No todo vino de su imaginación. Como suele ocurrir con la mayoría de los escritores, en el caso de Rudyard Kipling la fuente prístina de los relatos que componen su obra más conocida vino de algún lugar lejos de las bibliotecas, archivos y museos.
“Deber de gratitud es igualmente para el autor el confesar que el cuento Rikki-tikki-tavi es, en sus líneas generales, el mismo que le relató uno de los principales erpetólogos de la India septentrional, atrevido e independiente investigador que, resuelto ‘no a vivir, sino a saber’, sacrificó su vida al estudio incesante de la Thanatofidia oriental”, anotó el mismo Kipling en el prólogo de su libro El libro de la selva.
Asimismo, reconoció que se basó en un elefante para al menos un par de cuentos. “El sabio y distinguido Bahadur Shah, elefante destinado a la conducción de bagajes, que lleva el número 174 en el libro de registro oficial de la India, el cual, junto con su amable hermana Pudmini, suministró con la mayor galantería la historia de Toomai el de los elefantes y buena parte de la información contenida en Los servidores de Su Majestad”.
Que Kipling hay nombrado esos relatos tiene que ver con el que corazón de El libro de la selva no es una sola historia. En rigor, se trata de una compilación de cuentos y que hasta nuestros días ha quedado como un clásico, y que más de alguien debió leer en el colegio como lectura obligatoria.
Como ocurría en la época, fue publicado entre los años 1893 y 1894 a través de revistas. En 1894 salió a los escaparates como un libro único.
De los cuentos, el más reconocible es el del pequeño Mowgli, el chico abandonado en la selva y recogido por una manada de lobos -cual Rómulo y Remo- y cuyo destino es dar muerte al inefable tigre de Bengala Shere Khan. Sobre el origen del personaje, acaso consciente de su valía, Kipling guardó un misterioso silencio. “Las aventuras de Mowgli fueron recogidas, en varias épocas y lugares, de multitud de fuentes, sobre las cuales desean los interesados que se guarde el más estricto incógnito”.
La historia de Mowgli, como una novela en partes, ocupa buena parte de los relatos que conforman el libro, y le dio trascendencia al autor, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1907. En términos estrictos, se trataría de una fábula, puesto que a través de la humanización de animales como lobos, osos, o serpientes, Mowgli va aprendiendo valores que se detallan en la Ley de la selva, la cual le es instruida por el oso Baloo.
El libro fue llevado al cine. En 1967 con la factoría Disney (remasterizada en 2016); y en 2018 vía Warner Bros estelarizada por Christian Bale, Cate Blanchett, Benedict Cumberbatch y Freida Pinto.