La carrera de Luis Alberto Spinetta marcó un antes y un después en la música nacional argentina. Su obra fue tan trascendental que el gobierno de su país declaró el 23 de enero, fecha de su cumpleaños, como el día del músico nacional. El último domingo, Spinetta habría cumplido 72 años, dos más que Charly García.
Pedro Aznar no recuerda con exactitud cómo se conocieron, pero calcula que su amistad comenzó cuando se encontraba tocando en Serú Girán, momento en el que músico lo invitó a formar parte “ad honorem” de la primera formación de Spinetta Jade, proyecto activo entre 1980 y 1985.
Sin embargo, el bajista confiesa sentir que lo conoce de toda la vida, según cuenta en un diálogo con Culto: “Antes de ser su amigo fui fan. Sacaba sus canciones en mi guitarra y las cantaba con amigos en la esquina de mi casa. Tengo la sensación de que lo conozco de toda la vida, como si fuera una amistad de la infancia. Y de alguna forma lo fue”.
Aznar se refiere a Spinetta como “un buscador constante de la excelencia, que le salía la música por cada poro”. Al recordarlo, evoca los partidos de pingpong que disputaban en su casa, cuando se juntaban allí a tocar. “Muchas veces los ensayos terminaban en desafíos con las paletitas. Nos dábamos batallas bastante parejas”, cuenta.
Ante la pregunta sobre cuáles considera como las tres mejores obras de toda la carrera de Spinetta, el músico advierte que su selección es parcial. “Entran a tallar los gustos, y viste que los discos y artistas tienen con cada uno de nosotros una relación que es muy personal, nuestra. Que tiene que ver con el momento de la vida en que uno escuchó determinada música y cómo eso se hizo parte de tu propia banda sonora”.
Bajo esta advertencia, en Culto compartimos los tres mejores álbumes de Spinetta, según la banda sonora y las palabras de Pedro Aznar.
*El jardín de los presentes (1976)
El jardín de los presentes fue el tercer y último disco de Invisible, agrupación dirigida por Spinetta entre 1973 y 1977. Es considerada como una súperbanda, que congregó a los músicos Héctor “Pomo” Lorenzo en la batería, Carlos Alberto “Machi” Rufino en el bajo y a Tomás Gubitsch en la guitarra, durante su última etapa.
Dos de tres álbumes grabados por Invisible están dentro de la lista de los 100 mejores de la historia del rock argentino lanzada por la revista Rolling Stone. El anillo del capitán Beto es uno de sus temas más destacados, donde narra la historia de un taxista que, transformado en astronauta, recorre el espacio en su colectivo-nave.
*Madre en años luz (1984)
Pedro Aznar fue invitado por el Flaco a participar en la etapa inicial de Spinetta Jade, el quinto proyecto musical de Luis Alberto Spinetta, cuando Aznar aún se encontraba tocando en Serú Girán.
El disco Madre en años luz fue el cuarto y último trabajo en el estudio de la banda, además de estar registrado como el primer álbum argentino grabado con máster digital.
En este disco, la formación de Spinetta Jade tuvo a Juan Carlos “Mono” Fontalva en los teclados, Lito Epumer en la guitarra, César Franov en el bajo y Pomo Lorenzo como los platillos en el tema Diganlé.
*Pescado rabioso, o “Pescado 2″ (1973)
Es el segundo disco de la banda homónima. Su grabación duró tres meses, entre noviembre de 1972 y febrero de 1973. El álbum está considerado en el puesto 19 de la lista de Rolling Stone sobre los 100 mejores del rock argentino.
El año 2009, Spinetta escogió tres temas de este álbum para incluirlos en el histórico recital bautizado Spinetta y las bandas eternas: Hola, dulce viento (compuesto por David Lebón), Poseído del alba y Credulidad.
Aunque el último disco firmado bajo el nombre de Pescado Rabioso fue Artaud, Pescado 2 se considera como el álbum final de la banda, pues Artaud es, para muchos, el primer trabajo solista de Spinetta.
*Bonus track: Almendra (1969)
Aznar lo describe como un “discazo”. Almendra es el álbum homónimo de la primera banda en que participó Luis Alberto Spinetta. De la lista, es el disco mejor posicionado por la Rolling Stone, en el puesto seis de lo mejor del rock argentino.
De Almendra salieron canciones que el tiempo transformó en verdaderos himnos de la música latinoamericana. El ejemplo más claro es el Muchacha (Ojos de papel), compuesta por Spinetta y tocada por primera vez en junio de 1969, en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, y editada el 29 de noviembre de ese año para ser lanzada como la primera canción del álbum.