1. Un cartel selecto, arriesgado y paritario
Por sobre todo, está la música. Y si hay algo con lo que Primavera Sound ha logrado sorprender año a año, desde su primera versión en Barcelona en 2001, es su constante búsqueda para conciliar la presencia de figuras consolidadas del rock y el pop anglo, junto a propuestas más alternativas, héroes y heroínas del indie, electrónica de masas y también de vanguardia, además de dar cabida a muchos grupos locales y ritmos vernáculos de diversas latitudes, desde la cumbia tropical y el flamenco español a la música africana.
“Sin lugar a dudas Primavera Sound marca un hito en la producción de eventos en Chile. Es un festival que principalmente se basa en la música y en el que sus fundadores aseguran que el lineup completo, todos los artistas que aparecen en el cartel, son los headliners”, explica Felipe Araya, director general de Rock Santiago, la productora local que en noviembre del próximo año trae al Parque Bicentenario de Cerrillos el festival barcelonés, que en 2022 también se expandirá a Los Angeles (EE.UU.).
Un espectáculo que se ha convertido en parada obligada para grandes y muy distintos referentes de la música anglo, como The Cure, Blur, Radiohead, Patti Smith, PJ Harvey, Neil Young y Pet Shop Boys, además de epicentro de grandes hitos para el rock del Hemisferio Norte. Tras dos años suspendido a causa de la pandemia, el evento volverá a Barcelona en junio de 2022 con un cartel aplastante que incluye a The Strokes, Nick Cave and the Bad Seeds, Dua Lipa, Tame Impala, Tyler, The Creator, Gorillaz, Beck, Megan Thee Stallion y Lorde.
Que los californianos Pavement, probablemente los grandes íconos del rock alternativo y underground norteamericano de las últimas décadas, haya decidido postergar dos años su reunión en vivo sólo para estar en Primavera Sound 2022 habla de la importancia que tiene el festival español como vitrina y escenario para el resto del mundo.
“Obviamente siempre vamos a tener la música del presente, grandes bandas consolidadas, pero principalmente estamos mirando al futuro. Primavera Sound siempre está muy preocupado de lo que viene en la música, en la interconexión cultural con los distintos países y continentes. De esta manera se arma un gran cartel que está hecho por pequeñas minorías que hacen una gran mayoría, y a eso le sumamos las grandes bandas, lo cual es muy distinto a lo que hemos podido ver en los distintos festivales”, asegura Araya.
La del megaevento barcelonés que llega a Chile es, además, una curatoría que toma riesgos e impone tendencias. Paradigmático es lo ocurrido en su edición de 2019 en el Parc del Fórum -su epicentro en España-, donde una de las jornadas fue coronada por la presentación del colombiano J Balvin, en ese momento el máximo adalid de la música urbana en el planeta, pero resistido por los fans más puristas y militantes de la moral “indie”. Finalmente la actuación de Balvin fue un éxito y desde entonces el reggaetón ha ido ganando espacios en festivales alternativos.
A lo anterior se suma su apuesta por la paridad de género, con igual cantidad de artistas hombres y mujeres -o más específicamente, de grupos liderados por hombres y mujeres- sobre el escenario en cada edición de la cita. Una premisa que en el caso de su versión chilena pretenden también implementar, al menos de manera progresiva en el tiempo.
2. Santiago como protagonista
Una seña identitaria de Primavera Sound que se ha ido perfeccionando con el correr de sus ediciones es el involucramiento de la ciudad, de sus autoridades y de su circuito de salas, teatros y bares en la programación del evento. Un modelo que se repetirá y profundizará en la versión de junio de 2022 en Barcelona y que los productores que traen la franquicia a Santiago también buscarán replicar.
“Hay un elemento de responsabilidad con la ciudad. Nosotros hace años que hacemos un esfuerzo por ser un festival integrado en la ciudad, en este caso Barcelona, pero también con Porto y con Los Angeles. Queremos estar integrados en la ciudad y que la ciudad sea partícipe del festival”, explicaba a este medio en mayo Joan Pons, vocero de Primavera Sound, quien aseguraba entonces que la implicación y la coordinación con las autoridades catalanas y la buena disposición del ayuntamiento local fueron claves para acordar el regreso del evento después de dos años y con una pandemia encima.
De hecho, el diseño de festival que regirá en junio de 2022 en Barcelona se expandirá a dos fines de semana en el Parc del Fórum, sumando un circuito de shows de bandas locales y extranjeras que involucra a más de 10 salas y recintos cerrados de la ciudad, las que albergarán conciertos durante la semana y se reactivarán en lo económico recibiendo ingresos por venta de alimento, comida y porcentaje de entradas. Algo que esperan repetir en Chile, aunque a una escala menor, entendiendo que se trata de una primera vez.
“Es parte del ADN de Primavera Sound, y nosotros efectivamente vamos a replicar el modelo de Barcelona, que cuando aterriza no sólo lo hace en el lugar donde se hace el evento, sino que en la ciudad completa”, confirma Araya, quien detalla que el plan es poder tener incluso a grandes figuras anglo en recintos de mediana o derechamente acotada capacidad, generando experiencias irrepetibles.
“Vamos a estar siete días disfrutando de la música, las tendencias, de la cultura, en en distintos espacios, en salas de conciertos, en bares, en discoteques, en teatros, en explanadas al aire libre, entregándole a la ciudad completa un mundo de oportunidad, de cultura, de bandas emergentes y consolidadas que van a estar toda una semana para que Primavera Sound se transforme en el festival más importante que ha pasado por Chile”, afirma.
3. Venta de alcohol
Si se trata de cambios de paradigma, hay una novedad particular que Primavera Sound implementará entre el público local y, si bien extramusical, promete cambiar la experiencia de los asistentes a los festivales en el país: desde noviembre y en sus siguientes ediciones, quienes lleguen al Parque Bicentenario de Cerrillos y a las diversas actividades del evento, podrán comprar alcohol mientras disfrutan de música en vivo, no sólo en los sectores vip.
“Nuestro festival cambia el paradigma, cambia la forma de hacer eventos. Está enfocado en un público más grande, de 25-45 años, que quiere escuchar la música de otra manera, que quiere vivir un festival tomándose una cerveza”, promete Araya en torno a una de las claves con las que la franquicia busca diferenciarse de otros megaeventos locales, en algunos casos más enfocados en un público más adolescente.
“Nosotros vamos a vender alcohol en el festival, vas a poder ver a tu banda favorita tomándote una cerveza, tenemos una curatoría especial de los alimentos y bebidas, vamos a tener restoranes anclas, una serie de escenarios donde vas a poder elegir estar entre un escenario con más gente y otro con menos gente. Incluso vamos a tener estacionamientos exclusivos para autos de aplicaciones, de manera que las personas puedan llegar de una forma más expedita”, detalla el promotor.
Y agrega: “Vamos a tener un salón vip especial. Tenemos distintos formatos de confort para que la gente se sienta lo más cómoda posible y pueda disfrutar del festival de la mejor manera. Es un festival que viene a cambiar un poco las reglas del juego, entregando lo más posible a los consumidores en cuanto a música pero también en la experiencia. Para nuestro festival estamos preparando un venue (recinto) para que cada persona que asista tenga un espacio suficiente para disfrutar el festival, para descansar, con una zona verde muy presente durante todo el festival”.
4. Autoridades, vecinos y mesas de trabajo
Lo ocurrido con la postergada edición de Lollapalooza Chile, que aún no confirma su nuevo recinto luego de abandonar el Parque O’Higgins tras una serie de discrepancias y cortocircuitos con el concejo municipal de Santiago y una organización vecinal del barrio Rondizzoni, ha entregado una señal a todo el resto de los actores de los grandes eventos en Chile, sobre todo aquellos que se realizan en lugares públicos, durante varios días y que generan un impacto en la comunidad.
En ese sentido, los organizadores de la primera edición de Primavera Sound en la capital chilena aseguran que se han preocupado especialmente por este punto. Y además de las reuniones que hace más de un año han sostenido con autoridades del municipio de Cerrillos, del ministerio de Vivienda y Urbanismo y de la Gobernación Metropolitana -cuyos representantes participaban hoy de una conferencia para presentar el festival-, desde Rock Stgo destacan las mesas de trabajo que han iniciado con otras autoridades, la alcaldía y vecinos de sector, para escuchar sus inquietudes, llegar a acuerdos e intentar evitar que se repita lo ocurrido con Lollapalooza.
Por ejemplo, en una primera reunión colaborativa entre la productora, representantes del gobierno, el municipio y la comunidad, se trataron temas como el cuidado del medioambiente, la crisis hídrica, la inclusión laboral y la mitigación vial y de seguridad en las zonas donde se desarrollará el espectáculo.
“Sostenibilidad, igualdad de género, compromiso social e integración urbanística. Unos valores innegociables que garantizan que el impacto de Primavera Sound como comunidad de alcance internacional va más allá de lo estrictamente musical”, subraya un comunicado liberado hoy y firmado en conjunto por los promotores españoles y chilenos, donde se destaca “el compromiso y apoyo mutuo de las autoridades para elevar la cultura y promover a la música como una experiencia colectiva que estrecha el vínculo entre la comunidad”, así como la apuesta del evento por “integrarse con naturalidad dentro del tejido cultural de la ciudad que acoge la nueva cita”.
“Ya empezamos las mesas de trabajo con distintas autoridades y tenemos programada también una mesa de trabajo con los vecinos de Cerrillos que amablemente nos reciben, por lo tanto siempre estamos siguiendo el ADN de Primavera Sound, la inclusión, la paridad de género, el emprendimiento, el apoyo a los artistas emergentes”, comenta Araya.
5. Un nuevo polo musical en Sudamérica
Si hasta hace poco el calendario de megaeventos en Sudamérica se dividía y definía en base a dos ejes, el de Lollapalooza y el de Rock in Rio, dos gigantes de la industria que de alguna forma han alimentado de conciertos la cartelera musical de diversos países durante el primer y segundo semestre de cada año -respectivamente-, la llegada de Primavera Sound cambia el panorama y suma un tercer actor relevante al tejido de la música en vivo en el continente.
En lo concreto, a la espera de que se conozca el cartel de artista en los próximos meses -de 100 o 150 bandas y solistas según los organizadores-, el desembarco del festival de origen español sumará a una serie de figuras disponibles en la región a fines de cada año, una temporada que históricamente se nutría de Rock in Rio y de la disponibilidad de sus protagonistas para y visitar otras ciudades sudamericanas en esas fechas.
De hecho, buena parte de la cartelera chilena de megaeventos del último trimestre ha estado condicionada por la parrilla del festival brasileño, y 2022 no será la excepción, con estrellas como Coldplay y Justin Bieber moviéndose desde Brasil al Estadio Nacional de Santiago en septiembre próximo.
“Nosotros fuimos el primer país que se acercó, que vimos la oportunidad, la instancia de poder conocernos y por eso todo parte en Chile”, explica Araya, quien asegura que la edición santiaguina de la cita tendrá “intercambio cultural entre Europa y Norteamérica”.
“Chile es para ellos un país que tiene una estabilidad importante en la región, una tranquilidad y una seguridad relevante. Un ambiente donde la recepción del festival es propicio para traer la cultura. Pero también es un paso natural ya que Chile y Primavera Sound han tenido una historia de más de diez años, todos los años Chile manda una misión de artistas, de gente de la creatividad, a participar de Primavera Pro, el encuentro de la industria musical y creativa más importante del mundo”, agrega el promotor.