“Me voló la cabeza”: el amor de Gabriel Boric por la música de Tool

Se sabe que el Presidente electo Gabriel Broic es fanático del rock y que entre sus gustos figuran desde Chancho en Piedra hasta Pearl Jam. Pero es probable que ninguno desate tanto sus pasiones de melómano como Tool: es un declarado seguidor de los norteamericanos, conjunto de arquitectura musical compleja y estética intrincada, no siempre fácil de digerir, quizás por lo mismo con un culto amplio y leal en naciones como Chile.

Hasta 2019, Santiago oscilaba entre la primera y segunda ciudad del orbe donde más se le escuchaba.

Para esa oportunidad, Culto entrevistó a connotados fanáticos locales de la agrupación, realizándoles tres preguntas: ¿qué hace único al grupo?; ¿por qué gusta tanto en Chile? y ¿cuál es tu disco favorito?

Uno de los consultados fue Boric, en esos momentos diputado.

¿Qué respondió a cada una de las consultas? En el primer caso, dijo: “Los descubrí con Ænima. Me voló la cabeza. La profundidad del bajo, el ritmo oscuro, la potencia sucia de sus guitarras, la explosión de su batería y el misterio de la voz de Maynard (James Keenan) logran una síntesis hermosa entre angustia y libertad”.

Con respecto al arrastre masivo que gozan en el país -y que aún espera su debut en nuestros escenarios-, el proxio mandatario comentó que precisamente esa deuda pendiente ha generado cierta sensación de fidelidad a prueba del tiempo: “Sospecho que tiene que ver con que nunca han venido y los registros en vivo son malos. Eso genera un culto que, unido a la estética esotérica y transhumana, los vuelve muy interesantes”.

Ese mismo año, la productora Lotus, organizadores de Lollapalooza, intentaron traerlos, pero una serie de compromisos de los músicos dejaronla esperada visita en pausa hasta hoy.

Finalmente, reveló que le tiene “cariño infinito al (disco) Ænima y rescato el espíritu contestatario e iniciático del Opiate”. Aunque para él, “el más redondito es Lateralus. Discazo en todos los niveles”.