No hay serie o película sobre adolescentes que se resista a tener al menos una escena ambientada en una fiesta. Es un pie forzado al que Euphoria se acercó dos veces en su primera temporada (en su capítulo piloto y luego en otro situado en Halloween), amasando momentos de alto voltaje donde su elenco coral de atribulados jóvenes coincide, se altera, se amenaza y se enreda en encuentros sexuales. Las celebraciones nunca son tal en la elogiada ficción de HBO creada por Sam Levinson.
Este domingo, el debut del segundo ciclo reincidió en ese tópico, al reunir a los protagonistas en las horas previas a recibir la llegada de un nuevo año. Rue (Zendaya), el personaje principal del drama, sigue sin mantenerse sobria y esta vez se droga en compañía de un nuevo amigo que conoce en medio de la noche, Elliot (encarnado por el músico Dominic Fike). Tras vivir una experiencia al límite en su compañía, también le espera su primer encuentro con Jules (Hunter Schafer) desde que esta última abandonara momentáneamente el pueblo de la historia y la relación amorosa entre las dos quedara en el aire.
Esa hebra de la trama, de por sí de gran carga dramática, es solo parte de lo que aborda Euphoria en la fiesta de su más reciente episodio. También hay espacio para que una nueva y secreta pareja arriesgue quedar expuesta, para un coqueteo entre dos personajes que quizá terminen en algo más y para un final electrizante que redondea un capítulo contundente y a la altura de las expectativas que la ubican como una de las grandes series de la actualidad.
Como si el encierro –y la creación de dos especiales más austeros y devastadores lanzados en diciembre de 2020 y enero de 2021– hubiera contribuido a que el drama reposara y meditara bien hacia dónde disparar, volvió arrojando elementos visuales y narrativos que desbordan su hora de duración y quedan en la retina. “La mayoría de las veces, esta versión de ‘demasiado’ es una gran droga”, describió el portal Vulture en su crítica de la segunda temporada, alabando el regreso de la ficción.
Por cierto, el inicio de su nueva tanda de episodios no fue ni con Rue ni con Jules, ni con ninguno de los adolescentes que ya habían tenido su propio estudio de su historia personal. Fezco (Angus Cloud), el amigo narcotraficante de Rue, aparece en una versión niño durante los días en que su abuela quedó a su cuidado. La introducción de este personaje –interpretado por Kathrine Narducci, de Los Soprano y El Irlandés– es puro Scorsese: entra a un bar armada, encuentra a su víctima y dispara de manera implacable, mientras la cámara la sigue insistentemente y de fondo suena Jump into the fire, de Harry Nilsson (sí, la misma de Buenos muchachos).
Si los dos capítulos de la serie que se grabaron en pandemia indagaron en una versión más íntima del mundo de Euphoria, este inicio es un esfuerzo muy logrado por acentuar la sensación de peligro que rodea a los personajes. Siempre con Fezco en escena, pero ahora en el presente, lo siguiente es una tensa secuencia en que ingresa junto a Rue en los dominios de una jefa de la droga. ¿Falta algo? Zendaya cantando Hit ‘em up, de Tupac, a bordo de un auto y completamente drogada, en un instante que sólo confirma que puede repetir el Premio Emmy que ya ganó en 2020 por este mismo papel.
En las horas previas a su emisión, la estrella de Dune y Spider-Man compartió una publicación alertando sobre el impacto de la serie en cierto tipo de público. “Sé que he dicho esto antes, pero quiero reiterarles a todos que Euphoria es para audiencias adultas. Esta temporada, tal vez incluso más que la anterior, es profundamente emotiva y trata temas que pueden ser desencadenantes y difíciles de ver. Mírala solo si te sientes cómodo”.
Por razones que exceden el criterio propio, algunos de sus seguidores no pudieron ver el capítulo de inmediato en HBO Max. Según reportaron usuarios en Estados Unidos y Latinoamérica, la plataforma se cayó en algunos dispositivos y en otros el episodio de estreno estuvo disponible más tarde. Fallas que recuerdan a los tiempos en que el furor por Game of thrones ponía en jaque el funcionamiento de HBO y el servicio de streaming de ese momento (HBO GO), cuando millones se conectaban a ver al mismo tiempo lo nuevo de la superproducción de fantasía. La serie de Zendaya no será aún un fenómeno a la altura de la ficción de Daenerys Targaryen, pero de todos modos su arrastre y su ambición son incontestables.