Amara Pedroso, actriz chilena radicada en Estados Unidos, había egresado hace poco de la escuela de teatro de Carnegie Mellon, una de las universidades más prestigiosas de dicho país. Por esos días, junto a un compañero de carrera, participaba en varias pruebas para postular a diferentes proyectos actorales. Entre una audición y otra le llegó una oferta que tenía que atender esa misma tarde.

Sin mucha premeditación y en un casting que debió preparar en menos de dos horas, Pedroso envió grabaciones con pruebas para dos roles distintos dentro de una misma película. “Pensé en que, bueno, será. Uno se pone en esa onda, la mentalidad de hacer muchas audiciones, mandarlas e ir soltándolas. No se puede estar muy apegada tampoco”, recuerda. El filme en cuestión era Cha Cha Cha Real Smooth, una dramedia dirigida, escrita y protagonizada por Cooper Raiff, joven promesa del cine indie estadounidense, con un elenco que en el camino sumó a figuras como Leslie Mann (Ligeramente embarazada) y Dakota Johnson (50 sombras de Grey, La hija oscura).

Al día siguiente recibió un mensaje del equipo. Allí, le informaban que el director quedó encantado con su audición y que quería tener un callback, denominación que refiere a las reuniones posteriores a las audiciones y que son el primer indicio para los actores y actrices de que su trabajo está siendo formalmente considerado para ser parte del casting oficial.

Amara Pedroso, actriz chilena, en el set de "Cha Cha Cha Real Smooth"

Durante el proceso de audición, Amara se enteró de los múltiples papeles que Raiff cumplía dentro de la película. “Pensé ‘tengo que ser perfecta’, porque mi rol en la película es la ex novia del personaje principal, o sea, la ex novia del actor que es también director y escritor”, recuerda entre risas y con emoción.

Sin embargo, y a pesar de los nervios iniciales, la reunión fue más que exitosa. La joven se enteraría en ese momento que el papel ya era suyo. Recuerda que, mientras conversaban sobre una de las escenas, Raiff interrumpió el diálogo para decirle: “Ah, y el papel es tuyo, por si acaso”.

“Me tomé el pelo, literalmente me relajé total. Fuimos conversando sobre la película, después sobre nuestras vidas. Para mí fue una experiencia muy buena. Así llegué a la película, de un día a otro, entre cinco audiciones”, cuenta con cariño.

El filme, que además fue su primera incursión en la pantalla grande, se estrenó como parte del festival de Sundance 2022, en enero. Sobrepasando cualquier proyección, su paso por el certamen fue todo un éxito, quedándose con uno de los premios que otorga la audiencia del festival. De paso, Apple TV+ adquirió los derechos de distribución de la cinta y debutará próximamente en la plataforma.

En la película, se desarrolla la relación de Andrew (Raiff) y Domino (Johnson), un joven recién graduado de la universidad y una madre soltera que asiste a las fiestas animadas por Andrew para supervisar a Lola, su hija que tiene autismo. Pedroso encarna el personaje de Maya, la ex pareja del protagonista. Por esto, una de las cosas más importantes para la actriz era que surgiera una buena química con Raiff.

“El director, Cooper, tiene una sensibilidad súper linda. Antes de esto había hecho sólo una película con sus amigos de la universidad, que fue súper aclamada (Shithouse). Él trabaja con mucha gente que conoce. Me dijo ‘¿te parece si nos juntamos a comer, para conocernos un poco?’’, porque claro, nosotros íbamos a ser pareja en esto. Salimos a comer a un restorán. Conversamos y fue muy lindo sentir que no era sólo que estaba casteada, que fuera tal día y ya, sino que había un interés por la integridad de la película y de quienes estábamos participando, de realmente conocer a sus actores, a la gente con la que iba a estar trabajando”, reflexiona la joven, que cataloga su paso por Cha Cha Cha Real Smooth como una linda experiencia.

Sobre la posibilidad de compartir pantalla con dos actrices consagradas del medio hollywoodense, cuenta: “Son actrices increíbles y este era mi primer rol profesional saliendo de la universidad. Tener la suerte de compartir pantalla con ellas fue... Creo que todavía no me cae la teja. No pude trabajar con ellas directamente, pero sabiendo que la Dakota Johnson es una de las productoras ejecutivas y que vio mi trabajo... La película ya salió en Sundance. Estar allí me puso nerviosa, pero fue muy gratificante. Tener la plataforma y la posibilidad de estar ahí, con actricezas como ellas... Creo que mi cerebro todavía no lo ha podido procesar”, concluye entre risas.

Los primeros pasos hacia el mundo actoral

Su debut en Cha Cha Cha Real Smooth fue la decantación de una vocación que comenzó a gestarse varios años atrás, durante su infancia. La artista es hija del cubano Roberto Pedroso y su madre, la productora Verónica Saquel, es uno de los nombres más importantes en la historia de las teleseries chilenas de las últimas décadas.

“Creo que, de cierta manera, tuve la suerte de estar expuesta al mundo de la actuación desde muy chica, por el trabajo de mi mamá. Fue una causante a que me enamorara de la actuación y del teatro, pero me costó”, comenta la actriz que, pese a tener una atracción hacia las artes escénicas desde muy pequeña, pasó su adolescencia con la duda respecto a si estudiar una carrera más convencional sería una mejor decisión para su vida.

“Me costó llegar a decidir que quería estudiar actuación. Estaba entre leyes y teatro. En el colegio ya todo el mundo estaba determinando qué quería estudiar... Y yo tenía esta especie de ‘tranca’ de que, bueno, en ese entonces -y todavía un poco- la actuación no era una carrera muy convencional. Creo que aún sigue sin ser tan convencional como medicina o leyes”, sentencia.

Amara Pedroso, actriz chilena radicada en Estados Unidos.

Amara recuerda con claridad cuál fue el momento que cambió su perspectiva y que la llevó decantarse definitivamente por la actuación como profesión: “Me enamoré del teatro viendo Los Miserables, en un teatro en Londres, llorando, pensando que eso era lo que yo quería hacer con mi vida”.

La actriz lo resume como “un amor cultivado”, donde la influencia materna jugó un rol muy importante más allá de su cercanía con el oficio. “Más que nada, la influencia de mi mamá es que he tenido la suerte de que ella me ha apoyado siempre en todo, pero desde un punto súper realista”, comenta Pedroso, agregando que el vasto conocimiento del mundo actoral de su madre le ayudó a concebir una visión realista sobre cómo funciona el medio.

Así, tomó la decisión de iniciar un verdadero tour de postulaciones universitarias para lograr un nuevo objetivo: ingresar en una de las escuelas teatrales más prestigiosas de Estados Unidos. “Siempre estuve enamorada del mundo de Hollywood, de las películas estadounidenses. También es un mercado súper grande que ha sido desarrollado sobre muchísimas décadas, así que sentía que era una buena oportunidad de poder insertarme en ese mundo”.

Sin embargo, comenta que mantuvo la calma y sus expectativas: “Tenía súper claro que tampoco era una cosa fácil quedar en todas las opciones, pero también sabía que Chile tiene muy buenos programas de actuación. También una industria súper sólida, y que si no resultaba Estados Unidos yo me quedaba en Chile”.

Escribir ensayos, preparar monólogos y aprender canciones fueron algunos de los requisitos exigidos por las universidades del país norteamericano, cuya exigencia desarrolla un ambiente bastante competitivo a la hora de aplicar a las distintas carreras. Especialmente en las casas de estudio más importantes, son muchos postulantes y pocos cupos. Algunos estudiantes llegan a aplicar a quince escuelas. Amara incluyó cinco a su lista, entre ellas, la New York University (NYU) y Carnegie Mellon, dos de las facultades de teatro más prestigiosas de Estados Unidos. Esta última se transformó en su primera opción luego de las audiciones.

Amara Pedroso, actriz chilena radicada en Estados Unidos.

“Tomé un programa de verano en Nueva York y estaba encantada con NYU. Pensaba que esa era la universidad donde quería estar, independiente de lo que estudiara. Y cuando vine a hacer las audiciones me enamoré de Carnegie Mellon, la universidad a la que fui. Por la gente, por el proceso de audición, donde me hicieron hacer de todo. Me enamoré y pensé ‘ya, esta es mi primera opción, pero es súper poca la posibilidad’. Y cuando me llamaron para decirme que quedé seleccionada ya no había nada que pensar”, señala Pedroso.

Así, la chilena, capaz de expresarse en un inglés perfecto y fluido, ingresó a la escuela de teatro en Pensilvania en agosto del 2017, de donde se graduó en mayo del 2021. Actualmente, se encuentra radicada en Nueva York.

La representación: el factor social dentro del teatro

Amara Pedroso siempre sintió afinidad por las temáticas relacionadas a la justicia social. Por eso mismo, una de sus opciones era estudiar leyes. Y a pesar de que la relación pueda ser menos explícita que en el Derecho, la joven reconoce una importante dimensión social en su profesión. Una vocación que, en sus palabras, puede generar enormes cambios a partir de las artes.

“Las artes, el teatro y la actuación son importantes. Ahora que estamos con la pandemia, todo el mundo ha estado viendo series, escuchando música... Las artes se han vuelto cruciales. Pero, para mí, siempre fue un tema sentir que la actuación cambia la sociedad desde abajo. Las leyes imponen. Yo podría decir muchas cosas, de no hacer esto, no hacer lo otro, pero la gente puede seguir haciéndolo”, reflexiona.

Su perspectiva es que los cambios sociales vienen “desde la empatía y desde cambiar un poco las mentes de la gente. Y las artes, especialmente la actuación, tienen una pasada perfecta para hacer eso. Sobre todo con las plataformas de streaming, donde podemos consumir mucho. Tenemos la posibilidad de crear historias que permitan que las personas se relacionen con gente que se ve distinta a ellos, que vive distinto a ellos, que ama distinto a ellos”.

Para la joven, “eso es dejar que las realidades distintas penetren las casas de otras personas, sin que se den cuenta. Y después piensen ‘yo me parezco a esta persona, aunque no me vea como ellos’. Cuando me di cuenta pensé ‘ok, teatro es’. Porque no quería soltar eso, lo de la justicia social, lo de la representación, lo de hacer un cambio en este mundo por estudiar teatro”.

El período en que Pedroso cursó sus estudios universitarios estuvieron marcados por importantes movimientos que permearon especialmente en su profesión. El Me Too se abrió paso en los medios de comunicación y el rubro artístico, con varias actrices y mujeres que denunciaron situaciones de abuso y acoso ocurridas principalmente en el mundo de la televisión y el cine.

En nuestro país, los casos más emblemáticos se dieron con las acusaciones por abuso sexual contra Herval Abreu, hasta entonces, uno de los directores y productores de teleseries más relevantes; y las denuncias por el mismo delito contra el director de cine, Nicolás López, cuyo caso aún se está resolviendo legalmente en tribunales.

Desde el extranjero, Amara se mantuvo al tanto de lo que sucedía en Chile: “Me llegaban las noticias. También es un tema de conversación, y creo que es importante que el movimiento se abra a otros lugares. Soy chilena y creo que el avance que hay aquí en Estados Unidos, y que se refleja en Chile, es muy relevante. Hay muchas actrices que salieron a hablar del tema y era importante que se supiera. Que no sólo fuera ‘ay, el Me Too, en Estados Unidos pasan esas cosas’. Hay que mirar la industria en que se está y prestar atención a las situaciones que no son sanas, que no son productivas y que hieren a personas en Chile, que es mi casa. Me pareció súper importante que también se reflejara”.

En Estados Unidos, país donde se forjaron los primeros pasos del movimiento, las escuelas de actuación tomaron cartas en el asunto. Pedroso lo vivió en primera persona. “Aquí cambió mucho el currículum. Me acuerdo que, cuando empezamos las clases de movimiento y combate escénico, se notó mucho. Nos empezaron a hablar de coordinadores de intimidad, personas que entran tanto para combate como para escenas de intimidad. Nos enseñaron técnicas, cómo marcar la intimidad en vez de hacerla. Por ejemplo, cuando hay un beso”.

“Creo que hay un gran cambio que, por lo menos a mí, me hace sentir mucho más segura entrando a ciertos aspectos de la industria, y teniendo reuniones, ensayos de las cosas. Ese fue el gran cambio, y me siento súper agradecida de tener eso, porque me parece que es necesario”, reflexiona.

Dentro de la universidad, Amara cumplió con un rol importante dentro del estudiantado. Por cerca de dos años formó parte del comité antirracial, diversidad e inclusión, espacio de representación donde se trabajaba codo a codo con la casa de estudios para preparar planes que ayudaran a mejorar la convivencia dentro del entorno académico.

Sus motivaciones tienen raíz en su historia personal: “Crecí en Chile siendo una persona negra. Pero en Chile no estuve rodeada de mucha gente que se viera como yo. Entonces, cuando llegué a la universidad, me encontré con muchas personas afroamericanas, que compartieron sus experiencias conmigo, algunas muy similares, otras no tanto. Y siempre me resultó algo importante de representar, de hablar. Me crié en un ambiente donde se conversaban esos temas y tuve la suerte de no tener demasiadas experiencias racistas, siempre pequeñas micro agresiones, pero nunca cosas demasiado abiertas o mal intencionadas”.

Amara Pedroso, actriz chilena radicada en Estados Unidos.

Con el trabajo realizado en dicho comité se logró establecer una serie de cursos con enfoque antirracial. “Creo que tiene que ver no sólo con la gente que está ahí, en el minuto. Son años y años de prácticas que hoy uno puede mirar y decir ‘¿Por qué hemos estado haciendo eso todo este rato?’. Para mí fue importante ser parte. Estuvimos desarrollando cursos antirracistas. Todos tuvimos que tomar esta clase. Y cada generación que va ingresando tiene que, por obligación, tomar este curso de antirracismo en las artes, para que todos estemos más o menos en la misma página de lo que significa trabajar de manera antirracista, de tener conciencia de la historia, de cómo ciertas cosas pueden afectar la dinámica”, señala la actriz.

El futuro de una estrella en formación

Su participación en Cha Cha Cha Real Smooth significó un gran primer paso para Amara. Aunque también disfruta las implicancias del trabajo en las tablas, está segura de lo quiere. Su carrera, dice, está en el formato audiovisual.

“En un mundo ideal iría por los dos. Haría todo. Pero siento que hay mucha división según lo que se hace. Me encantaba la televisión, las pantallas, las películas. Mi programa universitario está muy basado en el teatro, en las tablas... Un entrenamiento muy dirigido a eso. Fue un cambio de switch grande, porque pensaba ‘esto no es a lo que estoy acostumbrada a ver en la tele’. Y me encanté en ese proceso de cuatro años del teatro. Pero creo que, si tengo que elegir, escogería las películas, la televisión. Idealmente lo haría todo, pero sí. La pantalla”, señala.

Confiesa que “siempre estuve enamorada del mundo de Hollywood, de las películas estadounidenses. También es un mercado muy grande que ha sido desarrollado sobre muchísimas décadas, así que sentía que era una buena oportunidad de poder insertarme en ese mundo. Veía un poco más de posibilidades para mí, por lo menos”.

Ante la pregunta respecto a sus proyecciones personales de ahora en adelante, la joven responde con tranquilidad. “Seguiré audicionando. Ojalá se vengan más roles en películas, en televisión”, manifiesta. Tampoco descarta la posibilidad de incursionar en el rubro audiovisual de Chile, su país natal.

“Mi país nunca está descartado. Sería una agradecida de poder trabajar en la industria chilena. Creo que está creciendo de una manera muy rápida. Están sacando películas, productos buenísimos. Cosas muy lindas. Ser parte sería, para mí, un privilegio. Nunca lo he descartado. Sería un honor participar en la industria chilena. Así que ojalá en estos añitos empezar a consolidar. Estoy en una etapa muy primeriza en lo que espero que sea una carrera larga”.

“Y, de ahí, juntando proyectos y armando carrera. Eso es lo que espero para el futuro”, finaliza.