Desde el domingo pasado que los Mossos d’Esquadra –denominación de la policía autonómica de Cataluña- se encuentran trabajando en la investigación de un hurto ocurrido en el sector de Sarriá-San Gervasio, en Barcelona. El delito podría haber constituido una acción común si no fuera porque, entre las pertenencias sustraídas, se encontraban dos dibujos trazados con carboncillo del pintor español Salvador Dalí.
Según consigna el diario El País, desde la fundación Gala-Salvador Dalí confirmaron la autenticidad de los cuadros que, si bien representan obras poco conocidas, fueron expuestos por primera vez en la muestra El país de Dalí, celebrada en 2004 en el Museo de L’Empordà.
El mismo medio señala que la familia que se encontraba en posición de estos dibujos es heredera de Pere Corominas, escritor, político, abogado y economista español, quien fue uno de los fundadores del Instituto de Estudios Catalanes.
Corominas era íntimo amigo de Salvador Dalí Cusí, padre del célebre artista. Se conocieron cuando eran compañeros en la Facultad de Derecho de Barcelona, y su amistad se estrechó cuando Dalí padre declaró a favor de su amigo en un juicio donde le acusaban de instigar un atentado anarquista ocurrido en Barcelona en el día de la procesión del Corpus Christi en la Iglesia de Santa María del Mar, en 1896.
La detonación de una bomba tuvo como consecuencia la muerte de seis personas y varias decenas de heridos. Aunque Corominas resultó con una condena de ocho años de cárcel, finalmente fue amnistiado en 1901. El abogado fue una de las primeras personas en contratar a Dalí hijo, en este caso, para la ilustración de uno de los capítulos de la reedición de su libro Les gràcies de L’Empordà. Al momento del encargo, Dalí tenía 18 años.
En una carta fechada el 9 de septiembre de 1992, el pintor informa a Corominas los temas seleccionados para los dibujos: Los burros de Viure, Las Sardanas de la fiesta mayor, El vino rancio y Los payeses, junto con preguntarle el tamaño y forma que estos deben tener. A los pocos días, Dalí le escribe nuevamente para decirle que “no puede imaginarse con qué amor y con qué ilusión estoy dibujando los ‘ninots’ para la ilustración de su libro”, consigna El País.
Dos de esos dibujos, trazados con carboncillo sobre papel, fueron los sustraídos en la casa de los herederos de Pete Corominas.
El último encuentro entre ambos fue en marzo de 1930, cuando Dalí, con 26 años, dio una conferencia en el Ateneo de Barcelona para hablar sobre su relación con el surrealismo. En aquella oportunidad, el pintor se refirió al expresidente de dicha entidad, Àngel Guimerá –escritor, poeta y dramaturgo que fue uno de los exponentes de lo que se conoce como el “resurgimiento de las letras catalanas”-, como “inmenso putrefacto peludo” y “gran puerco”, obligando a que Pete Corominas, que era nada menos que el presidente en ejercicio de Ateneo en dicho momento, renunciara a su cargo.
El medio español señala que, hasta el 24 de enero, la policía Cataluña no se había puesto aún en contacto con la fundación Gala-Salvador Dalí, pero desde la entidad aseguraron al medio estar en disposición de colaborar con ellos.
Cabe destacar que esta no es la primera vez en que se roban piezas artísticas de Dalí. En enero del 2020, un grupo de personas bajó de un Audi negro para ingresar a la galería Couleur, en Estocolmo. Tras romper los vidrios del recinto, los ladrones se llevó una docena de esculturas de bronce del artista catalán, que en ese momento estaban siendo exhibidas en dicha galería. Según informó Peder Enstrom, dueño del recinto, las especias robadas valían entre 21 mil a 52 mil dólares cada una.