Federico Fellini, el más importante cineasta italiano de la posguerra a nivel mundial, manifestó desde muy temprano no solo su interés por las películas de Charles Chaplin, sino que también se confesó como un ávido lector de cómics humorísticos estadounidenses, lo que, según comentaría años más tarde, incluso condicionó el desarrollo de sus trabajos en el cine.
“De sus estilizaciones caricaturescas, de sus paisajes, de los personajes siluetados contra el horizonte, me han quedado imágenes felizmente “chocantes”, imágenes que de vez en cuando vuelven a aflorar y cuyo recuerdo inconsciente ha condicionado el elemento figurativo y las tramas de mis películas”, señaló el cineasta en 1966 para el libro Historia de los comics, publicado en España.
Esta incipiente fascinación por los trazos y bocetos, lo llevaría en sus primeros años a trabajar como dibujante en la prensa italiana, publicando de manera constante viñetas en el diario La Domenica del Corriere y de manera más asidua, en el periódico Il florientio 420.
De hecho, durante los años noventa, se expusieron los autorretratos eróticos que realizó entre 1975 y 1993, colección recogida en parte del diario personal de dibujos de Fellini, que más tarde formaron su Libro de los sueños, compuesto por diferentes dibujos que realizaba el director como forma de liberarse de la culpa por sus aventuras extramatrimoniales, por consejo además de su psicoanalista.
Así, esta faceta vuelve nuevamente a la palestra, dado también el interés que existe hasta la actualidad en torno a su obra, ya que desde el gobierno italiano se confirmó la subasta de una colección de ocho bocetos y caricaturas de corte satírico-erótico.
Entre los bocetos, destacan dos caricaturas que el director realizó del también director y guionista Sergio Leone, además de una serie de dibujos que el director le obsequiara a uno de sus técnicos de sonido, los que que tituló el “Signor Fausto”. Ellos, según indican los expertos en la obra de Fellini, son la representación de Franco Ancillai, un insigne y reputado técnico en sonido, ampliamente solicitado en el cine italiano de la posguerra.
A su vez, es reconocida la afición del director por regalar a sus colaboradores o amigos dibujos de carácter irónico.
Entre los bocetos, se incluye también uno que toma especial relevancia, ya que en él se encuentran los primeros trazos utilizados para dar vida al doctor Xavier Katzone, personaje de ‘La ciudad de las mujeres’ (1980), el que fue interpretado por Marcello Mastroanni. Todo ello da cuenta de los procesos de elaboración de los personajes de Fellini.
De hecho, el dibujo cuenta también con anotaciones de el propio director donde escribe: “Hacer la voz en off M. Mastrionanni”.