Pablo (Juan Cano) se gana la vida como paciente simulado. Sueña con convertirse en actor de cine, pero en lo inmediato debe enfrentar la serie de problemas que le causó que su compañero de departamento se fuera sin resolver todos sus compromisos. A sus tribulaciones se suma que repentinamente una presencia espectral empieza a acecharlo: le bota el chaleco del perchero, le rompe algunas de sus pertenencias, es un nuevo habitante de su propia casa.
Con ecos de comedia independiente, la película Proyecto fantasma representa el segundo largometraje de Roberto Doveris, el director, guionista y productor chileno que debutó en 2015 con Las plantas, una exploración en el intenso mundo de una adolescente apesadumbrada que vive su despertar sexual, que fue galardonada en el Festival de Berlín.
Ambos títulos comparten el interés del cineasta nacional por capturar los tiempos que corren bajo una mirada íntima y con tintes perturbadores, además de varios actores: la protagonista de esa primera cinta, la cantante argentina Violeta Castillo, interpreta un rol secundario en su nuevo filme; Juan Cano, a su vez, encarnaba a uno de los amigos de la chica en torno a la que giraba su ópera prima, y también se repiten Ingrid Isensee y Ernesto Meléndez.
Doveris imaginó Proyecto fantasma como una película más pequeña (“una obra entrañable e inclasificable”, dice la producción), pero su estreno mundial de todos modos se mantiene dentro de uno de los cinco mayores encuentros de Europa: el Festival de Rotterdam, que se desarrollará entre el 26 de enero y el 6 de febrero, la escogió como parte de su Selección Oficial y se convertirá en la cita que la exhibirá por primera vez en el mundo.
“Su curatoría posee un sello de innovación cinematográfica con el que nos sentimos muy identificados”, dice el realizador en un comunicado de prensa, en la previa a la proyección de una cinta que define como “una comedia indie, coral, donde intento representar las maneras de ser y sentir de una generación”.
“A pesar de que la película está llena de excentricidades, realmente reúne muchas experiencias personales que tuve con mis ex compañeros de casa, mis ex parejas, con mis amigos y familia. La verdad es que es un retrato de una época de mi vida, y el componente del fantasma es la cuota de fantasía que nos regala la ficción, el cine”, explica el también productor de El príncipe y El pa(de)ciente.
Dentro de esa colección de elementos también irrumpe un retrato de las redes sociales y, en específico, un acercamiento a influencers, youtubers y creadores de contenido viral. De hecho, en el elenco se encuentran figuras con presencia en ese mundo, como Fernando Castillo (conocido como No Estoy Creici), Fernanda Castillo y Paloma Larraín.
“Es una manera de compartir la fascinación por algo: cómo cuidar las plantas, cómo maquillarte, hacer stand-up, cantar covers de canciones, a mí me fascina ese mundo en donde ya no existe la separación entre productores y audiencia”, señala en torno a esa apuesta. “Me agrada esa espontaneidad que tienen los personajes de sencillamente ser como son, también en su diversidad de cuerpos, de formas de ser y de ver el mundo, como desde la ciencia, lo esotérico, el arte o desde la cultura pop”.