Provocar incendios para quemar libros, esa es la extraña tarea a la que se dedica Guy Montag, el protagonista de Fahrenheit 451, aunque sabemos que para el escritor estadounidense Ray Bradbury todo podía pasar en los distópicos universos que creaba. En rigor, un futuro donde los libros aparecen como un peligro.
Publicada originalmente en 1953, es uno de los trabajos destacados de Bradbury, autor también de Crónicas marcianas. De él, Jorge Luis Borges aseguró que era el “heredero de la vasta imaginación del maestro Poe”.
Hoy, se vuelve a publicar en una nueva edición a través del sello Debolsillo, de Penguin Random House, con una nueva traducción, a cargo del escritor español Marcial Souto.
Farenheit 451 fue la primera novela en la carrera de Bradbury, anteriormente, había publicado cinco volúmenes de cuentos: Carnaval Negro (1947), Las momias de Guanajuato (1947), Crónicas marcianas (1950), El hombre ilustrado (1951) y Las doradas manzanas del Sol (1953). Además, fue llevada al cine en dos ocasiones: 1966 (por François Truffaut) y 2018 (por Ramin Bahrani).
Ramin Bahrani, director de la última, en una columna en el New York Times explicó que para él la novela tiene una vigencia en nuestros días, sobre todo por la omnipresencia de las redes sociales. “Para Bradbury, los libros eran depósitos de conocimientos e ideas. Temía un futuro en el que ese objeto estuviera en peligro, y ahora ese futuro llegó: internet y las nuevas plataformas de las redes sociales —y su amenaza potencial para el pensamiento serio— serían la piedra angular de mi adaptación”, escribió el cineasta.
“Fahrenheit 451 se escribió a principios de la década de 1950, poco después de que los nazis habían quemado libros y, en última instancia, seres humanos -explica Bahrani-. Estados Unidos vivía bajo una neblina de miedo creada por el Comité de Actividades Antiestadounidenses del congreso y el macartismo, que trajo consigo la represión política, las listas negras y la censura de la literatura y el arte. Estas ansiedades permearon la novela”.
“Sin embargo, la inspiración clave de Bradbury fue la invasión de varias televisiones en blanco y negro de siete pulgadas en los hogares de las personas. Bradbury no era partidario del ludismo, ese movimiento que se opuso a la revolución industrial y destruyó los telares que amenazaban con dejar sin trabajo a los trabajadores textiles”, añade.
La nueva edición de la novela Fahrenheit 451 ya se encuentra en las librerías nacionales desde esta semana en todo Chile.