“La chilena más mexicana”. De esa forma fue presentada una y otra vez Mon Laferte en la emisión del canal TNT de los premios Grammy Latinos que se entregaron anoche en Las Vegas, donde precisamente la chilena fue una de las protagonistas.
Y no sólo por ese singular apelativo, lo que da cuenta de una trayectoria artística y de vida que la tiene hace largo rato en tierras norteamericanas, desde cuando llegó siendo una completa anónima en 2008, para casi un lustro después despegar y establecer al país como trampolín hasta convertirse en una de las cantautoras más célebres de la región.
De hecho, la voz de Tu falta de querer llamó la atención desde mucho antes que empezara la emisión televisiva o que el escenario del MGM Gran Garden Arena diera el vamos a la cita. En la alfombra roja, Laferte apareció exhibiendo un vestido abierto por el frente que le permitió lucir su avanzado embarazo.
“Estoy tan contenta. Es la primera vez que baby está en una alfombra y que recibe un Latin Grammy”, dijo al ser abordada por los micrófonos de la transmisión oficial, para referirse a un hito que ya había sucedido incluso antes: cuando en una ceremonia previa durante la tarde alzó un gramófono dorado en la categoría Mejor Álbum cantautor, por su disco Seis, acumulando cuatro en su historial (supera por lo demás a Beto Cuevas como la chilena más triunfadora en el certamen, ya que el ex La Ley sólo posee tres).
Luego siguió: “Es la primera vez que esta categoría la gana una mujer. De hecho se llama Álbum cantautor, deberíamos ponerle Álbum cantautor, cantautora, cantautore jaja... pero es un álbum muy especial en mi vida, de hecho lo hice en pandemia, es muy mexicano y es un regalo de mí para México”.
Después habló de su reciente trabajo, salido hace sólo unas semanas, 1940 Carmen. “Ha sido un año muy bonito. Deseaba embarazarme. Aquí está. Quería ganar un Grammy. Acá está. Ya está todo. Lo que más quiero es que mi baby esté bien y que nazca bien, y que el próximo año pueda retomar todos los conciertos que quiera”.
Pero su felicidad no se detuvo ahí, pese a que todos los flashes acechaban su look y su figura. Ya con la ceremonia en marcha, sobre la mitad, la viñamarina saltó a escena para encarnar uno de los shows destacados de la velada: primero cantó Se me va a quemar el corazón junto a La Arroladora Banda el Limón, numeroso tándem de músicos adscritos a la música norteña, ídolos en México y en una formación dominada por bronces chillones y juguetones.
Luego, cambio de escenario, se saca su voluminoso y colorido vestido, y desde una cama en las alturas la recibe otro ícono de ese país, Gloria Trevi, con quien dispara los versos de desamor y olvido de La mujer. El dúo fue ovacionado desde las primeras filas.
Mon Laferte fue anoche pura mexicanidad. Por eso los anuncios de “la chilena más mexicana” parecieron más que nunca totalmente apropiados.