Ricky Gervais, casi siempre un hombre de comedia, escribió una reflexión en marzo de 2016: “The killing, The bridge, Trapped... ¿por qué no podemos hacer dramas así? Tan interesantes, diferentes y valientes”.

Sin mencionarlo, el cerebro de la The office británica y After life aludía al nordic noir, el género de series que ha conquistado al mundo a punta de rompecabezas policiales y personajes dañados y contradictorios en el contexto de las sociedades escandinavas. Una tendencia en la TV en la que fue crucial el desarrollo de la ficción televisiva proveniente de Dinamarca: tanto The killing como The bridge (coproducida con Suecia) nacieron en Copenhague.

Comparte el mismo origen el irresistible entramado político de Borgen (hoy en Netflix y con cuarta temporada en camino) y la ciencia ficción post apolítica de The rain. Pero el punto de comparación cuando se trata de las series danesas siguen siendo las historias con el esqueleto del crimen en su narración.

Kaspar Munk, director de los ocho capítulos de la serie Kamikaze, reconoce esa tradición. “Hemos estado trabajando en este tono noir escandinavo durante muchos años, por lo que es muy bueno tener un producto que en sí mismo quiere proponer algo diferente. Aún tenemos un tono y una historia seria en esta serie, pero simplemente se cuenta de una manera diferente. No se trata de permanecer en el tono oscuro todo el tiempo”, señala el realizador danés.

La nueva producción de HBO Max que encabeza tiene una fatalidad en su punto de partida: Julie (Marie Reuther) es una joven popular y rica de Copenhague a la que la tragedia la azota cuando pierde a su familia completa en un accidente aéreo en África. La ficción da una pincelada por la vida de la protagonista antes de enterarse de la noticia, para luego adentrarse en el complejo viaje interior y exterior que emprende tras el golpe.

Si la serie aborda ese drama con matices es en buena por los atributos de la novela de 2007 que adapta, escrita por el noruego Erlend Loe. “Julie tiene pensamientos humorísticos alrededor de la vida, la muerte y la pérdida. Hay un tono humorístico pese a que es un tema muy oscuro y que ella está en una crisis existencial. Llevar eso a la acción fue parte de la adaptación, que fue desafiante pero también muy interesante”, plantea a Culto la guionista del proyecto, Johanne Algren, sobre lo que llama “una gran combinación”.

Y profundiza: “No tenía ningún deseo de entrar en un drama pesado sobre la pérdida. Tenía el deseo de mostrar este cuento de hadas absurdo, vibrante y enérgico, junto con la oscuridad de él”.

Elegida mediante un extenso proceso de casting, la joven Marie Reuther asume el rol principal, un personaje que es un huracán de emociones que se examina a través de los ocho episodios de media hora (los dos primeros ya disponibles en la plataforma HBO Max).

“Creo que Julie es un personaje universal en cierto modo, creo que representa a la joven de un mundo privilegiado. Esas son las chicas que representa, y no todas las chicas escandinavas son así”, indica la actriz sobre la suerte de arquetipo que encarna su rol hasta que llega al punto de no retorno de la historia e inicia “un viaje para lidiar con la pérdida y encontrar un significado”.

“Creo que no es necesario haber experimentado lo que Julie experimenta para comprender ese estado mental. Creo que todos podemos identificarnos con ese vacío, la desesperación y la incredulidad frente a la vida, especialmente con este elemento de tratar de controlar la vida, tratar de hacer planes y darte cuenta de que no estás a cargo, no tienes el control de las cosas. Es importante aceptar esa imperfección de la vida y creo que todos podemos identificarnos con eso”, expresa Algren.

Mientras que el director Kaspar Munk explica que la identidad de la ficción consistió en “alejarse de Dinamarca”, Marie Reuther describe una característica de Kamikaze que la separaría de algunas de las producciones más populares de su país. “Dinamarca es muy famosa por el nordic noir y por las cosas ligadas al crimen, pero creo que esta es una historia universal sobre una persona que está en crisis. Está basada en el personaje, no tanto en la trama, y creo que eso la hace diferente de muchas otras series daneses, lo cual es genial. Y eso es nuevo, diría yo”, sostiene.