Luis Alberto Spinetta es una de las plumas más profundas y reveladoras del rock en nuestro idioma. Aún más: desde su irrupción a fines de los 60 como parte del grupo Almendra, es sindicado como el responsable de hacer más complejas y otorgarles mayor espesor a las letras del cancionero en español.
Pero no sólo en su variado catálogo -y en sus diversos proyectos hasta el nuevo siglo- quedó plasmado el vuelo alto que adquirían sus reflexiones. Tal atributo también asoma en sus entrevistas.
Aunque con el curso de los años fue marcando cada vez más distancia con los micrófonos y los diálogos periodísticos, son muchísimas las conversaciones donde se explayaba acerca de su obra, sus métodos de creación, el rock actual y sus compñeros de escena.
Culto rastreó en sitios web dedicados a su obra, y en las propias entrevistas que ofreció a este medio, para sintetizar algunas de sus ideas más lúcidas y contundentes.
* “La gran desventaja para algunos es hacer música por ambición, casi como por obligación, para enriquecerse, o para figurar. A los dos compases sabés qué tipo de trabajo y artista estás oyendo, y ante quién se agacha y para qué”.
* “Alguien que se cree trascendente, o que tiene intenciones de cambiar las cosas, y que acepta tocar unas mierdas tremendas, con y para gente horrible, colmada de celulares y laptops, ¿qué es, para las “abrochadas” entre los sellos y los medios, sino un ego tarado y, por lo tanto, un títere redituable? Si un artista no se respeta a sí mismo, a fondo, se mutila… Y luego no aparecen las alas… Nunca más”.
* “A Charly García lo amamos, y esperamos aún sus mejores canciones. Es un fenómeno muy difícil de entender, sobre todo a través de la versión de la prensa amarillista de siempre, que es el buitre que come del dolor ajeno. Charly no debería alimentarlo nunca más. Feed no more”.
* “Hay conjuntos que directamente tiraron la chancleta y se mandan con cumbia, ska, todo mezclado y son una porquería, suenan mal y el mensaje no tiene fuerza. Yo los veo muy débiles. Hay otros que hacen bien las cosas, pero en general, tendría que generarse algo de menos banalidad adentro de uno para meterse en un estadio creativo que no tenga fronteras y al que no le importe la difusión, la MTV, ni un cara- jo. Pero, si ves que se venden 800 mil discos de cumbia y cinco de rock, bueno, te querés cortar las pelotas, muchachita”.
* “(Tras ver a Gustaco Cerati internado en la clínica) me cambió todo: darme cuenta que no tienen valor las cosas a las que uno les da importancia. Es un respeto diferente por las horas que uno vive. Al ver a este genio dormido, uno realmente no tiene derecho a estar ni de mal humor si está bien de salud. Uno debe estar dispuesto a una entrega constante, por eso me pareció tan importante después correr al regazo de mi madre y poderme refugiar en ella”.
* “Digamos… no hay miedo (a la muerte), no debería existir el miedo al observar ese confinamiento de nuestra alma en sí. Deberíamos aceptarlo y comprenderlo”.
* ”¡ No, tengo fe! Tengo fe en la humanidad ante todo, en las personas, tengo fe en el amor, en todo lo que adoro, en las violas, en mi música, en mis nietos, en mis hijos, en mis padres, en los seres queridos, ¿entendés? Tengo una gran fe. Quisiera contagiarla, eso es todo, contagiarle a la gente más fe, que la gente se mire para ser solidaria y no para tenerse miedo”.
* “La música pertenece a una naturaleza aérea, no puede ser confinada a los pensamientos ni a la retórica. Tiene un código. En Occidente ese código es muy estricto, suena bien o suena mal, es evidente. Cuando se hace silencio, la música está igual, aunque nosotros no la escuchemos. Por lo tanto, no es algo que podamos administrar como la palabra. La palabra tiene signos, la música tiene moléculas de aire que hacen vibrar los tímpanos. Teniendo en cuenta que los latidos de nuestro propio cuerpo ya son música, que el sonido de las ramas al vibrar fueron música… La música existió antes de que el hombre organizara la materia sonora y va a existir aunque no haya instrumentos”.
* “No soy de esos músicos que viven para estar tocando su instrumento todos los días. Lo que sí, mi música está influida por mi experiencia de vida, eso es innegable. Está amarrada a lo que vivo. Muchas canciones no las puedo volver a cantar por lo que significaron para mí y para no sentir esa emoción dispuesta de otra manera”.
* “El talento es el hombre en libertad, nace en cualquier persona que se sienta capaz de volar con sus ideas”.
* “Nunca han podido clasificarme. Si dicen que (mis últimos discos) son jazz rock, es porque alguien está aburrido, no sabe qué decir y sale con una bobería. Lo mío es música fusionera y real”.
* “En su momento era bastante fan de Zeppelin. Incluso creo que todos nos copiamos un poquito de Zeppelin en su momento. De Hendrix, por ejemplo, sigo siendo apasionadamente fan. Es solamente la música. A mí no me importa mucho la chafalonería de lo que le pasó, si tomaba drogas y se ahogó con su vómito y lo que sea. Vos cuando lo escuchás, sabés todo”.
* “En la época en que empezamos con Almendra, Piazzolla y Los Beatles eran para nosotros verdaderos guías”.
* “Sí, yo no soy virtuoso. No soy virtuoso, soy un ejecutante con bastantes trucos ya. Sí, con bastantes trucos. Es decir, al ser autodidacta, autoincorporás técnicas berretas, digamos. Por supuesto, hay autodidactas que son realmente excepcionales, pero yo en promedio estoy bien”.
* “Soy optimista, en tanto y en cuanto retomemos una mirada muy clara de lo que significa el respeto por la vida. En general, al rockero pelotudo le cuesta imponerse esas visiones, porque como tal no le importa nada de la gente y preferiría estar drogado, estar al pedo y ganar guita y minas, creyendo que es sólo una estrella. No es mi caso, nunca me vi así en mi vida. No desarrollé ese costado de “rockero inútil” porque siempre estuve ocupado en servir a quienes amo”.
* “Me gustaría que mi música ayude a paliar el dolor de los que no pueden”.
* “El loco es la locura del mundo. Yo a veces pienso que nosotros, los que aparentemente estamos cuerdos, no solamente somos locos atenuados, sino que -además- organizamos nuestra estructura total para no gatillar la locura”.
* “En algunos momentos pareciera que el rock tiene la clave para allanar los problemas que nos aquejan, pero en general todo se ha envilecido por los artistas con deseo de enriquecerse y figurar. El ego se ha impuesto sobre el talento. Los músicos de rock que hacen música estúpida se llenan de dinero, mientras que los poetas y artistas valiosos llevan una vida bastante dura”.
* “Simplemente hay que tener las bolas puestas para decidir cosas que son fundamentales. Nunca le vendería mi música a Knorr Suiza para hacer una propaganda, ni a Quilmes, ni a nada. Yo no le quiero vender nada a la gente, ni mi música. ¿Encima le voy a vender una Coca-Cola? Yo adoro la Coca-Cola, pero la Coca-Cola es para tomar, no para que yo la publicite. No me siento para nada cómodo. ¿Te imaginás a mí, cantando: ‘Coca-Cola y el Flaco, una pasión’? ¡Es horroroso! Es como romperle el espejo a un montón de gente que no le gusta eso de los artistas que adoran. No hay que hacer esas cosas”.
* “Todo gigante muere cansado de que lo observen desde afuera”.