de los últimos años en Estados Unidos, enfrenta una etapa crítica y asediada por acusaciones de negligencia. El pasado viernes, mientras ofrecía un show en el festival Astroworld de Houston, Texas, una estampida en el público dejó un saldo de ocho muertos y más de 300 heridos, recordando otras tragedias, como la de Pearl Jam en el festival danés de Roskilde en 2000, cuando una situación similar culminó con nueve víctimas fatales.

En el caso de Scott, los asistentes al evento y los familiares de los fallecidos han vivido un auténtico calvario trágico y sin retorno. Para el cantante, todo ha sido un huracán difícil de detener, en un drama que seguramente cambiará su carrera para siempre.

Familiares de las víctimas en las afueras del parque donde se hizo el festival. (Photo by Thomas Shea / AFP)

Por ejemplo, varias víctimas del letal tumulto humano presentaron una denuncia contra él por negligencia e “incitación” al caos, lo que también salpica a otra estrella de la música, Drake, presente en la cita.

El abogado Ben Crump anunció el domingo por la noche que representa a varias víctimas y que ha establecido una denuncia en nombre de un joven de 21 años, Noah Gutiérrez.

Este último, según un comunicado del abogado, “describió escenas de caos y desesperación, durante las cuales él y otros asistentes al concierto que se hallaban en la zona VIP intentaron levantar del suelo a personas que pedían a gritos ayuda”.

El bufete de abogados de Texas Thomas J. Henry Law también anunció en un tuit el domingo que representaba a “varias víctimas de la tragedia del festival Astroworld”.

Una de ellas es Kristian Paredes, de 23 años, quien afirma que resultó “herido gravemente” durante el concierto, según el Daily Mail, que tuvo acceso al texto de la denuncia. Reclama más de un millón de dólares, según la misma fuente.

En total casi 50.000 personas se hallaban entre la muchedumbre que acudió al festival. Más de 360 policías y 240 guardias velaban por la seguridad.

REUTERS/Callaghan O'Hare

En torno a las 21.00 locales, la multitud comenzó a abalanzarse hacia el escenario, causando pánico y heridos. Acto seguido algunas personas cayeron al suelo y se desmayaron, lo cual incrementó el miedo, informaron las autoridades.

No está claro lo que Scott vio desde el escenario y si estaba al tanto de las condiciones de la multitud en ese momento, pero continuó actuando hasta aproximadamente las 22:10. Eso es aproximadamente 40 minutos después de que se informaron los primeros reportes de lesiones a las autoridades y poco más de 30 minutos después de que declararan el concierto “evento de múltiples víctimas”, según los tiempos dados por el jefe de bomberos de Houston, Samuel Peña, en una conferencia de prensa el sábado por la mañana.

Por su parte, Kristian Paredes, el demandante de 23 años, también se querella contra los organizadores del concierto, la gigante Live Nation -la principal promotora de recitales en todo el planeta- y el parque NRG de Houston.

En su denuncia afirma que hubo muertos y heridos debido a “la negligencia e imprudencia” de los acusados, de sus agentes y de sus empleados.

“Varias personas suplicaron ayuda a los agentes de seguridad de Live Nation, pero no les hicieron caso”, afirma el texto, citado por los medios de comunicación.

Drake (Photo by Dave Kotinsky / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / AFP)

La denuncia, presentada ante el tribunal de Houston, asegura que Travis Scott ya “incitó al caos” en conciertos anteriores. También acusa al propio Drake de contribuir a los hechos por haber seguido cantando pese a que la muchedumbre “se volvía incontrolable”.

Otras personas sin embargo afirman que Travis Scott dejó de actuar al ver a fans desesperados cerca del escenario. El cantante dijo en sus redes sociales estar “absolutamente devastado” por lo ocurrido.

“La multitud se hizo cada vez más apretada, y en ese momento era difícil respirar. Cuando Travis salió interpretando su primera canción, fui testigo de cómo la gente se desmayaba a mi lado”, dijo TK Téllez, joven de 20 años, en una declaración a CNN.

“Todos gritamos pidiendo ayuda y nadie nos ayudó ni nos escuchó. Fue horrible. La gente gritaba por sus vidas y no podían salir. Nadie podía mover un músculo”, siguió.

Según el alcalde de Houston, Sylvester Turner, las autoridades están examinando las grabaciones y hablando con los testigos, los organizadores del concierto y las personas hospitalizadas.

Quizás como una manera de reparar en algo todo lo acontecido, el cantante anunció que reembolsará el dinero de todos los asistentes del festival. Según señala Variety el estadounidense decidió devoler el valor de las entradas y aprovechó de cancelar su participación en un festival en Las Vegas este fin de semana.

“Esto no fue cun concierto, fue una lucha por sobrevivir”, es lo que se escucha a coro de parte de los afectados, en otra situación que enluta la música en vivo.