Ricky Gervais timbró un sello en la conducción de ceremonias de premios. Entre 2010 y 2012 y luego entre los años 2016 y 2020, el comediante británico comandó la entrega de reconocimientos de los Globos de Oro con chispa y un tono distendido pero siempre con una acidez que en ocasiones irritó a asistentes (ver a Tom Hanks hace dos años).

Al menos desde la óptica del creador de After life, esa fue una experiencia gozosa que estaría dispuesto a repetir en el mayor hito de Hollywood: los Oscar, que anunciaron que –por primera vez desde 2018– volverán a contar con anfitrión en su edición del próximo 27 de marzo.

“Lo mejor de los Globos fue que dijeron que podía escribir mis propios chistes, decir lo que quisiera y no ensayar”, explicó Gervais en el programa The View de la cadena ABC.

“Y eso es demasiado bueno para que un comediante lo rechace. No creo que los Oscar me permitan nunca esa libertad. ¡Y con razón! ¡Creo que se enfadarían!”, exclamó el hombre detrás de la The office original.

Mientras aún no se define quién conducirá los 94° Premios Oscar, el británico transparentó que estaría dispuesto a no cobrar si tuviera el control absoluto de su rutina.

“Si dijeran eso, definitivamente lo haría. Lo haría gratis si me dijeran que puedo hacer eso”, planteó en la conversación.

Algunos de los nombres que han sonado para encabezar la ceremonia son Tom Holland –quien expresó públicamente que le gustaría– y los tres protagonistas de la serie Only murders in the building, Steve Martin, Martin Short y Selena Gomez.

Pero asumir como animador del evento hoy tiene más potenciales costos que ventajas. Como dice el medio Vulture, “presentar los Oscar sigue estando entre los trabajos menos deseables en el Hollywood moderno”.