Trajes incómodos y peligrosos en el cine: cuando los actores odian el rodaje
Uma Thurman reveló que el icónico traje amarillo de Kill Bill siempre le pareció incómodo y que no quería usarlo. Son varios los actores que se han pronunciado respecto a la vestimenta usada para algunos de sus roles: muchos de ellos debieron aguantar sólo por las exigencias de la historia, aunque a veces hasta calificaron sus trajes de "una tortura".
Hace unos días, Uma Thurman sorprendió cuando en The Graham Show se sinceró respecto al icónico traje amarillo de su personaje de La Novia en la película Kill Bill. La aclamada actriz declaró que se sentía insegura, pues había pasado poco tiempo desde que había dado a luz.
“Yo realmente no quería ocupar el traje amarillo. Recién había tenido a mi hijo y cualquiera que ha dado luz hace poco no va a querer ocupar un traje apretado, tendrían un montón de ansiedad”, comentó.
El director de la cinta, Quentin Tarantino, quien se inspiró en Bruce Lee para crear el traje, ya había comentado respecto a este disgusto, sin embargo, nunca se explicaron las razones del caso.
“Uma odiaba el traje amarillo. Lo odió. No lo entendía. Pensó que parecía una paleta, una paleta de banana. Ella simplemente no le gustaba el atuendo”, dijo a ReelBlend.
Sin embargo, esta no es la primera vez que un traje le causa inseguridades o incomodidad a un actor. De hecho, en algunos casos incluso han provocado accidentes en medio del set de grabación.
Acá en Culto te contamos algunos de ellos:
*Tom Holland en Spiderman Homecoming:
La película que lo hizo ascender definitivamente al ojo público le causó varios problemas en el set de grabación. En una entrevista para la revista Variety, el actor reconoció que el traje de Spiderman no era lo mejor.
“El traje no era la mejor cosa, pero a veces, cuando es incómodo, tú solo debes recordarte que hay una tremenda lista de actores que amarían estar en ese mono y así sigues”, dijo.
El principal problema era lo ajustado y cerrado del traje, lo que complicaba al actor de poder tomar agua. La película contiene varias escenas de acción y parte de ella fue grabada en la jungla colombiana, por lo que era muy importante mantenerse hidratado.
En el medio ShorList explicó que finalmente se instaló un tubo de plástico por medio del ojo de la máscara para poder tomar agua, pero esto le causó ganas de ir al baño más seguido y eso significaba pasearse en tanga y bata por medio del set.
“Era horrible, solía tomar mucha agua, como una tremenda planta sedienta porque me estaba ahogando en ese traje”, afirmó al medio.
*Gatúbela en Batman:
Otra película de superhéroes que trajo problemas con lo apretado del traje fue Batman: El caballero de la noche asciende. El largometraje dirigido por Christopher Nolan contaba con la participación de Anne Hathaway como Gatubela. Sin embargo, la actriz reveló en una entrevista para Allure, que el traje era tan apretado que ella lo consideró como un terror psicológico y que cambió la relación con su cuerpo.
“Cambie toda mi vida para poder entrar en ese traje. Eso dominó mi año. No entendía como podías ser tan fuerte y delgada. Fui al gimnasio durante 10 meses y no salí de ahí”
Esta no es la única actriz que ha pasado por el terror de ser Gatúbela. Michelle Pfeiffer también lo pasó pésimo interpretando a la seductora de Bruce Wayne. En Batman: El regreso, la actriz debía ser empolvada, luego ayudada y finalmente debían aspirar el aire del traje.
En una entrevista para The Hollywood Reporter, la actriz confesó que “fue el traje más incómodo” que alguna vez usó en su trayectoria. Además, contó que en un principio ni siquiera le habían considerado una forma de poder ir al baño con el traje.
*Jim Carrey en el Grinch:
Para que el actor no renunciara y lograra aguantar la preparación del personaje, fue necesario contratar a un entrenador de la CIA. El maquillaje de el Grinch tomaba 8 horas y media y era tan estresante que Jim Carrey pensó en no terminar la película. Entre las capas de prótesis y los largos dedos que le complicaban el movimiento, el actor lo sentía como ser “enterrado vivo”.
De acuerdo a lo revelado por el productor de la cinta, Biran Gazer, para el medio The Daily Beast, Carrey el primer día habría vuelto a su camarín convencido que no podría sobrevivir llevando el maquillaje por tantas semanas. El actor aseguraba que era como ser torturado y no podía soportarlo.
Para eso, decidieron contratar un agente de la CIA que se especializaba en entrenar agentes para sobrevivir a la tortura en caso de ser capturados. Durante un fin de semana completo el especialista le enseñó a Carrey distintas técnicas para distraerse.
Así el actor se dedicó a fumar con un soporte y ha repetirse que todo era “por los niños”. Finalmente las técnicas funcionaron y el actor se puso el traje y maquillaje 100 veces, todos los días durante meses.
*Las Tortugas Ninja:
Éxito de los años 90, la película que narra las aventuras de Raphael, Michelangelo, Leonardo y Donatello fue un infierno para los actores que tuvieron que interpretar a los adolescentes mutantes.
Los trajes funcionaban en dos sets, ambos fueron diseñados por Jim Henson, reconocido por haber creado a Los Muppets y, a pesar de que se veían increíbles, los que se usaban en los close-ups pesaban casi 30 kilos debido a la tecnología de animatrónic que los hacía funcionar. Los que eran usados para las escenas de acción eran más livianos, pero aún así limitaba a los actores de movimiento.
Josh Pais, quien interpreta a Rapahel, incluso sufrió claustrofobia en el set. “Fue una relación intensa entre el traje y yo. Mientras grabábamos no era un problema pero cuando cortábamos y tenían que arreglar algo, podía tomar una hora y de pronto uno se exaltaba y podías escucharnos decir ‘¡sácame la cabeza, sácame esta puta cabeza, sácala!”, declaró el actor al medio The Hollywood Reporter.
Y es que para poder asegurar que estas no se cayeran mientras se realizaba el rodaje, el equipo pegaba las cabezas al traje dejándolo completamente cerrado. Si bien les instalaron un sistema de ventilación, estos se sobrecalentaban y Pais asegura que desde la mañana al almuerzo los actores perdían 2 kilos, probablemente de agua. Finalmente, todos perdieron alrededor de nueve kilos al final de la cinta.
*Los maquillajes de X-Men:
Acá son varios los personajes que sufrieron usando sus respectivos trajes. Principalmente por los mismos motivos que se han revisado antes. El maquillaje y el látex no parece ser muy amigo de los actores.
Mystique, por ejemplo, ha sido motivo de incomodidad en las actrices que la han interpretado. Rebecca Romjin-Stamos, la primera en interpretar a la mutante, comentó en una entrevista para Entertainment lo mucho que sufría, no solo con las casi nueve horas de maquillaje, sino con la desnudez que significaba el papel: “Estuve en negación sobre el desnudo. Revisaba con el resto de los actores si estaba totalmente cubierta y ellos me decían ‘no Rebbeca, estás desnuda’. Incluso una vez le dije al director que no entrara porque me estaban retocando el maquillaje, ahí él me ofreció algo de vino blanco”.
A Jennifer Lawrence tampoco le hizo mucha gracia el traje. En una entrevista con el mismo medio, analizó a las toxinas que debía exponerse durante horas.
“Me encantan estas películas, pero la pintura. En ese entonces me daba lo mismo, pero ahora tengo 25 y esto como ‘¿ni siquiera puedo pronunciar esto y va por mi nariz? ¿Estoy respirando eso?’”.
Olivia Munn, quien interpretó a Psylock en X-Men: Apocalipsis, contó en una entrevista para TBS que ponerse el traje requería de un montón de lubricante y dos personas. Incluso, la primera vez que logró ponérselo se rompió en la entrepierna. Así mismo Oscar Isaac, Apocalipsis en la película, necesitaba ir a su camarín entre escenas para calmar la angustia que le daba sentir como el sudor goteaba por su cuerpo y no poder tocarlo.
*El Mago de Oz, fuego y aluminio:
Pero sin duda la película que más problemas de vestuario tuvo fue el Mago de Oz de 1939. Debido a la época en la que fue grabada, la tecnología con la que contamos hoy no estuvo presente. Sin embargo, este mismo motivo los llevó a utilizar trajes que tuvieron consecuencias.
Si bien no puso a nadie en peligro, el traje de León Cobarde tuvo sus propias complejidades. Confeccionado a partir de pelo de león real, el calor que significaba grabar con eso puesto, frente a las luces technicolor que causaron desmayos en sí mismas, generaba que el actor Bert Lahr sudara excesivamente en el set. Cada noche el traje tenía que ser metido a una secadora para poder ser usado al día siguiente.
El que sí sufrió consecuencias por su traje y maquillaje fue Buddy Epsen. El maquillaje que usaba constaba de varias capas de pintura y aluminio en polvo. De acuerdo al medio Sun-Sentinel, el actor despertó una noche “gritando por violentos calambres en sus manos, brazos y piernas. Cuando apareció la dificultad para respirar su esposa llamó a la ambulancia y lo llevaron al hospital. Se mantuvo dos semanas en una carpa de oxígeno, recuperándose del aluminio puro que había aspirado”.
El estudio le exigió volver inmediatamente al trabajo. Sin embargo, cuando la producción fue informada de la condición de Epsen, el hombre hojalata fue reemplazado por Jack Haley, quien si bien no estaba bañado en aluminio, sí sufrió una infección severa en el ojo debido al maquillaje.
La bruja mala del oeste fue otro personaje que enfrentó las consecuencias del maquillaje. Margaret Hamilton se incendió grabando la escena donde desaparece entre el humo. Su traje era inflamable y se incendió cuando los efectos salieron mal.
Su mentón, el puente de su nariz, su mejilla derecha, sus pestañas, su ceja derecha, su labio superior, su párpado y parte de su frente sufrieron quemaduras. Su mano también quedó completamente quemada. El estudio ni siquiera la envió a casa y a cambio contrataron a un doble por 35 dólares. La actriz también sufrió quemaduras.
Sin duda el trabajo de intérprete es algo más que rosas y premiaciones. Son varias las anécdotas que rodean el mundo del cine y finalmente, para caminar por la alfombra roja, los actores arriesgan su comodidad e incluso su vida.
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